26) Rápida.

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Me tomó de la mano y me sacó hasta el balcón, se sentó en el suelo y me hizo seña de que lo haga yo también, le hice caso y el paso una parte de la manta que tiene en la otra mano para cubrirme.

La agarre y me arrecoste de él y ambos nos quedamos a observar la noche estrellada de esta noche, en silencio, silencio reconfortante hasta que algo pico y no me aguante.

-¿Tu padre esta enfermo..? -mi pregunta lo hizo mirarme, con mirada ida.

-Si, tiene muchas complicaciones últimamente -suspiró-, Por eso trato de que se esfuerce lo meno que pueda, pero es un hombre que no ha estado quieto en toda su vida y solo me dice que si va a morir que lo hara trabajando -torció sus labios-. No quiero que se acabe así, siempre ha sido un buen padre, no puedo quejarme de eso, por eso me siento agobiado con su situación.

-Es algo complicado -acaricié su espalda-, Solo espero se mejore y todo este bien.

-Hasta yo lo espero -me dio una sonrisa débil.

Se paró, se situó detrás de mí, y me abrazó haciendo que quede en medio de él mientra la manta nos cubre más y me gusta más así.

Su aliento calido sobre mi cuello me da tranquilidad y se que este momento lo está sanando, se siente solo y agobiado con la situación de su padre, y que este aquí con él lo hace sentir mejor.

🌕🌕🌕

La noche pasó y nos habíamos quedamos dormidos recostados de la pared de la habitación, y no me había dado cuenta hasta que el resplandor del sol me dio en la cara.

Me pare después de despertarme completamente y me sobe las nalgas, se me han quedado dormidas por la posición. Mire a Ismael y él no duró en levantarse también, pero por su semblante veo que esta acostumbrado a dormir ahí afuera.

Él se acercó, me dio un piquito y entró a su habitación tomando de mi mano, se dirigió al baño y me metió ahí y salió.

-Date un baño, te llevare temprano, antes de ir a la universidad -dijo desde fuera y yo no me hice esperar.

Cuando termine que salí vi algo de ropa en su cama, y me la puse, no se donde encontró el short, pero ni modo. El polo me queda un poco grande porque es un poloche de él y los shorts son Jeans cortos, de los anchos y también me queda desahogado de la cintura.

Me puse ropa y me dejé mi pelo así, libre y él entró con ropa puesta, parece que se ha bañando en otro baño.

-El pantalón te lo envío mi madre cuando me envío algunas pertenencias mías -confesó-, Se volvió loca cuando le dije que volví contigo y casi le da algo por no tener suficiente dinero en ese momento para comprarte algo más -negó divertido y yo también, ella siempre ha sido una mujer de la moda.

-Dale las gracias por mí. Me queda un poco grande de la cintura -me alcé el polo para que lo vea y me di media vuelta-, Pero no se me cae, supongo que es por tener cadera un poco grande y cintura pequeña, sino, creo que me quedaría perfecto, ¿No crees? -lo mire fijamente y él asintió, mirando mi cuerpo.

-Vamonos antes de que mi auto control se pierda -murmuró y yo rode los ojos divertida. Aunque pierda el auto control no me hará nada sin mi consentimiento.

-Ya quisiera ver eso -pase por su lado con una sonrisa en mis labios, por lo que él se río.

-Por mujeres como tu es que caemos soldados comos yo -me tomó de la mano y me pego de la pared de su habitación, antes de que salga de la habitación por completo.

-¿O seas que has caído con más mujeres? -me crucé de brazos.

-¿Por que he dicho TÚ? -esa pregunta me dejo sin argumentos y él sonrió con superioridad-. Solo tu me haces caer en tentación y sabes que es muy difícil conseguirlo eso -me mordí el interior de la mejilla.

-Si, solo yo y tenemos que volvimos dos meses y no ha pasado otra vez -lo mire sarcástica y él alzó una ceja.

-No quiero que pienses que volví contigo para eso, si así fuera mejor me hubiese conseguido otra -rodo los ojos, ofendido-. Si no te he tocado de nuevo es porque te respeto, negra, sabes que es por eso, porque si por mí es sabes que me tendrías a cada rato en ti -puso su frente sobre la mía, con los ojos cerrados-. Créeme que es difícil, pero estoy esperando que estes lista otra vez y que seas tu quién me lo pida, no quiero forzarte a nada y perdón si te hice pensar que no te deseo por no tocarte en estos dos meses.

-Perdóname tu a mí -susurré, con la mirada caída-, Fui muy lejos con mi comentario -lo mire a los ojos, avergonzada y él sonrió.

-Te amo.

No me dejó responder porque me comenzó a besar ahí, contra la pared, hasta que el aire nos faltó a ambos y tuve que contenerme otra vez como pasa cada que me besa de esa manera tan deseosa.

-Andando -le dio un leve apretón a mis pompis y después fue por su mochila y salimos.

Subí con mis pertenencias como pude a la moto y él arrancó cuando estuve arriba. No desayunamos porque vamos tarde para la universidad, por lo menos yo sí, porque tengo que recoger mis útiles y eso, pero por lo menos voy a desayunar cuando llegue.

El recorrido fue muy relajado a pesar de haber muchos vehículos en la calle y gracias al vehículo de dos gomas llegamos rápido. Una vez frente a mi casa el portón se abrió cuando presioné el botón y de una fuimos a la casa.

-¡Mamá, llegue! -grité.

-¡Yarida!

Mis tres terrenos salieron de la cocina con sus uniformes y todo, listos para ir a la escuela.

-Mis amores -me abaje a sus alturas y besé sus frentes-, Portense bien, bueno, nos vemos más tarde -le sonreí y le pinche una mejilla a Jerez, acto que lo sonrojó.

-Hecho -dijeron y yo sonreí orgullosa.

-Esos son mis niños.

-¿Desayunaron? -la pregunta de mi madre hizo que la mire.

-No -negué y salí rumbo a mi habitación.

-Suegra..

Fue lo último que escuche antes de perderme en el pasillo de arriba para ir a mi habitación. Cuando entré me quite el short y me puse unos jeans rasgados con mis converse blancos, tome mis últiles y baje.

Entre a la cocina y ya los niños se han ido, no hay señal de mi padre. Tome una manzana de la nevera y Ismael sigue hablando de lo más normal con mi madre, quién esta muy entretenida hablando con él.

Siempre se han llevado bien, desde que se lo presente y pues, cuando nos dejamos se sintió un poco triste por mí porque según ella él es un buen chico, ¿Y la verdad? Si, lo es, es buenísimo.

-¿Nos vamos? -le di una mordida a la manzana y lo mire con aburrimiento, nunca se hartan de hablar.

-Claro -se paró y le sonrió a mi madre-. Nos vemos después, suegra -asintió y comenzó a salir de la cocina.

-Nos vemos, mah -besé su frente y lo seguí.

-Cuídense -la escuche decir antes de que salga, y por poco no la escucho por lo rápida que voy por la tardanza.

-¡Gracias! -le vocee desde afuera y me subí con mi jebo, mi novio, si señor. Sonreí al tener dicho pensamiento-. Vamos -lo abracé y su moto rugio.

-Nos fuimos..

DESDE LA LEJANÍA. (Completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora