Cuatro Ángeles.

Compras y Peticiones.

Liv sonreía ampliamente al ver la cara afligida de Laura, sabía que su plan había funcionado, que después de todo... había conseguido hacer sentir mal a Laura, y lo mejor de todo es que le había dicho la verdad. No había manera de terminar mejor el día que esa, haciendo sufrir a la pobretona de Laura.

Laura al llegar a casa, se acostó un rato en su cama y comenzó a llorar un poco. Después de todo, ahora comprendía el motivo por el cual Ross se comportaba de un modo tan extraño, porque de tendría que ir. Por ese motivo era que no se quería separar de ella, por eso era tan detallista. Ciertamente, eso le dolía mucho, más por el hecho de haberse enterado por medio de otra persona. Aunque había decidido no hablar del tema con él, se haría la que no sabe nada y disfrutarían del poco tiempo que les quedaba para estar juntos.

—...—

Cierto Rubio se encontraba sentado en el gran comedor de su casa junto a su madre. Después de todo, no había un momento en el que ella lo dejará tranquilo. Parecía una pulga que no se despega bajo ninguna circunstancia, era una verdadera molestia.

—Te prohíbo ir a la graduación con Laura —aquella declaración hizo que le prestará atención a las palabras de la rubia. La miró sorprendido, no se esperaba aquello —. Sé que le encontraron una casa pequeña, y sabes que si vas con ella a ése evento, soy capaz de destruir esa casucha —informó con tono serio y mirada desafiante.

Ross se cruzó de brazos, incrédulo. Él sabía bien que su madre hablaba en serio, ya la conocía lo suficiente como para saber aquello. Y lo bueno era que ella no lo conocía tan bien a él, por lo que... ya tenía un plan.

—No puedo creer que seas capaz de hacer algo así, me vuelves loco —se quejó —. Y si te digo que sí, es sólo porque no quiero que le hagas más daño a Laura —Stormie sonrió ante aquella respuesta. Finalmente su hijo comenzaba a recapacitar y también a obedecerla como era debido. Ella se retiró. Ross se quedó ahí, sonriente.

Le dije que no iría con Laura, porque no quiero más peleas. Pero de todas formas, iré con ella. De ninguna manera me perderé esa noche especial con mí amada. Ambos lo merecemos —pensaba Ross mientras tomaba una manzana y la giraba en el aire, para después tomarla y darle una mordida.

—...—

Los "Cuatro Ángeles" se dirigieron al centro comercial, ya que como buenos caballeros que eran, elegirían los vestidos para sus doncellas. Entraron a diversas tiendas, entre ellas: Falabella, París, Ripley, Mango y finalmente pensaron que los vestidos con motivo de fiesta más lindos se encontraban exclusivamente en la Tienda Zara. Así que entre todos buscaron diversos vestidos para sus chicas, no sabían las tallas de ellas, pero se basaron un poco en lo que sabían. Hacían comentarios, daban sus opiniones y ése tipo de cosas.

—Me quedó con el rojo —Ross levantaba un vestido de color rojo, con tirantes, un detalle de una flor negra en la cintura (tipo cinturón) y tenía algo de flecos por abajo, era como de bailarina, muy bonito. Y no era largo, llegaba hasta arriba de las rodillas.

—Y yo el morado, creo que a Vanessa le gustará —el vestido que Riker eligió era de color morado oscuro, éste sí tapaba las rodillas y tenía algo de manga. Tenía unos detalles cocidos, eran unas flores pequeñas que iban por la parte del final. Era refinado, como le gustaba a ella. Estaba muy seguro de su elección, puesto que conocía muy bien a su novia.

—El mío es arriesgado, pero como Rydel es modelo, sé que está acostumbrada a usar vestidos así. Tan únicos como ella —los chicos le dieron un empujón grupal, que hizo que Ellington casi se cayera, ya que no esperaba eso —. ¡Son unos envidiosos! —se quejó.

El vestido de Rydel era de color plateado y tenía brillos por todas partes, era muy llamativo y bonito, lo luciría hermoso. Era largo y tenía algo de mangas.

—Laura se verá preciosa, será el alma de la fiesta —Ross ya la imaginaba en ese precioso vestido.

—Es que aún no han visto ¡está preciosidad! —Calum mostró un vestido negro, bastante largo. Era de tirantes, y por el detalle de los pechos era un poco más abierto y con un lindo bordado. Abajo, en la parte de la falda tenía algo de brillo. Era hermoso y en ella se vería divino —. Raini será el centro de atención —Calum sonrió ampliamente.

En ese momento se formó una discusión entre todos los chicos para saber quién sería la chica más bella de la noche de graduación. Fue tanto el alboroto que hicieron, que un Guardia los iba a sacar, pero ellos explicaron que querían comprar los vestidos que llevaban. Él Guardia los miró con una expresión extraña, y ellos rápidamente explicaron que eran para sus novias. Pagaron, y luego envolvieron los vestidos. Para que todo fuera una sorpresa, harían que uno de sus empleados los entregué.

—...—

Laura había sentido un golpe en su puerta, por lo que se levantó y se encontró con una bonito regalo, era una caja con un papel rojo y una cinta de color amarillo, tomó el regalo y lo dejó en el suelo. Ya que volvieron a tocar, salió y se encontró cara a cara con Stormie Lynch, la madre de su novio, la que debería ser su... ¿la palabra es "suegra", no? Con razón dicen que son unas brujas.

—Venía a decirte que ni se te ocurra aparecer en la graduación de mí hijo —Laura la miró incrédula. ¿En serio venía sólo para poder amenazarla? Eso sí que era ser muy... obsesiva, malvada y otros adjetivos —. Ya hablé con Ross sobre el tema, pero sé que ed obstinado —la castaña rodó sus ojos.

Laura se cruzó de brazos, tocó su cabello y negó con la cabeza, está situación comenzaba a superarla.

—Debería sentirse feliz, ya que su hijo es feliz —intentó entrar en el lado sensato de la mujer.

—Sería feliz si mi hijo estuviera con alguien que lo merezca, alguien como él —eso había dolido. Sus diferencias los separaban —. Sabes que esto es algo incorrecto, niña.

Laura no sabía bien cómo debería sentirse, ya que sabía que eran muy diferentes, pero gracias al amor que ambos sentían, esas diferencias no se notaban en lo absoluto. Aunque... sí podían separarlos, como ahora.

—Señora Stormie, sé bien que después de la graduación Ross se irá a estudiar lejos... —su tono de voz sonaba abatido. Stormie la miró con sorpresa, ella se había asegurado de mantener la noticia en secreto. ¿Cómo es que esa chiquilla lo sabía? —. Le pido por favor, que por un momento piense en su hijo y en sus sentimientos. Por favor, desde lo más profundo de mí corazón le pido que nos dejé disfrutar de nuestra última noche juntos. Ya que después de esa noche, no nos volveremos a ver jamás.