DESDE LA LEJANÍA. (Completa).

6) Un infiltrado.

Salí de la ducha bailando al ritmo de "Map" y puede que el baile no tenga nada que ver con la letra o el ritmo, pero soy una chica que que va en vía contraria en todo, así que no es raro en mí que baile una canción con ritmo de otra canción.

Fui a mi clóset y comencé a buscar que ponerme para la noche de hoy, y voy tarde, si, pero se que ellas aún no están listas, lo se por experiencia propia.

Saque un corset lila, de flores, con las mangas transparentes y blancas; una falda ajustada, blanca y corta con un pequeño corte a cada lado del frente y unas zapatillas bajitas de tirantes, blancas, porque vamos a caminar demasiado.

Me puse la ropa, me maquillé sencilla y hermosamente y me dejé mi cabello rebelde, como ellos solo saben hacer y me mire en el espejo, realmente estoy hermosa.

Tome mi teléfono y me tiré una foto para subirla a mi Instagram, de hecho fueron muchas. Busque la más bonita y la subí con la frase de la noche que es:

"La noche suele ser testigo de muchas cosas que no suelen ser y que aún así.. son inolvidable".

Atte: Yarida.

Cogí mi bolso y eche mi teléfono ahí al igual que algo de maquillaje, y obviamente mis cualtos. Baje y entre a la cocina.

—Buenas noches, familia —hice una pose y mis padres me miraron sin emociones, pero Johan se atragantó con el agua que estaba consumiendo.

—¿A donde irás así? —me miró con horror, mis padres como siempre y mis niños con alegría.

—Ire al cine con mis amigas, porque si puedo, ¿Verdad, papás? —los mire y Ellos se miraron entre ellos.

—Ya estas vestida, puedes ir —mi madre me dio una sonrisa y procedió a darle de cenar a Jerez.

—¿La dejaras ir así? —Johan miró a mi madre con asombro y está asintió—. ¡Pero está enseñando las tet.. bubis! —su grito hizo que mire mi pecho.

—¡No estoy enseñando nada! —grite de la misma forma.

No soy tan dotada de arriba, pero es cierto que el corset me saca más de la cuenta, pero no sé ve nada que pueda comprometerme. Mi padre se estrujó la cara y mi madre suspiró.

—Ella es mayor de edad, hijo —mi padre le dio una sonrisa débil y él abrió su boca, si, muy dramático.

—¡Pero así tendrá a todo los chicos detrás de ella y no quiero tener que tirarlos en la piscina! —exclamó y todo el mundo enmudeció. Wao, es la primera vez que lo noto tan sobreprotector.

—Descuida, hermanito, no me acostaré ni traeré a ningún chico —fui hasta él y le desordene los cabellos, pero él puso una cara de indignación.

—Eres mi hermana mayor, mi deber es protegerte de los cuervos —torció sus labios y sonreí.

—Pues si vestirme así hace que te preocupes por mí y hables más conmigo, pues lo haré seguido —sonreí triunfal y él bufó.

—Has lo que te dé la gana —masculló y yo me eche a reír.

—Yo también te quiero, Johan —le di un beso en la mejilla y se limpió poniendo una cara de asco, así hice con mis otros tres hermanos—. Nos vemos más tarde, familia —les di una sonrisa y comencé a salir.

—Cero alcohol, Yarida —canturreo mi padre y yo pare en seco.

—Solo iremos al cine —hice un puchero.

—Amja, y yo solo voy a dormir con tu madre —puso cara de aburrimiento y mi madre paró lo que estaba haciendo para verlo, sorprendida.

—¡Papá, no quería saber eso! —puse cara de asco y mi madre se avergonzó.