Ella se acercó, me abrazó con fuerza y no pude más y me desplome a llorar en su hombro.
—No seas egoísta contigo misma al estar con alguien que no quieres —comenzó acariciar mi espalda para darme tranquilidad.
—Miriam, lo hicimos.. lo hicimos y no pensé en nadie más que en él —mi voz se rompió y ella ajustó el abrazo—, Por un momento creí que ya lo había olvidado y que él por fin me iba a ser feliz.
—Yo se que si, nena, pero no por eso significa que lo amas. No te tortures, esto no esta funcionando y debes de hacerselo saber porque estoy segura que si se hace una encuesta para ver a quién es que quieres en realidad ese sería Joseph.. —sus palabras fueron como cuchillos para mi corazón, pero la verdad es que tiene razón—. Aunque tuvieron sexo eso no significa que lo amas y si no me crees intentalo otra vez, y dime como te sientes después de culminarlo.
—Mariam —me separe de ella y volví a lavarme la cara—, En realidad aprenderé amarlo —aseguré y en mi corazón no tuvo efecto porque se que no es así, solo me estoy dañando al estar con él pensando en que pronto olvidare a Joseph y estaré feliz con él y no es así.
—Haz lo que te dije —dicho eso salió.
Yo salí minutos después, con los ojos rojos e hinchados y al salir lo primero que vi fue a Ismael al lado de Joseph, ambos con rostros preocupados. Al verlos mi corazón me pedía a grito que abracé a Joseph y más cuando ambos me miraron y se acercaron a mí, más no lo dude y abracé a Ismael.
—Me diste un susto de muerte, ¿Estas bien? —tomó mi rostro en su mano, pero yo esquive su mirada.
—Estoy bien..
—Si estuviste llorando no estás bien —opinó Joseph y su voz hizo que lo mire, nerviosa.
—¿Que haces aquí? —indague y él alzó sus hombros.
—Chocaste conmigo al salir y vine hasta aquí a ver que tienes.
—Me dijo que es tu amigo —intervino Ismael y yo me aclare la garganta.
—Si, somos amigos —asentí—. Ismael él es Joseph, mi amigo y Joseph él es Ismael, mi novio —los señale a ambos y ambos se dieron la mano.
—Un gusto —dijo Ismael.
—Dios te bendiga —le dio una sonrisa forzada y se fue, sin despedirse de mí ni nada. Extraño.
—¿Segura que estas bien, nena? —me atrajo a su cuerpo, preocupado.
—Estoy bien —trate de que su olor a perfume me de tranquilidad, pero no paso, mi corazón sigue triste y angustiado.
—Debemos de volver a clase —besó mi frente y me tomó de la mano.
Realmente quiero enamorarme de él como aquélla primera vez, pero ya no importa, parece que ya se acabó definitivamente. Le di un apretón a su mano, que en vez de ser reconfortante fue de dolor.
Él me dejo frente a mi proxima clase y se despidió con un besito por petición mía y se fue. Yo entre y me senté en mi silla mientras los demás estudiantes terminan de entrar.
🌕🌕🌕
Después de clases no fui a casa, sino que me quede en un bar cerca de la universidad y por ser de tarde y día escolar hay pocas personas. He bebido demasiado, tanto que no se donde estoy sentada, pero gracias a Jesús aquí cogen tarjeta de crédito porque he estado pagando con ella ya que no tengo fuerzas para darle efectivo.
Mire hacia afuera y ya ha oscurecido, supongo que son cerca de la ocho. Busque mi teléfono y vi varías llamadas perdidas de mis padres, amigas y novio, más no conteste ninguna.
El bar es nuevo, no tiene mucho que fue abierto por eso estoy aquí sola, porque parece de gente riquita y se que un loquito no se atreverá a pasarse de listo porque entre todos los ricos se conocen y saben de quién soy hija.
—¿Donde está el baño? —le pregunté al Barman y él señaló el pasillo que da a la izquierda, después de la barra.
Me pare con cuidado y agarrada de las sillas, para no caerme, fui hasta la pared que da al baño. Todo esta oscuro, solo una línea fluorescente indica el camino.
