DESDE LA LEJANÍA. (Completa).

10) ¿Culpa?

Otro día más de clase y hoy hace más o menos dos semanas que pasó lo de la fiesta y no he visto a Michael, al principio lo sentí bien porque así no lo vería a la cara después de lo que pasó, pero.. ya se ha vuelto muy extraño no verlo, de hecho su hermana está más apagada y ojerosa, y es que siempre han sido muy unidos y sufren lo que otro sufre y eso me está preocupando.

Tampoco Joseph se me ha acercado, de hecho parece que volví a ser una extraña para su vida y para mí está bien porque así puedo volver a mi rutina diaria, pero.. se siente raro, después de aquel encuentro es muy extraño.

Suspiré resignada, son solos paranoias mias. Entre al campus y fui directo a mi primera clase del día, me senté y espere a la profe y a los demás alumnos. Minutos después mis amigas llegaron, se sentaron y comenzaron a hablar acerca del nuevo look de Mariam, porque quiere salir de su zona de confort.

—¿Y tú qué opinas, Yarida? —Dea me miró con sus profundos ojos mieles, así que me vi en la obligación de contestar.

—Creo que el rosa le quedará bien —sonreí.

—¿Tu crees? —Mariam me dio una sonrisa feliz, pero falsa.

—Si, te quedará genial —la mire a los ojos, buscando algo en ella, pero ella corto el contacto visual.

—Po' ese será —alzó su mano restándole importancia.

—Ok —murmuré desconfiando de que a ella le pasa algo.

No dije nada más y puse atención a clases, mas tarde le pregunto que le pasa.

La maestra dejo la clase a mitad para hablarnos de su vida privada y ¿La verdad? No me importa en lo absoluto, pero es mejor eso a que nos de una clase que aún no tenemos por haraganes.

Suspiré y me desplome en la mesa de mi silla mientras dibujo garabatos en mi cuaderno y perdí la noción del tiempo hasta que hubo cambio de hora y todos salieron a millón.

—¿Te quedas? —preguntó Deborah.

—No, las alcanzo ahora.

Ella salieron hablando y yo salí con dirección a los baños mientras silbo una canción inventada.

Cuando estuve adentro de los baños me lave la cara y suspire, ¿Por qué lo estoy haciendo tantas veces?

¿Será porque sientes culpa?

Torci mis labios, puede que si, puede que me sienta culpable porque creo que lo de Miriam es por mi culpa.

Salí y fui directo a la segunda clase, me sente lejos de ellas, porque cuando entre mi asiento lo habían ocupado, asi que me sente detras de ellas.

Las observe desde aquí atras y vi que ella solo sonríe para que no sospechemos nada, pero lo hace fatal.

Las clases transcurrieron bien hasta que las horas libres, que nos tocan después de cada clase, la cogimos para ir a la cafetería.

Nos sentamos en una mesa con nuestros respectivos almuerzos y me arme de valor para hablar.

—¿Que tal la ensalada con atún, Miriam? —mire su ensalada y ella subió la mirada a mí, confundida.

—Bien, esta buena —procedió a comer y yo arrugue mis cejas.

—Odias el atún —alce una ceja, enfatizando eso último.

—¿En serio? —solto una risita nerviosa.

—En serio —suspire—, ¿Que pasa? —Dea ve todo, confundida, mientras Miriam traga seco.

—¿Que sucede? —indagó Dea.

—Amja, ¿Que sucede, Miriam? —segunde a Deborah.

—No sucede nada —se excusó.

—Y una papaya —puse mis labios en una línea recta—, Habla si no quieres que te haga hacerlo.

—¡Michael se fue! —exclamó y sus ojos se llenaron de lágrimas y nosotras las miramos en shock. No, no, no—. ¿Contentas? —no nos dejo contestar y se fue.

—¡Miriam, espera! —me pare y la seguí, pero me impidió acercarme.

—Quiero estar sola, no quiero hablar de eso ahora..

Se fue y respete su decisión, pero ahora me siento la persona más horrible del mundo porque para ella él es su mano ayuda y yo se lo arrebate con una mala decisión mía.

Deborah me dio una palmadita en el hombro y yo baje la mirada triste y con unas ganas de llorar terribles.

—No te sientas mal, ella solo quiere estar sola —la mire y ella me dio una sonrisa tierna.

—No me siento mal, me siento horrible —le di una sonrisa triste y salí de ahí.

Salí caminando y en el camino no pude contener mas las lágrimas y cuando llegue a mi lugar de siempre me puse a llorar sin remedio porque por mí puede que pierda una amiga, aunque ya perdí uno, uno que siempre estuvo ahí, enamorado, pero siempre lo estuvo, y aunque siempre lo aleje de mí por eso ahora que no está molestando; duele.

Las horas pasaron, más no entre a clases, sino que espere a que todos salgan para ir por mis cosas y regresar a mi casa.

No tome el bus, porque hoy si es verdad que quiero caminar, y asi lo hice, llegue caminando a mi casa, toque el botón indicado mi llegada y este fue abierto segundos después, por lo que subí rápidamente a mi habitación.

No salude a nadie y es que no tengo ánimo, todo lo dañe y ahora me pasa factura. Me quite mi ropa, me bañe, me puse algo cómodo y me tire en la cama a escuchar música sin una pizca de apetito.

🌕🌕🌕

Aquí me encuentro, frente a la piscina con mis tres terremotos mientras una me peina y otra me maquilla con un segundero llamado Jerez, pero la verdad no les estoy dando mis energías a ellos por estar pensando.

Y de verdad hubiese preferido seguir durmiendo para no hacerlo, pero madre tenía que levantarme y obligarme a comer y atender a mis niños, por lo que no tuve muchas opciones, en fin..

Estoy pensando en hablar con ella, pero quiero darle su tiempo, pero no puedo porque se que se está destruye y quiero que lo saque de su ser y sea la misma Miriam de siempre.

—¿Nita? —Jerez me está mirando fijamente, curioso.

—Oigan, chicos —me quite los gancho de lavar de mis dedos, los cuales estaban haciendo de uñas y sentí el alivio, casi no los sentía, los dedos—, Hablamos mas tarde.

Besé sus cabezas, cogí mi teléfono y salí rumbo a la casa, mandando a Johan a chequearlos, el cual fue sin refutar, fabuloso. Entre en mi habitación, me puse algo, me quite toda la pintura, bolitas de peinar, ganchos y me deje mi pelo todo enredado y comencé a bajar con mi teléfono en mano.

Pero no avance mucho cuando recibí una llamada, la cual causo que mi teléfono se me vaya de las manos al ver el nombre y se rompa.

—¡No, no, no! —baje con los nervios a flor de piel y lo recogí antes de que mi padre, que viene saliendo de su despacho, lo vea.