Siendo salvadas por "Ángeles".

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Laura se había separado por completo de Ross al sentir una voz enojada y pisadas de tacón corriendo con desesperación.

Entonces al esconderse pudo observar como Rydel se iba corriendo rápidamente. Detrás la seguía Riker, desde muy cerca y por otro lado, Ellington se quedaba en medio de la pista de baile completamente serio. Yo no quise perder más el tiempo y empecé a seguir a Riker, la curiosidad me mataba, solamente quería saber: ¿Qué había sucedido? La verdad es que por alguna razón, siento que lo que pasó, fue una fuerte pelea.

—...—

Me sentía tan confundido. Laura y yo nos íbamos a besar, y yo realmente quería que eso ocurriera. Pero algo había pasado, porque Ellington estaba con una cara de enojo tremenda, mientras que Vanessa se abrazaba a sí misma. Las cosas se veían realmente mal para todos. Lo curioso es que no había señales de Sabrina, Raini y menos de Calum. Eso realmente llamó mi atención, aunque también podía entender bien las cosas, porque el lugar es enorme, seguramente han de estar disfrutando de la fiesta.

—¿Qué pasó, bro? —pregunté al acercarme a Ellington. Él simplemente suspiró y me miró de mala gana.

—Pasa que seguí tú consejo y las cosas no salieron bien. —respondió Ellington negando con la cabeza, mientras mirapa hacia el techo y dejaba escapar un sonoro suspiro.

—...—

Mientras Rydel y Ellington bailaban, no podían dejar de mirarse con amor, porque los dos sentían una atracción que podía resultar realmente obvia para todos, porque sus miradas decían más que mil palabras.

De un momento a otro, Ellington se detuvo, por lo que Rydel tuvo que hacer lo mismo, sólo que de manera abrupta. Mientras poco a poco los rostros de ambos se acercaban rápidamente, con mucha dulzura. Cuando estaban listos para darse un beso, los dos sintieron un increíble dolor estomacal. Se separaron y de pronto los dos sintieron culpa, por lo qué...

—¡No le puedo hacer esto a Riker! —gritaron para luego mirarse con asombro. Ellington sintió rabia porque recordó las palabras que Ross le dijo al inicio de la fiesta. Se dio cuenta de que era un cobarde y también un pésimo amigo. Mientras que Rydel se sentía confundida, así que sin pensarlo dos veces corrió, alejándose de Ellington, a quién sabía que realmente amaba con todo su corazón, pero no quería dañar de cierto modo a su mejor amigo.

Riker bailaba con Vanessa, pero al ver a Rydel corriendo, se disculpó con Vanessa para ir cordiendo detrás de su adorada amiga. Él tenía que ayudarla, y los dos tendrían una conversación, quizás la conversación más importante de todas las que alguna vez mantuvieron.

—...—

Rydel había entrado a una habitación que era muy parecida a una biblioteca. Puesto que las paredes eran de madera, y había muchos estantes llenos de libros. Rydel se tiró en la cama, para dejar escapar un suspiro de cansancio y frustración. Ya que así era como se sentía, porque cuando amas a alguien, pero no puedes sacar tus verdaderos sentimientos a flote, simplemente sientes una desesperación que resulta ser realmente molesta.

—Rydel... —Riker entró, ella levantó la mirada con cansancio. Riker se sentó a su lado, y tomó su mano para intentar ayudarla. Pero Rydel apartó su mano enseguida, no quería darle ideas equivocadas a su mejor amigo.

—Riker, sabes que te quiero mucho. —dijo ella con ternura. Él la miraba atentamente. —Pero no puedo corresponder tú amor. Lo siento, pero debes saberlo. —Rydel decidió ser clara e ir sin rodeos, se lo diría ahora mismo, de frentón.

—Pero... —Riker se levantó de golpe, debido a esa afirmación por parte de Rydel. La miraba fijamente, con cara de dolor, nunca pensó que ella diría algo así, menos de forma tan... rápida, tan repentina.

Cuatro Ángeles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora