Sabrina se veía demasiado entusiasta, lo cual no me pareció normal. Estaba más que claro que escondía algo. Pero yo no diría nada, ¿para que objetar? Tenía que confiar en ella.
—Falta muy poco. ¿Ves ese escenario? —preguntó Sabrina, enseñándome un escenario donde reposaba una guitarra, al lado de un piso de color rojo.
—Sí. ¿Qué tiene de especial? Es un escenario pequeño, pero lindo.
—Ahí viene ella. Sólo sonríe.
Sonreí permaneciendo aún sentada. Me mantuve serena y miré la barra. Estábamos en la tienda de Donas, donde también vendían cafés y batidos. Una chica de cabello negro y piel tan blanca como la mía se acercó a nosotras y nos dedicó su hermosa sonrisa, sin pensarlo dos veces se sentó al lado de Sabrina.
—Llegas cinco minutos antes.
—No quería perderme su presentación, sabes que su voz es gloriosa.
—Lo sé. Y aquí traje a otra admiradora —Sabrina me señaló —Te presentó a Laura, es nueva en mi colegio.
—¡Guau! —la chica de cabello negro se levantó para poder mirarme fijamente —Veo que eres la heroína. Así que los rumores son ciertos, realmente fuiste becada.
—Sí. Fui becada al instituto de los Demonios y hoy fue mi primer día en el infierno.
—Interesante... ¿realmente es tan malo como dicen todos?
—Sabes que es malo —intervino Sabrina —Pero tenemos que estudiar porque los que no estudian no tienen buen futuro. Y si no tienes un buen futuro terminas como feriante o en locales raros o debajo de un puente o...
—¡Respira, niña!
Sabrina empezó a hacer ejercicios de respiración, y después sonrió. Mientras yo me reía.
—Llegó la presentadora. Mira Laura, esto hará que tú día empiece a mejorar.
Vi el escenario donde subió una presentadora, de cabellos rojos, era hermosa. Dijo unas cuantas palabras y finalizó su discurso con un: "¡Qué disfruten el show de Riker!".
¿Riker?
¿Cuántos Riker pueden existir en el mundo?
No... no creo que pueda ser tanta coincidencia.
Volteé para ver a Sabrina, que mientras sonreía asentía, como respondiendo una pregunta que no hice en voz alta, pero que me moría por preguntar.
Vi el escenario y efectivamente Riker había subido. Se formó un silencio sepulcral, todos en el mall estaban atentos a él, mirando cada uno de sus movimientos.
—Gracias a todos por venir. Estoy trabajando en una nueva canción, pero aún no está terminada. Por ahora quiero cantar un cover que espero les guste mucho, y se sientan tan identificados con la canción como yo, en éstos momentos.
Riker empezó a cantar. Su voz era angelical, tranquila, serena, dulce. Era algo tan agradable, tan maravilloso. En un momento, nuestras miradas se cruzaron y yo empecé a sonreír. La sonrisa de Riker aumentó aún más, mientras cantaba, no dejó de mirarme en ningún momento, y parecía que en el coro, estábamos los dos solos, como si esos versos estuviesen escritos sólo para mí. —Yo no me doy por vencido, yo quiero mundo contigo—.
◆◇◆◇
—Me parece raro que hoy no hemos sabido casi nada de Riker. Siendo que todos los días estamos juntos.
—Seguramente está con su música o con los batidos. Ustedes saben como es.
—No lo sé. Yo creo que ha cambiado mucho.
—¿Por qué dices eso Ross?
—Porque ahora defiende a los demás, siendo que siempre hemos sido cuatro, cuatrillizos en las buenas y en las malas.
—Ross... —Calum me miró —Es obvio que Laura le parece irresistible. Él nunca se ha preocupado por nadie antes, debe sentirse muy atraído.
—Yo creo que... —Ross iba a responder, pero en ese momento su celular comienza a vibrar, porque había recibido un mensaje. Al verlo su rostro se transforma, la rabia lo consume.
—¿Ross?
—Calum, tú tenías razón.
—¿Qué?
—Ahora mismo están juntos.
◆◇◆◇
Antes de que Riker terminara la canción, Vanessa se fue, sin siquiera despedirse. Sólo nos dedicó una sonrisa algo decaída, no se veía bien. Riker bajo del escenario, pero fue a otro local, donde muchas chicas se acercaron a él para pedir su autógrafo.
—¿Por qué se fue?
—Se dio cuenta de que Riker te miró durante toda la canción. Vanessa ama a Riker, lo conoce bastante, es una larga historia. Es sólo que es un amor imposible.
—¿Por qué?
—Porque son de diferentes clases sociales y casi, casi no hablan. Digamos que no son amigos cercanos... para que sepas Vanessa trabaja aquí
—¿En serio?
—Es instructora de yoga. Y... no te quiero sorprender o asustar, pero aquí viene tú chico soñado.
Me di vuelta y pude ver a Riker.
—Nunca pensé verte aquí.
—Y yo nunca pensé que contarás tan bien
—Gracias por el cumplido. ¿En qué están?
—Paseando, nada más.
—Laura... ¿te gustaría bailar conmigo?
—Pero...
—No te preocupes por mí, yo puedo ir a casa.
—Pero Sabrina...
—Tranquila, debo ir a hablar con mis hermanas, tendrán que escuchar unas cuántas verdades —Sabrina me abrazó y se despidió de mí. A Riker simplemente le dio un apretón de manos y se fue corriendo.
—Creo que me tiene miedo.
—No es miedo, sólo te respeta demasiado.
—Lo sé. ¿Bailamos?
Riker me tomó de la mano, llegamos al centro de la pista y la música era movediza, por lo que bailábamos lejos, pero llenos de sonrisas.
—Bailas bien.
—Tú también, digo, para ser uno de esos diablos.
—No todos somos iguales y no son tan malos.
—No creo que sean personas confiables. Y me sorprende que seas parte de ese grupo.
—Si te soy sincero... a veces pienso lo mismo.
—¡Ah! Entonces... ¡¿Nos quieres abandonar?!
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Cuatro Ángeles.
FanfictionLaura es una adolescente con pocos recursos. Ella trabaja en el negocio familiar: una Pastelería. Su vida dará un giro radical al ser aceptada en el Colegio más prestigioso de todos. Al ser pobre, todos le harán la vida imposible. Y sin quer...