Adentro si hay luz y estan bastaste limpios, por lo que me dispuse a lavarme la cara cuando entre, cara que la tengo con los ojos hinchados de llorar y rojos. Después de lavarme la cara vine un poco en mí y fui directo a ser pipi, la vejiga me está por explotar. Ya lista salí de ahí como entre, agarrándome de las paredes.
Cuando salí totalmente no me fije y choque con lo que supongo es un hombre, pero fue muy rápido, así que sostuve mis lentes cuando mi cuerpo impacto contra la pared.
—¡¿Quieres fijarte por donde vas?! —me iba a pegar, pero al verme me analizó y una sonrisa macabra apareció en su rostro—. Pero que casualidad, si es nada más y nada menos que Yarida —la mención de mi nombre me hizo mirarlo, sin embargo él fue más rápido y me quito los lentes.
—¡No, por favor no me los quites! —grite desesperada tratando de buscarlo en plena oscuridad, pero solo escuché su risa.
Mi cabeza esta dando muchas vueltas, cosa que esta haciendo que me de náuseas. No, ahora no, por favor.
—Sería divertido divertirme contigo un rato sin tus lentes —sentí su mano en mi cintura y mi cuerpo entero se paralizado—, Pero sería muy injusto que lo disfrutes y no sepas con quién paso —suspiró exageramente mientras se burla de mí.
—¿Que quieres..? —mi voz salió temblorosa y trate de quitar su mano de mi cuerpo, pero eso lo hizo subirla más a mi costilla, haciendo que bote el aire de mis pulmones del miedo—. Por favor, no me hagas daño —susurré tratando de enfocarlo con mi vista defectuosa, pero hay demasiada oscuridad que no me favorece.
—¿Que qué quiero? —preguntó en tono burlo y meloso—, ¿Esto no te da una idea? —comenzó a besarme a la fuerza.
Obviamente trate de alejarlo, pero es inútil, es demasiado fuerte para mí. La impotencia, temor, dolor y el enojo que estoy sintiendo al sentir como ejerce demasiada fuerza en mí fueron más fuerte que yo y las náuseas se hicieron más fuertes y sin esperarlo lo vomite en la boca.
Él a ver eso lo botó, pero se que algo se a tragado, asco, me limpié la boca con asco y trate de alejarme de ahí, pero la galleta que impactó con mi mejilla no la vi venir hasta que estuve en el piso.
Menee mi cabeza, tratando de estabilizar el pitido que tengo en el oído y las vueltas que me da la cabeza, al mismo tiempo que escupí en el suelo lo que supongo es sangre.
Eso trajo los recuerdos dolorosos del orfanato y mi corazón comenzó a latir y a pullarme en el pecho mientras trato de coger aire. No, ahora no, por favor no..
—¿Como te atreviste a vomitarme, estás consciente de lo que te hare por eso? —no le hice caso y empecé a gatear hacia un lugar lejos de él, botando lágrimas a do' mano.
—Déja..me en paz —trate de desaparecer de ahí y no puedo, mis fuerzas no me ayudan mucho porque mi cuerpo ya esta temblando.
—¿Que te deje en paz? —lo escuché reírse y tomarme del tobillo, por lo que tire un grito y una patada. No se donde le di, pero de que le di le di—. ¡Mierda! —se quejó —. ¡Ven aquí, renacuajo!
Yo no pude avanzar mucho porque mi cuerpo no reacciona como quiero, solo quiero hacerme una bolita y ya, pero ese pensamiento se fue con el chin de aire que tenía en los pulmones cuando sentí una fuerte patada en la barriga.
Eso me dolió tanto y fue tan fuerte que choque con la pared haciendo que poco a poco pierda más fuerza y que mi corazón lata con mayor fuerza al tratar de traer oxígeno a mis pulmones.
—Por.. favor.. alguien.. —fue lo único que me salió al conjunto de dos lágrimas.
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DESDE LA LEJANÍA. (Completa).
Teen Fiction¿Brechadora? No. ¿Chismosa? No. ¿Metiche? Bueno.. no. No lo soy. ¿Acosadora? ¡JAMÁS! Solo soy una chica... ¿Observadora? Si, eso, observadora.