30) Parchís.

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—¿Trabajas, donde? —mi pregunta lo hizo parpadear

——Si, he conseguido uno —trago en seco.

—¿Dond..?

Me interrumpió con un beso tomándome por sorpresa, y su actitud de ocultarme donde trabaja no me gusta mucho.

—¿Acaso importa? —volvió a succionar mis labios un rato más —. Solo quiero saber.. ¿Por qué mi novia no fue a la universidad hoy, por qué me tenía preocupado? ¿Como paso su día y que quiere hacer? —susurró arriba de mis labios, con ternura—. Solo eso quiero, mi trabajo no tiene importancia aquí, negra —me dio un piquito y después una sonrisa tierna.

—Subamos.

Saque todas las paranoias que tengo en la cabeza, de porque él trabaja cuando su padre le da todo lo que necesita y eso y subimos a mi habitación.

Y no, no digo que no pueda trabajar, pero él no consume todo lo que su padre le da como para trabajar, porque si lo hace es porque necesita dinero o algo así, ¿No?, Aunque no negaré que me alegra que quiera trabajar por si mismo.

Al entra a mi habitación todas las miradas fueron hasta nosotros.

—¡Ismael! —Cleo y Perla vinieron hasta él para saludarlo, menos Jerez, este pues, no se lleva bien con él.

—¡Cuñaditas! —le desordenó el cabello a ambas—. ¿Que juegan?

—Parchís, ¿Quieres jugar? —no lo dejaron responder y lo arrastraron hasta el suelo.

—Claro que si —les sonrió—. Campeón —le desordenó el cabello a Jerez, ganándose una mirada matadora y un manoplazo por igual de parte de Jerez y en vez de darme asombro o cualquier otra cosa, me dio ternura.

Jerez y él no se llevan, según Jerez porque él me quiere secuestrar y alejar de ellos, además no le cae bien que le de cariño delante de ellos, así que lo entiendo, esta celoso de que lo deje por Ismael, generando gracia y ternura en mí.

Y como Ismael sabe que no quiere saber de él lo hace de maldad, le habla, y trata de ganárselo, pero Jerez es muy difícil de convencer, al menos que sea yo.

Y no, no cambiaré a mi hermano favorito, aunque horita dije que si, no es cierto, Jerez siempre ha tenido esa conexión conmigo y lo quiero mucho la verdad, a los demás igual, no lo dudo, pero él ha sido muy pegado a mi desde que llegó y por eso es mi botoncito adorable.

—Jugamos —me senté con ellos y puse todas las fichas en inicio. Como sospeche, estaban jugando sin mi, tramposos.

—Soy azul —dijo Ismael.

—Yo seré amarilla —canturree—, Cleo roja y Perla verde —le hice seña a Jerez y vino hasta mí. Lo cargue y le mordí su regordeta mejilla, juguetonamente—. Nunca te cambiaré, mi hermanito favorito —le di una sonrisa de complicidad y él se tapó su boquita sonriendo.

—Te quiero, manita —se acomodó en mis piernas y se quedo ahí.

—Yo también, enano—besé su cabecita—. ¡A jugar! —tome un dado y lo tire, salió tres.

—¿Por que tiraste de primero? —Cleo me miro incrédula e iba a responder, pero la puerta de mi habitación fue abierta.

—Perla, Cleo y Jerez, a mi habitación —Johan se recalcó en el umbral de la puerta, con su mirada cansina.

—¡Pero..!

—Ordenes son ordenes —endureció su rostro y yo lo mire, curiosa.

—¿Por que te los llevas? —interrogue.

—Madre me ha dicho que ha venido tu noviecito, que venga por los niños y los deje solos —habló con voz apagada, como si le molesta hablar.

—¿Como..?

—No lo se, ¿Ok? Supongo padre lo vio, no lo se, solo se que se dio cuenta de que vino —cerró la puerta de mi habitación cuando los niños salieron sin dejarme responde. Mire a mi novio, incrédula.

—Debiste de saludar —acuse y volvimos al juego.

—Cuando me vaya lo hago —acordó al momento de dar dos pasos, le han salido dos.

Así pasamos un rato jugando, y en las dos rondas las ganó él y eso que bajamos a la salida, subimos al sesenta y tres, y al cuareta sin contar cuantas veces bajamos gracias a los ganchos, como también tuvimos muchos turnos sin jugar y aún así, me ganó.

—Que calor —me desplome en el piso de mi habitación—, ¿Que tal si vamos a la piscina? —me paré y lo vi recoger el juego.

—No traje ropa para mojarme —explicó lo obvio—, Y no creo que a tu madre le haga gracia verme en bóxer.

—Johan tiene ropa que te sirven, es más musculoso que tú —le di una sonrisa divertida—. Puedes pedirle una bermuda, te dira que te vaya al carajo, pero te lanzará una a la cara, si, es todo un amor —me paré por completo del piso y tomé el juego que me extendió y lo fui a guardar.

—¿En serio lo hara? —curioseo, divertido.

—Averiguarlo por ti mismo —fui a mi clóset y él salió de la habitación.

Saque un bikini de dos piezas, color blanco y el short que me envió su madre y me cambie de ropa, cuando salí él venía entrando y por su cara Johan hizo lo mismo que predije, lo deje adentro y baje a la cocina.

La casa esta silenciada, supongo mis padres están ocupados con lo de la sorpresa y los demás viendo o jugando videos juegos con Johan. Saque una de las jarras de jugo que hay en la nevera, dos vasos y lo puse en una bandeja y salí para el patio.

Puse mi teléfono, que lo tenía en los bolsillos, en la mesa al conjunto del jugo, me serví un vaso y me sente en unas de las sillas a tomarme mi juguito, mas no pude beberlo..

Ismael dio un salto desde atras de mí cayendo en la piscina y mojandome toda con to'o y jugo. El jugo se quedo a mitad de camino hacia mi boca, lo mire con aburrimiento y puse el vaso en la mesa, gracias a Jesús la jarra esta tapada y mi teléfono no se mojó gran cosa.

Lo sacudí y lo dejé de nuevo ahí.

—Te espero —se sacudió la cabeza llenas de rizos y me dio una sonrisa.

—Ahora no quiero, me dañaste mi jugo —me crucé de brazos y él bufó.

—Hay más jugo ahí, no seas así —nadó hasta la orilla y tomó mi tobillo. Yo alcé mi ceja y trate de sacar mi tobillo de su mano.

—No te atrevas —le advertí.

—No lo haré, tampoco quiero que se te rompa un huesito —se burló y le tire el jugo en la cara, el que él mismo daño.

—Ya verás hijo de tu mamacita —me pare y el nadó lejos de mí, pero no le di mente y me puse a quitarme el shorts bajo su atenta mirada.

—A veces se me olvida que tengo una modelo como novia —se mordió su labio inferior y mi enojo se esfumó.

—Si, deberías estar orgulloso —eché mi cabello hacia atras como una diva y él se echo a reír.

Me senté en la orilla y de un saltito entre al agua, está fría y obviamente me hundí porque el nivel del agua por donde entre es más hondo, por lo que tuve que nadar para subir y al hacerlo ya tenía unos brazos alrededor de mi cintura.

DESDE LA LEJANÍA. (Completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora