Cuatro Ángeles.

Primer día de clases.

Después de leer aquello sentí más asco por esos adolescentes. Todos son millonarios, todos se creen el centro del universo y seguramente ninguno de ellos tiene valores, ninguno sabe como se trata correctamente a las mujeres y por eso el otro día se reían de la tragedia ajena. Hay que ser muy hijo de... para reír de algo así. No, mejor dicho hay que ser muy malos, muy carajos, para reír de algo como ello, o para provocar que una persona quiera matarse. La vida es algo tan valioso, y personas como ellos, hacen que algunos crean que sus vidas son miserables. ¡Los odio! ¡Odio a esos cuatro idiotas!

—Auggie, con eso termina el artículo —mencioné al ver que Auggie seguía mirando fijamente la pantalla del computador. ¿Creería que había más? De hecho... en muchas otras páginas hablaban del tema, pero no iba a seguir leyendo de ellos. ¿Para qué? Ya tendría la oportunidad de verlos cada día.

—Me recuerdan a los chicos de los cuentos que he visto, Diquer *Auggie tiene cinco, no puede pronunciar bien la "R" por eso lo escribí así* es como Simba, del Rey León.

—Pequeño, ellos no tienen nada que ver con los personajes de tus cuentos. 

—¿Cómo que no?

—No, los personajes de los cuentos son buenos. Eres un niño no entenderías de lo que hablo, es mejor no preocuparse por ellos.

—Hermana, soy especial, mi mamá y mi papá siempre lo han dicho.

—Mejor vamos a casa. ¿Sí? Tenemos que arreglar muchas cosas para mañana.

—Sí. Quiero que sepas algo

—¿Qué cosa Auggie?

—Que cuando sea grande, quiero ser igual a ti —me abrazó, con cariño, pero yo lo separe de inmediato. ¿Él quería ser como yo? ¡No! Él debía ser mucho mejor, él debía tener un buen futuro.

—Auggie, tú tienes que ser mejor que yo. ¿Entiendes eso pequeñito?

—¡Pero tú eres una heroína!

—Esas son sólo historias pequeño.

—¿Historias? ¿Tú eres como de los cuentos?

—Digamos que sí. Ahora mejor vamos a casa, nuestros padres se van a preocupar por nosotros, además, mañana será un largo día.

—¿Me compras otro helado?

—Sólo por ser mi hermanito favorito

—¡Soy tú único hermano!

—Buen punto.

—...—

—¿Tienes todo listo para mañana? —preguntó Calum, mientras sonreía y tomaba sus manos, como un mafioso.

—¡Todo listo! Como siempre —Ross sonrió de oreja a oreja.

—¡Mañana será un día épico! —dijo Calum. Todos asintieron y empezaron a reír a carcajada limpia —¡Esa chica no sabe la que le espera!

—¿Les digo que descubrí de ella? —preguntó Ross, debido a ello todos los demás sintieron —Es una chica enojona, se enoja con una fácilidad que parece de película, entonces no acepta las "injusticias del mundo" —Calum rió a carcajadas, Ratliff escupió toda su bebida —Sé que es estúpido, pero debemos hacerla enfadar, porque ella no esconde sus sentimientos.

—¿Qué planes tienes? —preguntó Ratliff.

—Haremos que ocurra una injusticia, haciéndole una maldad a alguien.