Él se desordenó su cabello mientras busca algo en su biblia y una vez lo consigo me invitó hacerlo también. Yo la saque de su funda y la abrí a la mitad.
—Busca Génesis su capítulo uno —indicó y yo lo mire. ¿Donde se supone que esta ese libro?—. La biblia tiene varios libros —me hizo saber—, Y el Génesis es el primero. Ven —tomó mi biblia, buscó el libro y me la pasó.
—Gracias —le di una sonrisa apenada—. ¿Como se supone que buscare los libros tan rápido como tú?
—Eso es solo practica —soltó una risita dulce—, Pero tiene un indice al inicio, puedes guiarte de ahí sí no encuentra un libro —paso algunas páginas y me lo enseñó—. Es ese, después que te lo aprendes puedes buscar los libros de forma rápida —me explicó, pero la verdad solo me quede a mirarlo, me encanta verlo hablar de lo que le gusta—. ¿Entendiste?
—Claro —asentí.
—Ok. Yo solo te dare una breve introducción, ya después cuando aceptes a Cristo el maestro de la doctrina se encargará de enseñarte más a fondo el evangelio, ¿de acuerdo?
—De acuerdo —asentí otra vez, como si estoy en alguna especie de clase.
—Bien.
Él se quedo en silencio y yo me permití verlo y no voy a negar que abarcó mis pensamientos sacando a Ismael de ellos y me sentí una pésima persona porque así es siempre, cada que estoy con Joseph solo está él ahí, en mi mente y cuando estoy con Ismael pasa igualmente, esta en cada momentos en mi cabeza y se supone no debería ser.
Por algo agradezco que nos juntemos aquí y hablemos aquí porque siento que si Ismael esta cerca se dará cuenta de que me gusta otra persona y no quiero eso, estoy tratando de sacar a Joseph para poder dar mi mejor esfuerzo en mi relación; sin embargo, por más que lo intento no puedo, es como si el está pegado en mi mente como un tatuaje permanente.
De solo pensarlo me siento horrible..
Quizás debo alejarme de todo y así ver como olvidarlos a ambos, pero no puedo, le di mi palabra a Ismael de que le daría ésta oportunidad, así que es él quién tiene que decir si esta funcionando o no. Si él es feliz con solo tenerme a su lado no puedo hacer nada, solo quedarme a su lado aunque no lo ame igual.
—¿Todo bien? —su pregunta me hizo arrugar mi entrecejo—. Has estado suspirando de manera melancólica —aclaró y yo me aclare la garganta.
—No es nada. ¿Que decías? —cambien el tema y él no muy convencido volvió su mirada a su biblia.
—¿Alguna vez has escuchado quién creo todo esto y como provino el pecado al mundo?
—Donde cre.. —me calle de golpe y lo mire nerviosa.
—Descuida, puedes hablar y todo lo que se diga aquí, aquí se queda —me tranquilizó.
—Bueno.. —baje la cabeza—. Donde pase parte de mi vida eran religiosos o lo son.. no lo se.. —lo mire de reojo y él me mira con mucha atención—. Llegué a escuchar que un Dios fue quién creo todo, pero que al hombre desobedecer todo cambio —hice un poco de silencio—. Ya no tenemos acceso directo a él por eso.. —termine de hablar y él se quedo ausente.
—¿Entonces donde queda que tenemos ascenso directo a él por su hijo.. cuando lo entregó por amor a nosotros? —preguntó sin malicia o ganas de ofenderme. Me quede en el aire.
—¿Perdón? —curiosee y él parpadeo—. Yo nunca he sido religiosa, de hecho no recuerdo ir a la iglesia antes.. ni en el orfanato ni fuera de el, hasta que te conocí —me avergonce.
—¿Orfanato? —fue lo único que preguntó. Me quede en silencio—, ¿Por que estuviste en uno? —curioseo y yo lo mire nerviosa.
—Eso no viene al caso —desvíe la mirada y él se aclaró la garganta, avergonzado.
—Lo siento, no fue mi intención incomdarte.
—Descuida —le reste importancia.
