—¿Que tal este? —Deborah me está enseñando un vestido celeste corto, así que negué; muy decente de arriba, pero muy corto.
—¿Y este? —Miriam puso a mi vista un verde palido, por las rodillas y muy bonito, entonces me acorde de sus brackets, ya que se lo ha cambiado para ese color.
—Déjame medirmelo —lo tomé, me fui al vestidor y me lo medí.
Realmente me encanta, es de eso que se ajustan a tu cuerpo en la parte de arriba con mangas anchas, pero que se ajustan desde el codo hasta la muñeca con cinco botones en cada brazo y según la etiqueta las mangas son tipo gigot; el cuello es alto y la falda ancha hasta las rodillas y posee un cinturón con nebilla; muy hermoso, así que salí.
—¿Que tal? —me di media vuelta y ellas aplaudieron.
—Sin duda ese es —Miriam alzó su pulgar.
—Te pareces a la princesa Tiana —me sonrió Deborah. Sonreí—, Pero a una Tiana más de este siglo.
—Gracias chicas —volví a entrar para quitármelo y ponerme mi ropa.
Después de ahí fuimos por mis zapatillas para el vestido y de paso a comprar algunas cosas para peinarme.
Y así fue, fuimos a comer algo y de ahí a comprar lo que vamos a comprar para ir a la casa, ya que ellas me ayudarán, y aunque no es necesario, ellas lo que quieren es ver a mi novio, ver como va a ir vestido y de paso felicitarlo.
🌕🌕🌕
—Muévete, él ya está aquí —que Deborah suba y diga eso no me ayudó mucho que digamos.
—¡Pónganme el vestido, corran! —ellas lo sacaron y me lo pusieron, por lo que salí corriendo buscando mis zapatillas—. El me matará, ¡Dios! —me senté a ponerme las zapatillas.
—Oye, cálmate —se echo a reír Miriam.
—¡Es que él va tarde por mi! —la mire angustiada y en eso la puerta fue tocada y las tres la miramos con el entrecejo arrugado—. ¿Quién? —pregunté, pero nadie respondió, por lo que resople y me pare para ir con una zapatilla puesta y otra no—. Si eres tu Johan créeme que.. —me quede de piedra al verlo sonriéndome—. Hola —mi voz salió defectuosa.
—¿Necesitas ayuda? —miró mi zapatilla faltante y yo parpadee para asentir.
—Claro —se la extendí y me quite la otra para caminar hasta la cama—. Perdón —le susurré mientras él se arrodilla para ponerme las zapatillas taco finos.
—Tranquila, no seré el primero, además las fotos van primero que la ceremonia—me sonrió desde ahí abajo y pude ver sus brackets igual que mi vestido.
—¿Te gusta? —le pregunté medio apenada, al mismo tiempo que mis amigas ven todo con sonrisas pícaras.
—Estas hermosa, si duda alguna —me examinó una vez terminó y estuvo en pie.
—Tu estas bastante guapo también —sonreí nerviosamente al verlo entrajeado.
Lo examine otra vez y su traje es del mismo color que mi vestido y sus brackets y se le ajusta a su cuerpo, pero no es tan exagerado y eso lo hace ver sexy y casual, ya que tiene unos tenis blancos y una camisa blanca con sus cabellos levemente rizados.
Más yo llevo el vestido que compre, una zapatillas altas tacos finos, color blancas y con perlitas en el cruce delantero y un moño alto rodeado de flores blancas y dos rizos delanteros, una belleza.
Y si, somos el típico chocolate con leche.
Sonreí de solo pensar en eso, pero un garrapeo me hizo mirar a mis amigas, las cuales me hacen seña de qué lo bese, por lo que las mire mal y él, como curioso que es, miró hacía atras haciendo que se queden estaticas.
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DESDE LA LEJANÍA. (Completa).
Teen Fiction¿Brechadora? No. ¿Chismosa? No. ¿Metiche? Bueno.. no. No lo soy. ¿Acosadora? ¡JAMÁS! Solo soy una chica... ¿Observadora? Si, eso, observadora.