29) Paúl.

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Ahm, hoy no he ido a la universidad, tampoco me apetece ir porque ayer fue un día horrible donde tenía mucho estrés, de hecho le dije a mi madre que no enviará los niños al colegio para quedarme con ellos y poner mi mente en otra cosa.

Creo que pronto quedare loca..

El dolor de cabeza, cuello y hombros me tiene agotada y se a que se debe el estrés, no solo es educativo, sino también a lo que ha estado pasando por mi mente, y por lo menos hoy no quiero verlos a ningunos de los dos.

La hora de haber salido de la universidad hace rato llegó y la de los niños llegar del colegio también, pero ningunos fuimos, a excepción de Johan, este cuando llegó comió el almuerzo que hice para todos y se encerró en su habitación. Pero yo estoy jugando parchís con mis tres pequeños.

—¡Eres una tramposa! —acusó Perla, toda Indignada al ver que he entrado una ficha más. Soy amarilla.

—No es cierto, verdad que no Jerez —todas miramos al mencionado, el cual se sonrojó y asintió—. ¿Ves? —sonreí triunfal y ella solo rodo los ojos.

—Eres un lambón, ¡Mira que solo has entrado una ficha milagrosamente! —señaló la ficha verde de Jerez y este se apenó.

No sabe jugar, pero le divierte tirar los dados y ya, así que lo he dejado hacer lo que quiere.

—Eh, pero tampoco seas tan dura, Perla —la mire con reproche y ella torció sus labios.

—Pero es verdad —se quejó.

—No, no lo es—la contradijo Cleo—, El no sabe jugar y acuérdate que él no juega, sino nosotras tres.

Ellas comenzaron a hablar entre ellas y Jerez y yo solo las observamos en silencio. Después de terminar la ronda, que obviamente Gane, llegaron mis padres, por lo que tengo que ir a recibirlos, y aunque ellos tienen llaves ya es una costumbre.

—Espereme aquí y no hagan trampas —le hice señas.

Ahora jugaremos del lado de atrás y todos estamos en inicio, pero pueden hacerme trampa y cuando vuelva encontrarlos casi a mitad del juego o ya en la meta.

Baje y los encontré en la sala de estar entrando fundas de compras, pero no de comidas, sino de bebé.

Eso llamó mi atención, así que mire a mi madre con curiosidad, pero mi mirada cayó en un bebé regordete que mira todo el lugar con sus grandes ojos, curioso. Yo parpadee y termine de bajar.

—¿Padres? —mi llamado los hizo voltear.

—Cariño —mi padre beso mi frente y mi madre vino hasta a mi con una sonrisa feliz.

—¿No es hermoso? —preguntó y la verdad es un bebé hermoso. Es regodete, mejillas pecosas y sonrojadas, ojos mieles y cabello rojizo.

Él me dio una sonrisa, donde no vi nada de dientes, generandome ternura.

—Es bellisimo —sonreí, lo cargue y rápidamente se acomodó arriba de mí—. Ya detronó a mi Jerez —soltamos unas risitas—. ¿Su nombre?

—Paúl —dijo mi padre, mientras mira a mi madre.

—¿Era por él que paraban mayor parte del tiempo fuera? —curiosee mientras lo veo jugar con mi esponjoso cabello.

—Si, y valió la pena —mi madre me sonríe con ternura—. ¿Verdad, Paulo?

Que llamé a mi padre por su nombre me puso moca y mire a mi padre, quién esta serio, como siempre.

—Si, cariño —le dio una sonrisa tierna y ella tomó al bebé.

—Ire a darle un baño para darle de comer y dormirlo —nos hizo saber—. Suban todo a su habitación.

Cuando ella salió nos miramos mi padre y yo.

Una porque tengo mucha curiosidad al saber porque tenemos un bebé de próximo dos meses y no de tres años y dos, porque lo llamó por su nombre.

—¿Me dirás? —indague.

—Se enojó porque le sugerí que fueramos todos juntos a buscar al bebé, pero como ella quiere que sea sorpresa se enojó, por eso no sabías que vendría un bebé de meses —suspiró resignado—, Por eso me he ganado que me llame por mi nombre el día entero.

—Entiendo —solte una carcajada y él me miro indignado—. Lo siento —me excuse—, Solo que es un poco gracioso, es todo —le di una sonrisa y procedí ayudarlo con las bolsas.

—Si, es más bien peligroso —aclaró en medio del camino—, Cuando las mujeres llaman a sus esposos por sus nombres es muy peligroso.

—Ya veo que si —le di la razón y entramos a la recamara cerca de la suya, una que esta decorada para bebé, cosa que no me había fijado y eso que vivo aquí—. ¿Por que mesino? —pregunte mirando la habitación.

—Le encantó la idea de que sea mesino —explicó con simpleza y se que a él también.

—¿Y la sorpresa? —me acerque a la cuna llena de juguetes para bebés y después mire a mi padre.

—Estaba planeando presentarlo en la cena, pero ya lo has visto —salimos de la habitación.

—Pero lo demás no —recalque.

—Exactamente, la sorpresa se la llevaran ellos, tu ya no —se echó a reír.

—Entiendo, pero, ¿Por qué duraron mucho para traerlo? —nos sentamos en el sofá.

—Es mucho más complicado cuando es un bebé de meses. Tuvimos que durar viéndolo desde que estaba en la barriga de su madre —expuso y yo me sorprendí—, Hacerle chequeo medicos de si es alérgico de algo, si sufre de algo y etc, por eso duramos dos meses sin traerlo, sin contar los meses de embarazo de ella.

—¿Conocen a la madre? —mi cara es digna de un meme.

—Si, pasamos todo el embarazo con ella.. paso por algo indeseable para ella y por eso nos buscó por redes, dijo que quiere que nos hagamos cargo de él, que sabe que somos personas buenas y que le daremos lo que ella nunca le podra dar.. amor —su mirada se entristeció y la mía también.

—¿Fue.. fue abusada..? —solté la pregunta y él solo asintió.

—Dice no amarlo, pero darnoslo a nosotros porque sabe que lo cuidaremos ya es amor. Siempre tendrá las puertas abiertas si desea conocerlo —dijo él y se que así será—. Es idéntico a ella —negó de manera divertida—, Y fue mejor a sí.. así si desea verlo algún día encontrar un hermoso reflejo de ella —suspiró y yo me quede pensativa.

—¡Paulo, ven aquí! —el llamado de mi madre lo hizo pararse e irse.

—¡Ya voy, cariño! —exclamó mientras va subiendo las escaleras de dos en dos, como si es algún jovenzuelo, pero ni modo, debe de enfriarse con la doña.

Me pare para ir con mis niños que lo he dejado solos, pero la puerta fue tocada, así que fui abrir. Al hacerlo me sorprendió mucho verlo ahí y mis defensas de una se activaron.

—Ismael.. —susurré, nerviosa y él se acercó, me besó y me abrazó.

—No te vi en la universidad hoy, y no has contestado mis mensajes ni llamadas.. me tenías preocupado —me miró buscando algún inicio de algo y yo me sentí acorralada.

—Estoy bien.. gracias por venir a verme —le di una sonrisa y lo deje pasar.

—¿E Indira y Paulo? —curioseo.

—Si te quedas a cenar lo averiguaras.

—No será posible, más tarde tengo trabajo —comenzó acariciar mi cadera de manera ida cuando volvió a abrazarme y yo hundí mi entrecejo.

DESDE LA LEJANÍA. (Completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora