13) Reconciliación y curiosidad.

3 0 0
                                    

No voy a negar que saber que ella no es su novia me dio una felicidad única, tan así que en la última clase me la pase dibujando corazones y sonriendo mientras todo el mundo presta atención.

Ahora voy dando saltitos hasta la salida, ya que mis dos amigas se fueron alante, bueno, ni tanto porque me he chocado con Miriam.

—Lo siento —la agarré para que no se caiga.

—Gracias —suspiró.

—¿Y Dea? —hundí mi entrecejo por su falta de presencia.

—Olvidó algo en el aula e iba por ello —me señaló—, Y paso esto.

—Miriam.. —dude un momento y ella hizo un movimiento de irse, pero lo impedí.

—Ok —se cruzó de brazos, sin prisa.

—¿Cuanto tiempo más tengo que soportar tu mala actitud? —mi pregunta no la ofendió, supongo ya lo venía venir—, Me hace falta mi amiga, ¿Sabes? Y ya se que lo dañe, pero ya me disculpe, o eso traté de hacer, ¿No? Creo que eso debería de bastar —me frote los dedos y ella murmuró algo muy bajo.

—Bien, pero no te dire donde esta ni nada —se adelantó a decir y yo asentí euforicamente.

—Cuenta con ello..

—Excelente. Por ahora estaba planeando ir de compras mañana y aprovechar e ir al cine, obviamente te lo iba a mandar a decir con Deborah, pero ya que hicimos las pases, pues te lo digo yo mism.. —no la deje terminar y la abracé.

—Gracias Miriam, gracias..

—No hay de que.. —me dio par de palmaditas, como si le incómoda el contacto físico.

—Bien. Entonces paso por ustedes mañana temprano. ¡Fabuloso!, nos vemos mañana, Miriam —salí corriendo y ella solo me miró, como si soy una loca.

No tome el bus porque ya ha partido por mi tardanza, por lo que seguí caminando mientras canto feliz de la vida porque volví hablar con mi amix. Pensaba que la perdería.

Llegué a casa y prepare mis pulmones al entrar a la casa, al mismo tiempo que abro la puerta en par en par.

—¡YA LLEGUE, FAMILIA! —no espere respuesta y subí a millón para mi habitación.

—¿Quién se murió? —lo que me asustó no fue que mi puerta fuese abierta de manera brusca, sino la cara de curiosidad de Johan.

—Ahm.. creo que.. ¿El vecino? —señale la dirección de la casa de al lado, como si es obvio. Ha muerto hace unos días.

—Ah. Ya se murió ese viejo —se cruzó de brazos, con la mirada perdida en pena.

—Si, de hecho fue antes de ayer, para ser exacta.. —lo mire como si en verdad no lo sabía.

—Oh, que pena.. era un buen vecino —eso me dejo payasiada porque él no conoce a nadie del vecindario, mucho menos ha hablado con ellos.

—¿Estas bien, Johan? —curiosee.

—Oh si, perfecto —con eso salió de mi habitación, ok.

Me quedé ahí, como una payasa hasta que reaccione y fui por una ducha antes de bajar a comer algo. Asi lo hice, me puse algo cómodo cuando me bañe y baje hasta la cocina donde me encontré con Lupe, la ama de llaves que va de salida.

—Hola, Lupe —le di una sonrisa que ella me correspondió.

—Hola, Yada —señaló la mesa—, Solo tengo que calentarlo para ti, si gustas.

—Oh, yo lo hago, tranquila. Ve hacer lo que tienes que hacer —tome el plato en mis manos.

—Gracias, pequeña —me dio un besito en la mejilla y salió de la cocina.

—¡Me traes al pequeño Ethan un dia! —le vocee y la escuche reirse.

—¡Si su madre me lo deja, claro que si! —me correspondió la voceadera.

Ethan es su nieto, y es un niño muy hermoso e inteligente, y solo lo he visto como tres veces, en fin. Lleve mi comida al microondas, la puse a calentar mientras murmuró una canción y veo pasar el tiempo determinado que le he puesto al microondas, para la calentación de mi comida.

Cuando ya estuvo, la saqué con cuidado y la puse en la mesa y procedí a comer en total silencio, y si, los niños estan durmiendo, lo hacen de tarde, ojo, cuando sueñan y hoy es ese día. Johan esta en su cueva y mis padres están de aquí para allá, como siempre.

Termine de comer y subí a mi habitación y vi mi teléfono con varios mensajes de Dea, feliz de la vida por mi reconciliación con Miriam y eso me hizo reír porque solo a ella se le ocurre mandar un litín con muchos emojis de felicidad, llanto, corazones y to la cosa.

Si, es un poco loquita, pero tierna.

Le conteste que gracias y le saque el tema del chico del bar, no he tenido tiempo de hablar con ella con relación a ello. Ella me dijo que mejor me llamará para explicarme su situación actual y eso me hizo hundir mi entrecejo, raro.

—Hola —contesté la llamada.

Yada, él y yo estamos saliendo —soltó sin anestesia y yo quede otra vez como una payasa—, Perdón por no decírtelo antes, pero no creía que fuera el momento, por lo que ya sabes.. Miriam y tú..

—Entiendo.. —susurré aun en trance—. No hay problema, te entiendo. Eso esta super bien Dea —la felicité aún shockeada—, Era lo que querías hace mucho.

Bueno si, pero no te noto muy feliz por mí —bajó su voz, oh no.

—¡¿Como que no?! —exclamé—, ¡Estoy re-feliz de que este con él! Era lo que quería de hace mucho. Solo me asusta que te haga daño, Dea —confesé y hubo silencio—, Sabes que es un chico que sabe más de calle que tú, pero no por eso me opondre a tu relación, se que prodras sobrellevarlo.

Gracias por preocuparte por mí, Yada, te lo agradezco mucho, pero él ha sido un encanto, tan asi que le agrada a mis padres —enfatizó la última palabra, ya que es difícil caerle bien a esos señores y yo asentí.

—Me alegra escuchar eso, realmente espero que te valore y cuide. Solo falta Mia por dejarse enamorar de alguien sincero —suspiramos ambas.

Si, oremos por ella —sugirió.

—¿Oremos, qué es? —hundí mi entrecejo, confusa.

¿Te gusta un chico religioso y no sabes que es orar? —esa pregunta me dejo descolocada.

—Bueno..

Bye, hablamos mañana cuando vengas por mí —colgó y yo me quede en silencio.

Solo conozco la rezadera de la religión de mi madre, nada más, pero, ¿Orar? Nunca había escuchado esa palabra. Bueno, es tiempo de entrar al viejo confiable, el Google.

Entre y comencé a buscar, a leer y después de leer todo eso quede con una curiosidad existencial, ¿Él ora para arrepentimiento, agradecer y alabar a su Dios?

Bueno, solo tengo una forma de averiguarlo y es preguntándole por su religión y eso, pero no se, de buenas a primeras tengo mucha curiosidad por su religión.

Yo solo he escuchado a mi madre repetir una y otra vez la misma oración, o a veces la cambia, pero nunca me ha llamado la atención, creo que nunca le han respondido sus peticiones; sin embargo, ella aún así los adora con mucha fe, en fin.. debo de saciar mis dudas, oh si.

DESDE LA LEJANÍA. (Completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora