Hora de ir a casa Quinn

Capitulo 12 solo siendo nosotros dos y sus dos criaturas

Harley Quinn:

Cuando llegamos a la casa le dije a Brucie pooki que se pusiera el traje de Batman.

Por mi parte me coloque un pantalón de cuero negro y un top bastante provocativo del mismo color junto a una chaqueta de cuero negra que Bruce me había comprado junto a unas botas de tacón del mismo color.

Últimamente me estoy volviendo un poco gotica por seguirle los tonos de ropa a mi novio.

No vas a negar que el negro nos queda super bien, nena

Eso sí es cierto.

Me deje el cabello suelto solamente me lo planche.

Me estaba maquillando cuando sentí unas manitas muy conocidas en mi cintura.

—No entiendo porque tengo que ponerme mi traje —Me dijo en el oído.

—Ya verás tengo una idea bastante buena pero necesito que está noche seas mi hombre, mi Batman —Dije volteándome para mirarlo bien.

—Me encanta cuando me dices así —Dijo agarrándome la mano.

Lo bese tiernamente en los labios y lo saqué de la habitación para irnos.

Los niños ya estaban metidos en sus cuartos. Ya habían cenado sushi al igual que nosotros.

El sushi del restaurante de ricos es muy sabrosito

Ohh si

Alfred también estaba durmiendo o tal ves follando con mi mejor amiga quién sabe...

Mis bebés seguían en el habitad de la muy bandida de Hiedra.

Ya que no sabía cómo hacer para que los hijos de Bruce supieran que mis mascotas son dos hienas.

Ya en el Batimóvil...

—Yo conduzco —murmure con una sonrisa.

Tratando de subirme a las piernas de mi futuro marido

Pero...

—No, claro que no—Dijo colando el ceño fruncido.

—Pero...si se hacerlo—Dije con un puchero.

—No—Insistió.

—Ahs! me caes mal Batsy! —Dije subiendo los pies al sillón de mi asiento de brazos cruzados.

—No me hagas follarte aquí mismo—Dijo mirándome fijamente.

—Ohh...no pensé que Batsy se revelaría tanto —Dije mordiéndome el labio.

—A ¿dónde vamos?—Pregunto cambiando de tema.

—Arranca yo te digo por el camino—Sonreí.

•••

Cuando llegamos al lugar donde quiero estar a solas con Batsy el me miró extrañado.

Ya que era su propia empresa.

—¿Que hacemos en  Wayne Enterprises?—pregunto confundido.

—Podemos subir allá arriba —dije señalando la terraza de la gigante torre.

—Claro—Dijo el con una sonrisa.

Me agarre de el por el cuello con mi típico agarre de koala y subimos a la terraza con su pistola escaladora.

—No era más fácil que vinieramos como civiles?—Pregunto con una ceja encarnada ya en la terraza.

—No.