Capitulo 33 Parece que la cagué.

100 6 3
                                    


Tres meses después del último capítulo...

Bruce Wayne:

Oficialmente Harls ya tiene 6 meses de embarazo y ya por fin sabemos que son niñas.

Es emocionante para mí saber que tendremos niñas.

No sé cómo sera ser papá de niñas, pero me da emoción saber que habrán unas minis harls por allí corriendo.

Eso será muy tierno de ver

Ahorita mismo estoy en la empresa. Haciendo unos cuantos arreglos a un trato de negocios con italia. Harls se quedó en la mansión con Hiedra y Alfred. "Supongo".

Ya que no he podido hablar con ella desde esta mañana que salí de la mansión.

—Señor Wayne creo que su esposa está afuera —Dijo mi secretaria por el comunicador.

¿Mi esposa? O sea la bella y sensual Harley

—Voy para allá —Dije rápidamente.

Salí de mi oficina rápidamente, baje por el ascensor al primer piso a ver qué pasa porque no entra mi esposa.

Cuando ví a Harley totalmente echa furia en la entrada con el estúpido policía de acompañante. Comencé a temer por mi vida.

—Porque demonios no llegas a la mansión?—pregunto totalmente enojada.

Me quedé atontado observando cómo estaba vestida. Llevaba un vestido blanco que hacía que se le mostrará más la gran pancita de mis  bebés.

—Bruce te estoy hablando!

Ay Brucie, hoy duermes en el sofá

¿Q-que paso?—pregunte torpemente.

—¿Que paso?—Repitió enojada—Paso que no te acuerdas que hoy teníamos una cita con la doctora y de paso me dejas sola todo el puto día.

—Ay mierda!—Mascullé en voz baja.

—No recordaba la cita con la doctora, Harls —Confesé.

—Cuando será que te acuerdas  de algo—Dijo molesta.

Ahora sí que la cagaste

Cuando ví que se iba a ir la tomé del brazo pero me lo arrebato de un manotazo.

—No me toques! Hablamos en la casa—Murmuro totalmente irritada.

—Harls, espera yo te llevó —Dije viendo que se iba por la puerta.

—No quiero nada de tí, ahora Bruce.

—Pero...

Me interrumpió abruptamente—Pero nada, debiste haberlo pensado antes de dejarme sola en la cita más importante de nuestras bebés—Dijo mirándome con tal decepción que me hizo sentir jodidamente mal.

No dije nada solo pude ver cómo se iba con el Imbécil policía sin mí.

Cabe recalcar que son las seis de la tarde. Se supone que ya debería irme a la mansión pero aún no había terminado el papeleo.

Pero...con esto que paso prefiero dejar todo a un lado. Igual me vale verga ese idiota papeleo si soy el puto jefe.

Necesito que Harls me perdone.

Y si se puede terminar esta noche con una buena sesión de coito

Saque rápidamente mi celular y llame a Alfred.

—¿Que necesita, señor?—pregunto el al instante.

—Hola Alfred—Dije con un tono de voz cansado y agarrándome el puente de la nariz.

Hora de ir a casa QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora