Hora de ir a casa Quinn

Capitulo 60 Noche de "chicas" y algo más...

Bruce Wayne:

Llegue agotado de una misión con la liga de la justicia. Notando que habían muchas luces prendidas en la mansión.

Primer indicio de que algo está mal

Escuche la risa maniaca de mi sexy esposa de fondo.

Salí de mi despacho dirigiéndome a las escaleras en la sala todo estaba tranquilo a excepción de que habían algunos platos y cajas de pizza.

Pizza que no nos dieron, campeón

La traición, la decepción

Subi con pereza y con los animos por el piso, hoy fue una tarde dura. Apoye a la liga de la justicia en una misión contra un terrorista en metropolis.

Pero todos los golpes y todo lo demás lo recibí yo obviamente, como soy el único sin "poderes".

Aunque tenemos muchísimos poderes económicos, nada se compara con los de Clark

Si pudiera pagar por tener un estúpido súper poder lo hiciera.

—No digas eso!!—Escuche la voz de Harley escandalosamente.

Está sexy rubia siempre sacándome de mis pensamientos.

Subí las escaleras con total agotamiento solo deseaba tirarme en la cama y hibernar por 200 años.

Note que mi....nuestra habitación estaba cerrada con seguro, no le preste mucha agua ya que queria ver a mis hijas antes de hundirme en mis cobijas.

Pase a la habitación de mis pequeñas notando que ya estaban dormidas, les di un beso de buenas noches a cada una en su frente y salí de la habitación.

Pase a ver la habitación de Damián percatandome que estaba estudiando. Así que preferí no molestar.

Supuse que dick y Jason estarían patrullando.

Volví a escuchar la escandalosa risa de mi bella dama junto a risitas de hombres.

Oh, eso no está bien

Alguien se está comiendo nuestra torta!!

Sentí que mis celos y la necesidad de descansar me consumió asi que como pude abrí la puerta.

Entré a la fuerza notando a Dick, Jason, Harley y Hiedra sentados en mi cama tragando palomitas y pintando se las uñas.

Podrán imaginar mi cara de estupefacción.

—Bruce...—Dijo la rubia sorprendida.

Dick soltó una risita nerviosa.

—No es lo que piensas—murmuro torpemente.

Hiedra y Jason seguían como si nada hablando y haciéndose manicure.

Me quedé un momento tieso y sin saber que pensar o que decir solamente podía ver a Harley acercándose a mí con una sonrisita coqueta.

—¿Te quieres unir a nuestra pijamada?

La mire fijamente a los ojos.

Ella al instante noto mis heridas y mis lugares afectados. Soltando un pequeño suspiro dramáticamente.

—Sientate en la cama te curare las heridas.

Le hice caso perezosamente, sentándome al lado de Jason. Tenía el ceño fruncido por cierto.

—El rojo te sienta bien Jason —murmuro Hiedra divertida.

Mire de reojo a lo que se refería, notando que tenia sus uñas pintadas de ese color.