Ross y Laura se sentaron en el comedor de la casa para poder conversar un poco más cómodos, aunque los demás familiares también estaban presentes.
—... entonces mi mamá me echó de casa, o eso me dio a entender —explicó Ross después de un rato.
Laura al terminar de escuchar la historia, no sabía cómo sentirse al respecto. Es que... bueno, era muy bonito que la haya elegido a ella e vez de su vida de ricachón. Pero... no podía dejar de pensar que había actuado como un niño pequeño, simplemente había escapado y ya, nada más. Él no pensó en nada, acababa de renunciar a su vida de millonario para estar entre los pobres... y todo por su culpa. Eso definitivamente no estaba bien, no estaba nada bien.
Ross se dio cuenta del rostro de Laura, irradiaba preocupación, nada más que eso.
—No te sientas mal, linda —se acercó un poco más a ella a través de la silla y le dio un abrazo con su brazo derecho —. No seré un invitado pesado, créeme que te ayudaré en lo que sea necesario —explicó él. Laura quiso reír, pero no lo hizo por respeto a Ross. Puede que ella lo ame, pero lo cierto es que Ross no sabe nada sobre cómo cuidar un hogar.
Habían pasado algunas horas hablando. Ross decidió pararse. Se acercó a los padres de Laura, que estaban haciendo tareas del hogar. La mamá barría y él papá parecía cocinar algo con mucha dedicación.
—¿Quieren que los ayude en algo? —preguntó Ross.
Ellos se miraron con preocupación, sin saber bien qué decir.
—No se preocupen porque sea millonario, yo de verdad puedo ayudar en lo que sea —quiso aclarar él.
—Si quieres puedes ir a buscar a Auggie —Ellen dejó su quehacer y se acercó a la mesa donde había lápiz y papel —. Anotaré la dirección para que puedas ir.
Laura se dio un baño, después se vistió y se peino con un moño alto. Después de estar lista, bajo para atender el Local familiar. Al bajar, la recibió Raini, sonriente.
—Amiga, un caballero te espera —le dijo Raini en modo de broma. Laura frunció notablemente su ceño, ya que su caballero se había ido —. Es él —Raini le muestra a un Señor que se encontraba sentado en una mesa cerca del mezon de pastelitos —. ¿Sabes quién es él?
Laura observó al señor en cuestión y se sorprendió un poco al darse cuenta de que había visto a ese Señor en uno de sus sueños. ¿Acaso era una señal? Aunque... ¿cómo es que él la conocía? Eso sí que no tenía sentido.
—Iré a verlo —respondió Laura.
Ella se alejó de su amiga y caminó hasta la mesa donde se encontraba el Señor. Él al sentir la presencia de alguien, desvío su mirada y la vio.
—Hola, me dijeron que me buscaba —saludó cordialmente.
—Hola, Señorita —respondió él. Laura sonrió sin mostrar sus dientes, por educación —. ¿Tú conoces a Riker Crow? —le pregunto él.
Laura se sorprendió un poco ante aquella pregunta, ya que normalmente se preguntan otras cosas. Bueno... Riker es famoso, al igual que los demás "Ángeles." Laura observó al Señor y era un anciano, no parecía tener malas intenciones.
—Sí, lo conozco —decidió ser sincera. Vio como ese hombre sonreía, aunque se veía contrariado.
—Necesito de su ayuda... —dijo con tono suplicante.
¿Ese Señor necesitaba ayuda con algo sobre Riker? Laura era curiosa, eso es cierto. Pero también era una excelente amiga y muy buena haciendo planes, ahora mismo acababa de tener una buena idea.
—Conozco a alguien aún mejor para eso —respondió sonriendo ampliamente.
—...—
Ross estaba acostumbrado a ir a todos lados en su Limusina. El hecho de haber salido en una bicicleta fue algo completamente nuevo y agotador para él. A pesar de tener un buen físico, no estaba acostumbrado a usarlo y eso era algo malo, muy malo.
Al llegar al Colegio de Auggie un montón de niños corrieron hacia él. Formaron un círculo a su alrededor y comenzaron a pedirle autógrafos, otros lo abrazaron y otros sólo gritaban.
—Es él novio de mi hermana —dijo Auggie orgulloso.
Esas palabras bastaron para que algunos niños lo rodearan a él también. Lo que hizo reír a Ross.
—Ha jugado conmigo muchas veces a la pelota —dijo Auggie orgulloso.
Ahora los niños no se callaban, los llenaban de preguntas a ambos. Y algunos comenzaron a rogar para jugar con él. Ross quería reírse, pero no lo hacía por respeto. De todas formas, era un buen chico, por lo que aceptó jugar con ellos a la pelota.
—...—
—Ese partido fue raro —comentó Ross una vez que terminaron. Ahora estaba con Auggie.
—Mm...
Ross vio al pequeño y se dio cuenta de que estaba observando a una niña de cabello rubio, parecía perdido.
—Hermano, si ella te gusta sólo debes hablarle —le aconsejó. En ese momento, Auggie se acomodó.
—Es una mujer mayor —Ross rió por un momento, no pudo evitarlo.
—Sólo háblale. Nada puede salir mal si eres tú mismo —aconsejó Ross —. Además, eres encantador —acarició sus rizos con ternura.
—...—
Laura llamó a Vanessa y le contó todo lo que tenía que ver con ese Señor. Vanessa se asustó un poco, ya que no entendió del todo bien lo qué estaba pasando, pero accedió a que aquél Señor fuese a su casa.
Ahora acababa de llegar. Los dos se encontraban en el comedor.
—Antes que nada, quisiera saber una cosa —comentó Vanessa. Él sólo asintió —. ¿Quién es usted?
Él sonrió de medio lado, viéndose un poco triste, quizás cansado.
—Soy él abuelo de Riker —los ojos de Vanessa se abrieron debido a la sorpresa, jamás pensó conocer a un familiar de él Rubio —. Y si estoy aquí es porque necesito ayuda, ya que quiero recuperarlo.
*Ross jugando con niños y ayudando a Auggie a coquetear con Ava. Lo siento, pero me encantaba la pareja de Auggie y Ava, eran simplemente adorables.
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Cuatro Ángeles.
FanficLaura es una adolescente con pocos recursos. Ella trabaja en el negocio familiar: una Pastelería. Su vida dará un giro radical al ser aceptada en el Colegio más prestigioso de todos. Al ser pobre, todos le harán la vida imposible. Y sin quer...