—Bueno, leamos, pero antes oremos —nos pusimos en comunión—. Señor Padre, te damos gracias por todo lo que has permitido en nuestas vidas y ahora venimos a ti para presentarte este mini estudio, espero que podamos entender tu palabra y que sean de mucha bendición para nuestros entendimientos, en el nombre de Jesús. Amén.
—Amén.
Leímos el capítulo uno donde habla de la creación del mundo hasta el tres, donde habla de la desobediencia del hombre.
Él me dijo que por esa desobediencia estábamos destinados a la muerte y estábamos destituidos de la gracia de Dios.
También leímos algunos capítulos de Mateo, donde habla del nacimiento de Jesús y su ministerio y el versículo dieciséis de Juan tres para explicarme que Dios por amor entregó a morir a su único hijo, por nosotros, por nuestros pecados.
Que él vino a darnos vida en abundancia la cual es la salvación, que por eso hay que escapar de la muerte entera y venir a la vida porque el quiere salvarnos.
Entonces entendí porque le dice Salvador, y le pregunte que qué requisitos hay que tener para obtener la salvación y me dijo que creer que él es hijo de Dios con el corazón y confesarlo delante de los hombres con la boca y hacer su voluntad hasta su venida.
Después de eso me dijo que lo entenderé mucho más adelante, que no me preocupe si aún no lo entiendo y quise que nos quedemos hablando más, pero hay que ir a clases. Nos despedimos y su libreta cayó al suelo, pero cuando me iba a bajar para pasarsela fue más rápido que yo y la agarró para guardarla, como si es un tesoro lo que tiene ahí, algo que activo mi curiosidad.
Él comenzó a caminar, pero lo tome de la mano y ambos dimos un paso hacia atrás cuando nuestras pieles hicieron contacto, poniendome nerviosa y haciendo que él me mire con inquietud.
—Este.. Joseph —torcí levemente mis labios, con el corazón al mil, por lo que estoy apunto de decir.
—¿Si?
—Si yo ya quiero entrar al evangelio, pero tengo novio impío… este.. —mi boca se seco y él se relajo visiblemente al ver que no tiene nada que ver con su libreta y me hizo seña de que continúe—. ¿Debo de dejarlo? —mi voz salió aguda y él se lo pensó—. Digo, mencionaste que tengo que dejar mi viejo hombre atras y él es parte de eso.. ¿no? —lo mire ansiosa y él abrió y cerró su boca, poniendome más ansiosa.
—No, no puedes dejarlo. La biblia no aprueba que entres al cristianismo con alguien y lo dejes, no si esa persona aún quiere estar contigo —esa frase atravesó mi corazón y dejo de latir. La poca esperanza que tenía de poder dejar a Ismael sin sentirme mal se fue por el drenaje—. Y a cerca del viejo hombre se refiere a tu antigua vida, de las cosas que haces que no le agradan a Dios, obviamente las dejarás despacio porque nadie es perfecto. —me dio una leve sonrisa y yo me desinfle.
—Entiendo —asentí en automático y me fui de ahí.
La poca esperanza que tenía de dejarlo sin remordimiento por si algún día no soportó más esto era esa, pero si es así no creo poder soportarlo.. él no me quiere dejar ir y yo la verdad no quiero que me deje, porque de mi depende su felicidad y no puedo ser tan egoísta.
¿Quién me entiende? Quiero dejarlo, pero a la vez no.. me siento atada a él..
Cerre los ojos, angustiada y entre al aula, con mil problemas en la cabeza. Me senté en mi asiento de siempre y mis amigas nos tardaron en llegar y al verme se miraron entre ellas.
—¿Estas bien? —Deborah como siempre de preocupada.
—Excelente —mi voz se daño a mitad de camino y ella arrugo su entrecejo, pero no dijo nada y se sentó al igual que Miriam, que me examina con curiosidad.
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DESDE LA LEJANÍA. (Completa).
Fiksi Remaja¿Brechadora? No. ¿Chismosa? No. ¿Metiche? Bueno.. no. No lo soy. ¿Acosadora? ¡JAMÁS! Solo soy una chica... ¿Observadora? Si, eso, observadora.