Cuatro Ángeles.

Sacando sentimientos a flote.

-Ross, estamos...
-Sé bien donde estamos, pero deberías saber bien con quien estar. Nosotros hemos estado contigo desde hace mucho tiempo y ella recién llegó y...
-Tú la odias, sientes odio hacia ella, un odio injustificado.
-¡Si fueras mi amigo me apoyarías!
-Por eso mismo no te estoy apoyando. Soy tú amigo y quiero lo mejor para ti.
-¿Y lo mejor para mí es encontrarte aquí con ella?
-Es una buena persona, es mejor que...
-¡Tú sólo cállate! -Ross se aburrió de aquella discusión y le dio un golpe a Riker, golpeó su cara y provocó que Riker se cayera al suelo.

Mientras que Ross se va, indignado; debido a la rabia que siente por todo lo que pasó. Riker ya tomó una decisión, y vaya que se equivocó.

-¡Riker! -Laura, que hasta ahora se había mantenido alejada de todo ese lío, se acercó a él e intentó ayudarlo, pero no lo permitió. -¿Riker?
-¡No te necesito! -Riker se incorporó por si sólo, mientras fulminaba a Laura con la mirada.
-¿Qué sucede?
-¡Todo esto es tú culpa! -Riker le dio un empujón a Laura, provocando que se caiga al suelo.

-Creo que te metiste con los rubiid más bipolares del mundo -Sabrina le dio la mano a Laura y la ayudó a incorporarse
-Es cierto... -Laura se veía muy desanimada.
-Creo que lo mejor será ir a casa, mañana debemos volver a la cárcel.
-Es cierto... pero... no quisiera ir a casa aún
-Yo tengo que volver, porque sino me van a castigar.
-Lo entiendo, entonces mañana nos veremos
-Le diré al chófer que te espere, porque yo no te puedo acompañar, toma -Sabrina le entregó a Laura las llaves del auto, para que éste encendiera cuando ella quisiese ir a su casa. Luego ambas se despidieron, con un afectuoso abrazo, y la rubia se fue.

-¡Riker ya no es nuestro amigo!
-Él siempre ha estado con todos nosotros
-Pero ahora escogió a otra persona
-Ross...
-No porque este con...
-¡¿A quién elijen?! ¿A Riker o a mí? -Ross empezó a beber un poco de cerveza, y su cara cada vez ardía más debido a la rabia.
-Yo creo que lo mejor que podemos hacer, es dejar a Ross...
-¿Me van a cambiar por Riker? ¡De acuerdo! Nadie los necesita. ¡Fuera de aquí!

Voy caminando por el centro comercial, no tengo ganas de ver más comida, pero tampoco estoy interesada en ver juegos, y mucho menos ropa. Veo una librería, la cual es mi fascinación. Entró en ella y me pierdo entre la infinidad de libros que veo en ese lugar que parece sacado de un cuento de hadas.

-Veo que te gusta leer.
-¡Oh, Vanessa! ¿Aquí es donde trabajas? -Sí, el mejor lugar de por aquí. ¿Gustas sentarte?
-Claro.

Ambas nos sentamos en la pequeña cocina que Vanessa tenía, ahí preparó dos tazas de té, las dejó en la mesa y ambas bebimos un poco.

-Entonces... ¿realmente Riker se fue?
-¿Cómo lo sabes?
-Sabrina me escribió sobre eso
-Nunca pensé que Riker se comportaría de esa manera
-Yo creo que... Riker es como una caja de sorpresas, se demuestra lindo y delicado. Pero en el fondo, a veces explota porque guarda un enorme dolor en su corazón
-¿Qué sucede con él?
-No soy quién para poder hablar sobre él
-Pero...
-Laura, tienes que saber que tienes un tesoro en tú poder. Riker es maravilloso, es un chico que siempre sabe como salir adelante, a pesar de todo. Y... creo que tú puedes ayudarlo.
-¿A ti te gusta Riker?
-Sí
-¿Por qué me dices todo esto?
-Porque lo amo, y puedo ver que contigo se ve muy feliz y porque a ti también te gusta Riker.

-¿Creen que pueden jugar conmigo y no sufrir las consecuencias? ¡Se equivocan! Porque ambos van a sufrir.
-Me llevaré esto -Calum entró y se llevó las siete botellas de cerveza que aún le quedaban a Ross.
-¡Odio todo!
-Te estás portando como un malcriado
-¿Qué haces tú aquí?
-Vine a hablar contigo porque es necesario
-¡Yo no quiero!
-Ross... te comportas como un malcriado.
-¡Y tú como un imbécil!
-¿Sabes qué es peor? Tú egocentrismo, te quieres vengar de mí, porque por primera vez, una chica me prefiere a mí en vez de a ti. Y eso es mucho para tú orgullo.