Cuatro Ángeles.

Epílogo: La Plebeya y Él Príncipe.

Como Ross había bajado del escenario de la graduación sin haber bailado con Liv, ella no dejaba de llamarlo con suma desespera. Ella quería bailar con él a como dé lugar. Ross sólo quería escuchar a Laura hablar, ya que la desesperación lo estaba devorando por completo, él quería saber lo que ella tenía para decir, ya fuera bueno o malo. Tomó de la mano buena a Laura, y juntos fueron al patio. Se detuvieron cerca de un árbol y ahí se miraron fijamente.

—Laura, yo sólo quiero explicarte las cosas... —comenzó a hablar Ross, ya que Laura no le decía nada.

—Ross, yo ya sabía que te irías —Ross la miró con los ojos abiertos de par en par. Ahora él sorprendido era él. ¡¿Ella lo sabía!? ¡pero, ¿cómo?!

—¿Cómo es que lo sabías? —preguntó preocupado. Aquello sólo lo hizo sentir aún más culpable.

—Eso no es lo importante ahora —Laura jugueteaba con sus manos, algo nerviosa.

—¿Qué es lo que planeas? —Ross suspiró. Él presentía que Laura podía estar muy enojada o muy sentida, esperaba que comenzará a gritarle en cualquier momento. La castaña suspiró antes de hablar.

—Yo...

—Laura... —él la interrumpió, ella lo miró de mala gana. Eso no le importó, él tenía que soltar lo que tenía para decir —, sé que debo irme, pero estoy completamente enamorado de ti y no quiero perderte. Quiero que mientras yo regresé, mantengamos una relación a distancia —Laura lo miró con sorpresa. Él la miraba con ojos soñadores, sintiéndose completamente nervioso.

—Ross... de ese modo no podríamos ser felices —él rubio la observó con tristeza, no imaginaba que ella no se emocionaría con su propuesta.

—Yo no te quiero perder —dijo Ross, con completa sinceridad. Laura sentía lo mismo, pero sabía que no era correcto.

—Ross, tarde o temprano nuestro cuento de hadas terminaría —tuvo que hacer un enorme esfuerzo por no llorar con lo que le estaba diciendo a Ross. Ver la tristeza reflejada en sus ojos la dañaba —. Somos muy diferentes... —él comprendía aquello.

—Podemos evitarlo, mientras estemos juntos —él intentó tomar su mano, pero por primera vez... ella lo rechazó. Aquél rechazó le dolió aún más, estaba perdiendo a su amada.

—Ross, está es la realidad —Laura negó con la cabeza, él se limitaba a observarla —. En la vida real, la plebeya no se queda con él príncipe.

Él no estaba dispuesto a darse por vencido.

—Una relación a distancia puede funcionar —comentó él, esperanzado.

—Eso es algo imposible, como lo nuestro... —Laura retrocedió unos pasos, esa era la despedida oficial y ya no había vuelta atrás —, adiós Ross —ella se fue y él no tuvo las agallas suficientes como para detenerla. Se sentía destrozado.

—... —

Calum y Raini se encontraban sentados en una mesa, comiendo algo y conversando un poco. Ciertamente, desde que se habían besado la relación entre ellos había mejorado bastante, ahora conversaban más y discutían menos.

—Raini desde que te conocí ya no soy un mujeriego
—la chica rodó los ojos, ya empezaba con sus coqueteos —. No he hablado con otras chicas además de ti, no he coqueteado con nadie.

Raini estaba dispuesta a responder, pero cuando repentinamente la música se detuvo, todos observaron el escenario y vieron como Stormie subía ahí. El silencio absoluto no tardó en hacerse presente.

—No tienen una idea de lo feliz que estoy porque la generación de Cuarto Medio 2016 del Colegio Santo Tomás haya conseguido graduarse, sobretodo por mí hijo y por sus amigos, me llenan de orgullo, al igual que todos los demás alumnos —algunos aplaudieron, pero otros que conocían lo hipócrita que era la rubia, sólo la observaban con una ceja enarcada —. Mí hijo, Ross Lynch seguirá los pasos de su padre, y como bien dijo la Señorita Olivia Rooney, él irá lejos a estudiar —quiso aclarar. Y nuevamente, Ross se convirtió en el centro de atención y todos comenzaron a susurrar respecto al tema.

Raini al escuchar eso buscó a su amiga con la mirada, no la encontró. Pero si vio a un Ross muy deprimido ingresando al salón de celebración cabizbajo. Algo malo había pasado.

—Calum, tengo que ir a consolar a mí amiga —Raini se levantó rápidamente, dejando solo a Calum.

Buscó a su amiga en todas partes, y la encontró en el segundo piso. Al verla, la abrazó fuertemente, acarició su espalda y sintió el momento exacto en el que ella comenzaba a llorar.

—Todo estará bien... —le susurró Raini.

Ross se sentó frente a Calum, abatido.

—Laura rompió conmigo, por lo que... creó que mis planes de mantener una relación a distancia se fueron por el caño... —Ross colocó con frustración ambas manos en su rostro, su amigo sólo accedió a acariciar su hombro, no sabía qué decirle, ya que cualquier cosa podría hacerlo sentir peor —, la vida apesta —dio un largo suspiró de resignación y cansancio.

*Habrá segunda temporada, pero dentro de algunos meses, para generar más intriga. Lo único que les puedo adelantar es que se llamará "Nuestro Destino."

¡Gracias a todos los que leyeron y comentaron en el transcurso de está temporada!