Después de lo que hizo Ross, todos empezaron a separarse porque ahora estaban atacando a Liv. Ya que empezaron a decirle cosas feas, la verdad es que eso me agradaba, es bueno que a las personas malas les pasen cosas malas.
—¿Qué dices, Laura? —preguntó Ross acercándose a mí un poco más, sus ojos brillaban, su labio también, se veía ansioso.
Justo cuando iba a responder, la campana que anuncia el ingreso a clases sonó. Ross sonrió de modo pícaro.
—En el recreo nos veremos y me dirás tú respuesta —respondió entre risas. Creo que le daba risa dejarme con las palabras en la boca.
—Pero...
—¡Pero nada! —respondió en un cantito —, La responsabilidad es importante —gritó ya estando más lejos de mí.
Yo rodé los ojos y reí levemente mientras comenzaba a subir las escaleras para llegar a mi salón. Dios, Ross es todo un personaje, siempre sabe cómo jugar con las emociones, creo que por eso lo admiró tanto.
Y al llegar a mi salón, me senté atrás. La profesora de Matemáticas aún no llegaba, por lo que me sentía perdida en mis pensamientos. Ya que... Las personas sí pueden cambiar. Ross al principio era bastante odioso, al grado de ser irritable y ahora es tan amoroso, tan romántico. Creo que el "amor verdadero" puede conseguir que las personas sean una mejor versión de sí mismas, lo cual es muy bueno.
La profesora ingresó al salón rápidamente, para dar inicio a dos horas seguidas de Matemáticas...
—...—
Ahora estaba en la cafetería. Después de esas dos horas de buscar el valor de X, tocaba comer. No encontré a Ross en el patio, pero al llegar al comedor, me encontré con Sabrina. Supongo que después podré encontrar a Ross.
—Sabrina —la saludé con una sonrisa.
—Laura —sonrió también. Las dos caminamos con nuestras bandejas y nos sentamos en una mesa un tanto apartada —. Eso que hizo Ross con Liv, fue genial —dijo riendo, cuando ya estábamos por comenzar a comer.
—Lo sé, la verdad es que Ross se lució.
—Pienso que alguien tenía que bajar a Liv de su nube imaginaria.
—Pienso igual —las dos comenzamos a reír. Después de esa conversación, le conté a Sabrina del viaje a Hawaii, ya que teníamos que ponernos al día. Ella me contó que su vida estuvo normal, sin ninguna novedad o algo que valiera la pena comentar ahora. Le conté todo lo del viaje, incluso el beso que nos dimos por equivocación Riker y yo —... Básicamente, eso es todo lo que pasó.
—Yo creo que Ross es una mejor persona, porque ya no agrede a nadie, ya no es tan agresivo —comentó Sabrina tomando un poco de su jugo.
—Sí, últimamente lo he visto más tranquilo —las dos asentimos —. Sigue siendo bromista, un poco engreído, pero ahora de un modo mejor.
—Además, el grupo ha estado más separado.
—Eso es por el beso, desde que ocurrió eso, todos hemos estado algo separados —explicó suspirando.
—¿Y qué es lo que piensas hacer? —pregunta Sabrina realmente interesada, me da risa su cara, pero evito reír de ello.
—Después de pensar muy bien las cosas, decidí que lo mejor que puedo hacer, es darle una oportunidad a Ross —respondo sonriendo. Sabrina aplaude y me abraza.
—¡Sé que es la mejor decisión de todas! —exclama sonriendo de oreja a oreja.
—Espero que tengas razón...
—...—
Después de almorzar con Sabrina, tocaron la campana. Tenía que ir a clase de Lenguaje, pero nos avisaron que todos teníamos que ir al gimnasio. Así que en vez de subir las escaleras, todos los alumnos comenzamos a caminar, nadie se apuró, todos íbamos de un modo tranquilo. Aunque Liv aprovechó de darme un empujón, pero ignoré ese detalle.
Al llegar al gimnasio, todos nos quedamos parados. Vimos un punto fijo, y ahí estaba la madre de Ross, la directora.
