Capitulo 23 Un día de locos.

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Harley Quinn:

Era mi segundo día en Arkham. Todo estaba yendo bien asta ahora.

Bruce a estado viniendo a cada rato (ya que no me quiere dejar sola) y a dormido aquí conmigo. Pero antes de que amanezca del todo, se va porque llegan las enfermeras a darme mis vitaminas del embarazo y a inspeccionar de que todo esté de maravilla.

En estos momentos estaba acostada de cabeza en la cama leyendo uno de los cincuenta libros que me compro Bruce.

De paso dijo que nos compraría más...

Tocaron a la puerta de mi habitación para avisar que abrirían la pequeña ventanilla de la misma.

Ojalá sea por comida

Quinn, tienes visitas —Murmuro de mal genio la guardia de turno.

Me cae bien mal esa tal Katerine, creé que porque estamos embarazadas no le vamos a partir su madre

Por cierto "Katerine" es la guardia de mi pabellón que  me trata feito solo por ser la prometida de Bruce Wayne

—Hola, señorita reclusa ¿Cómo estás?—Escuche que dijo la voz de un hombre conocido pero no era Bruce.

Así que me voltee a ver, dándome cuenta que era Jason. Que estaba paradote mirándome con una sonrisa y una refractaria de comida en las manos.

Aleluya

Hola!!! Jay Bien y ¿tú?—Dije parándome de la cama para abrazarlo con fuerza.

—Me alegra que estás bien, yo bien acabo de terminar uno de mis trabajitos—Dijo sonriendo macabramente quitándose la chaqueta y tirándola a la silla colompio.

A eso de "trabajitos" se refiere a que le partió su madre a alguien por dinero.

—Está ves ¿quién fué?—pregunte con la misma sonrisa que el.

—No me lo creerás pero fue Román Sionis.

Me quedé estupefacta.

Joder le dió a uno de los más poderosos de Gótica.

Que bien, ese imbécil trato de matarnos una ves

Dije una palabrota en voz baja a lo que hizo reír a Jason tirándose en mi cama.

—No sabes lo mucho que lo disfruté—Dijo mientras se estiraba en mi cama.

Había dejado la refractaria en la mesa al lado de la puerta.

—Me alegra saberlo —murmuré acostándome a su lado en la cama.

—Ah por cierto te traje lasaña que hizo Alfred —Dijo señalando la refractaria.

Ohh lo adoro

Y ¿que has hecho?—Me pregunto volteándose a mirarme colocando su cabeza encima de sus brazo izquierdo.

—Pues...me la e pasado leyendo y viendo televisión ya que Bruce no quiere que salga de esta habitación —Dije mientras jugaba con el mechon blanco de su cabello.

—Ah bueno, al menos él te amueblo la habitación.

—Sipi.

En eso el se acercó más a mí abrazándome por la cintura.

Yo creo que esto no está bien Harls

Pero si yo lo veo como un hijo

El no piensa lo mismo

—Harls...Sabes que te ves preciosa hoy ¿no?—Dijo con un tono raro.

—Si, lo sé siempre lo estoy —Dije divertida.

Hora de ir a casa QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora