Salí detrás de él, cohibida. Él no me ha dirigido la palabra después de lo que paso anoche, aunque no ha cambiando su forma de tratarme, pero no quiero eso, quiero que me hable aunque sea para que me vaya para mi casa.
—Ismael..
—No quiero hablar de eso, no ahora, nena —se subió en la moto. Me mordí mi labio, triste y me subí, lo abracé y él arrancó.
Hace una semana que estoy mejor, de hecho hoy lunes entro de nuevo a la universidad, pero ni de que manera. Me he quedado a pasar el fin de semana en su casa, mis padres me dieron el permiso y anoche paso algo que me da vergüenza recordar.
Él parqueo en el parqueo de la universidad, me apie y me fui, tengo miedo de querer besarlo o abrazarlo y que me rechacé. Entre y como siempre llegue primero que muchos. Mis amigas llegaron después de mí y se sentaron sin decir nada, pero se que desde que acabe la materia me sacarán el jugo.
☀️☀️☀️
Aquí estoy yo siendo ignorada por mi novio de manera sutil. Lo vi sentarse, ponerse hablar con sus amigos mientras se ríe y demás. Suspiré y lleve el chupichupi de mi jugo a mi boca, al mismo tiempo que mis amigas se miran entre ellas y se preguntan cuando asaltarme con sus preguntas.
—Hablen ya..
—¿Que pasa entre ustedes? —curioseo Deborah, y me sorprendió, pensé que vendría de Miriam.
—Yo.. —miré a Ismael y lo vi mirar su teléfono con aburrimiento, después lo vi mirarme sin levantar la mirada por completo.
—¿Tu..? —Miriam llamó mi atención a ella.
—Estábamos.. —me callé en automático y arrugue mis labios—. De buenas a primeras empecé a llorar cuando ya faltaba la última parte —confesé apenada—, Él se asustó mucho, pero le dije que no era lo que pensaba entonces me preguntó porque lloraba, y le dije que no sabía —baje mi mirada—, Entonces se puso su ropa y salió de la habitación, desde entonces no me habla, supongo lo dañe —mire a mis amigas angustiada—. Pero no se porque llore, la verdad no lo se —me estruje la cara al ver pasar todo los recuerdos de anoche donde sus labios y manos recorrían mi cuerpo por completo, hasta cuando salió de la habitación hecho una furia.
—¿En que estabas pensando cuando paso? —preguntó Miriam.
—En nada, de buenas a primeras ya no quería hacerlo con él, pero no quería pararlo —confesé.
—¿No te sientes comoda con él? —esta fue Deborah.
—De comodidad me paso —solté una risita amarga—, Solo que volví a sentir ese remordimiento de que estaba haciendo las cosas mal con él, o eso creo..
—Creo que debes terminar con él, tienes mucho estrés constantemente al estar pensando disparates y lo botas llorando, eso es lo que pasa —opinó Deborah y sonreí con amargura.
—Realmente esperaba eso de parte de Miriam —baje la mirada.
—Solo digo lo que creo, Yada.
—No lo dejaré —replique. Ellas me miraron con tristeza.
—Es tu decisión, no te estamos obligando —contra atacó Miriam.
—Ya no quiero hablar de eso —me pare, tome mi jugo y me dirigí hasta donde él.
Él se está tomando un batido mientras ve algo en su teléfono de manera distraída. Suspiré y me senté en sus piernas haciendo que levante la mirada de golpe.
—Yari..
—Tenemos que hablar —pase por alto que intento llamarme por mi nombre—. Ahora.
—Así no puedo hablar contigo, negra —me miró con inquietud y después a sus amigos—, Menos aquí.
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DESDE LA LEJANÍA. (Completa).
Teen Fiction¿Brechadora? No. ¿Chismosa? No. ¿Metiche? Bueno.. no. No lo soy. ¿Acosadora? ¡JAMÁS! Solo soy una chica... ¿Observadora? Si, eso, observadora.