—Lamento haberlos retirado de sus clases, pero tengo que darles un anuncio importante —dijo sosteniendo un micrófono y hablando con tono serio —. Sé que muchos de ustedes están enojados porque sus paseos de curso no fueron lo que esperaban, y estoy de acuerdo —algunos comenzaron a aplaudir. Yo recordé que gracias a Ross, todos mis compañeros y sus compañeros tuvieron que ir a pescar, y tener un baile en un lugar pequeño, no pude evitar reír ante ese recuerdo —. Por lo que, el fin de semana, iremos de nuevo de paseo, a un lugar mejor y más divertido... —hizo una pausa dramática, todos la miraban con asombro —... ¡Los más grandes irán a la nieve! —informó y todos comenzaron a saltar y a gritar debido a la felicidad.
Yo deje de escuchar a la directora, porque me concentré en mis pensamientos. ¿Iría a la nieve? ¿En serio? Nunca he ido a la nieve, supongo que debe ser muy fría, algo así como el helado. Bueno, eso fue tonto. En realidad, debe ser lejos, debe ser algo extraño, pero cool. Me di cuenta de que todos estaban volviendo a sus clases, así que los seguí, saliendo de ahí.
Pude ver a Sabrina sollozando, me iba a acercar a ella, pero vi que Ross se acercó a ella. Me escondí detrás de unos casilleros, y escuché a escondidas.
—No llores porque quieres ir a la nieve, tranquila —le dijo él, acariciando su largo y rubio cabello —. Yo te ayudaré a hacer realidad tú sueño de ir a la nieve.
—¡¿En serio?! —pregunta Sabrina entusiasmada y secando sus lágrimas.
—Sí, lo prometo o sino dejó de llamarme Ross Lynch —responde en tono serio, pero riendo.
—¡Gracias! —exclama Sabrina dándole un gran abrazo, Ross corresponde a ese abrazo y yo no puedo evitar emocionarme. Me recuerdan a mí y a Auggie, son unas ternuras. Luego le da un beso en la mejilla y se va saltando de la felicidad.
—Veo que eres un buen chico después de todo —digo apareciendo cuando él estaba apunto de retirarse. Me mira sorprendido y se ríe —. Te felicito, hiciste algo muy lindo.
—Bueno, esa niña es bastante tímida, pero también es muy inteligente —responde Ross, yo asiento, porque tiene razón. Sabrina es una muy buena persona —. Creo que una niña como ella, merece cumplir sus sueños, además, vive con el demonio en persona —comenta riendo a carcajadas.
—¿Sabes algo? Me he dado cuenta de que has cambiado mucho...
—Por amor, por lo que siento por ti —me interrumpe y me mira fijamente.
—Lo sé, y creo en ti, por alguna razón, siento que eres incapaz de dañarme. Por eso... Te doy una oportunidad, te la mereces —digo sonriendo.
Puedo ver que Ross abre los ojos de par en par, al igual que su boca, se ve realmente sorprendido, y parece... ¡Parece una estatua!
—¿Ross? —preguntó algo preocupada —. ¡Ross, esto no es gracioso! —digo enojada, porque aún no reacciona —. ¡Oye! —gritó y lo tocó, pero ahora él se cae al suelo, parece estar desmayado. ¡¿Qué demonios pasa aquí?!
Laura habló con Sabrina, y al menos ahora las dos se dieron cuenta de que Ross ha cambiado. Ahora tendrán nuevas vacaciones, y ahora en la nieve. ¿Han ido a la nieve? Yo nunca, pero una vez nevó donde vivo, jaja. Bueno... Laura le dio una oportunidad a Ross, y Ross se desmayó. ¡Cuánta normalidad! Jaja, es que fue muy inesperado para él, jaja.
¡Nos leemos pronto! Gracias por todo el apoyo que me dan, me he dado cuenta de que un montón de personas nuevas están votando en los primeros capítulos, así que, de corazón les doy las gracias.
ESTÁS LEYENDO
Cuatro Ángeles.
FanfictionLaura es una adolescente con pocos recursos. Ella trabaja en el negocio familiar: una Pastelería. Su vida dará un giro radical al ser aceptada en el Colegio más prestigioso de todos. Al ser pobre, todos le harán la vida imposible. Y sin quer...