Equitación y Amistad.

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Cierta castaña se encontraba durmiendo tranquilamente en su cama. Cuando de la nada, escuchó gritos provenientes del interior de su casa. Se bajó de la cama de inmediato y luego corrió hacía el comedor, porque los gritos aún estaban presentes.

—¡¿Qué sucede?! —pregunta agitada —. Parece que estuvieran matando a alguien —explicó alterada.

En ese momento, se percató de que sus padres dejaron de gritar para reírse por lo bajo de ella. Y justamente se dio cuenta de que ahí estaba Ross y ella llevaba simplemente un pijama de perro hipster con lentes. Nada cool.

—Te ves genial en pijama —dijo Ross a modo de broma —. No sabía que te gustaban las cosas estilo hipster.

—¡Cállate! —ella por instinto se tapa con sus brazos, provocando las risas del rubio y su familia —. ¡Vuelvo enseguida!

Laura se retira y vuelve a su habitación, donde saca una polera negra de manga larga que tiene detalles de puntos que parecen estrellas y un pantalón de jean. ¿Zapatos? ¿para qué? Sólo va a estar en casa con su torpe novio.

Se vio en el espejo y se dio cuenta de que tenía baba pegada en la boca.

—Estoy segura de que esto dará lugar a burlas —se quejo al percatarse de ese detalle recién —. Torpes padres. ¿Para qué gritar tanto? Los vecinos pudieron haber llamado a la policía.

Laura limpió su baba y después se peinó con los dedos. Mm... normalmente al estar en casa, usa un moño. ¿Sólo por Ross tendría que cambiar lo que ella acostumbra? Eso sería estúpido. Tomó su cabello y sonrió ante su reflejo. A pesar de todo, ella siempre sería fiel a sí misma.

Vuelve al comedor y ve como todos están comiendo... ¿¡Comida China!? Carne China, arroz Chino, arrollado primavera y... ¡fideos chinos! De todo un poco.

Sin pensarlo dos veces se sentó al lado de Ross.

—Esto se ve tan delicioso —dijo Auggie observando toda la variedad de alimentos en la mesa —. Parece Navidad.

Ross sonrió ante la emoción presente en él pequeño, era adorable.

—Todo esto es gracias a Ross —dijo Ellen —. Él trajo todo. Gracias, Ross.

Todos le agradecieron, incluyendo a Laura. Entonces, antes de que Laura pudiera dar otro mordisco a su comida, Ross la tomó de la mano y juntos se levantaron, alejándose un poco de los demás.

—¡Oye! —se quejo Laura —. Iba a devorar ese arrollado primavera, y también quería comerme un wantan con soja —se cruzó de brazos e hizo un puchero que a Ross le pareció sumamente adorable —. Si Auggie se come todos los arrollados, me enojaré mucho contigo —advirtió.

Ross sonrió de medio lado y observó a su novia que lo estaba mirando de un modo completamente serio.

—Después puedes ir a comer tranquilamente —dijo con voz suave —. Sólo quería decirte que lo más probable de todo, es que hoy yo sea él ganador —sonrió como un niño pequeño. Laura enarcó una de sus cejas y se cruzó de brazos un poco molesta. Los hombres que pueden ser muy competitivos cuando se lo proponen. A menos de que ocurra un milagro.

—¿En serio quieres seguir con todo esto? —preguntó Laura con tono de preocupación —. Riker es tú amigo, y él le tiene miedo a los caballos, tal vez todo esto sea una muy mala idea —argumentó con un hilo de voz. La preocupación se notaba en su rostro.

—Riker es mí amigo y ninguna absurda competencia va a terminar con nuestra amistad —respondió con convicción —. Si Riker quiere seguir con esto, lo haremos. Es sólo un juego, tranquila.

Cuatro Ángeles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora