4) ¿Lo hago o no?

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Estoy en pijama y sentada en mi cama que está forrada en una manta color lila, como toda mi habitación, mientras me muerdo las uñas. ¿Lo hago o no? Suspiré y tome mi teléfono.

El escrito decía: "Este es mi número, llámame cuando llegues para saber que no te extraviaste".

Y si, casi me da algo al ver su número en mi palma que no sabía cómo reaccionar y ahora estoy indecisa porque no sé si sea prudente llamarlo a las nueve de la noche, ya que he perdido mucho tiempo con mi indecisión.

Busque su número y con dedos temblorosos le marqué, este sonó y sonó hasta que él la cogió.

—¿Aló? —de fondo se escucha una música encendida, una que nunca he escuchado, por lo que su tono de voz fue alto.

Yo entré en pánico que mi teléfono se me resbaló de mis manos y fue a caer en el suelo, pero no se rompió.

¿Hay alguien ahí? me lo imaginé con el ceño fruncido, así que colgué.

Pude respirar mejor y me acosté en mi cama, ¡Que tonta soy! Me dispuse a dormir con la vergüenza al tope, pero mi teléfono se iluminó indicando una llamada, lo tome y entre en pánico de nuevo al ver su número telefónico en la pantalla.

¡¿Que se supone que le diga?!

Mi indecisión de si le cojo la llamada o no, hizo que cuelgue y vuelva a llamar, así que la cogí llena de valor, más no hablé. Duramos un rato en silencio, por lo que él suspiró frustrado.

Se que eres tu, Yarida cuando pronunció mi nombre el aire abandonó mis pulmones. ¿Como sabe mi nombre?

—Yo.. —me vi en la obligación de hablar más no pude continuar.

Me alegra que hayas llegado con bien soltó una risita—, También me alegra que me llamarás no supe que responder ante eso porque mi corazón lo mal interpretó todo—. Bueno, tengo que irme, gracias por llamarme colgó.

Mire mi teléfono como si ya colgó, aunque es obvio que si, pero quería seguir escuchando su dulce voz, ¡ah!, ya no se lo que quiero o digo.

Me arrope y y di una vuelta en la cama para dormirme.

☀️☀️☀️

Estaba disfrutando mi sueño cuando un cuerpecito regordete, me despertó a la siete de la mañana.

Odio ir a la universidad, gimotee de solo pensar que lo veré y no seré capaz de hablarle, ¡Caray!

—Deja de brincar arriba de mi que me romperas la columna —lo mire soñolienta y él me dio una sonrisa.

—Mami te mando a despertar —me besó la mejilla ruidosamente para después salir de mi habitación.

—Si, gracias.. —susurré al vacío porque ya él se ha ido.

Me levanté y fui arrastrando los pies hasta el baño, entre y me quite mi pijama, me recogí mi cabello en un moño y me metí a bañar.

La cabeza me duele un poco por los puntos y eso, pero ni loca iba a durar un día entero con eso puesto o peor aún, ir de nuevo a la universidad en ese estado.

Cuando termine de bañarme fui directo a mi clóset, saqué una falda corta en cuadros lila y blanco, botas blancas, una blusa ajustada y blanca y para completar, mi chaqueta color lila.

Me cambié y me mire en el espejo forrado de pegatinas de las muñecas Bratz, si, soy loca con esas caricaturas. Mi cabello lo dejé suelto porque no me puedo peinar con la herida esa, así que lo deje como ellos vinieron al mundo, rizos, pero al no peinarlo están pajón.

DESDE LA LEJANÍA. (Completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora