Las primeras venganzas de Ross.

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Digamos que la clase de Química fue algo de otro mundo, y no, no lo digo por esas fórmulas y esos números raros. Simplemente lo digo porque tuvimos que ir al laboratorio, y teníamos que trabajar en equipos, pero mi caso fue único, ya que la profesora me dejó trabajar sola. El problema fue que Liv & Maddie se sentaron en la mesa contigua a la mía, y cuando me pare para botar algo, ellas hicieron que unos químicos explotarán, por lo que mis brazos quedaron de color azul y verde, me veía de otro mundo. Y todos se ríeron de mí, menos mal que llevaba una bata, porque sino mi uniforme hubiese quedado terrible, de nuevo.

En los recreos también se alejaban de mí, nadie me hablaba, pero si me miraron y susurraron montones de cosas que no lograba entender, mi oído no era tan bueno, ni que fuese un gato. Tampoco pude ver a Sabrina, no sé porque, me parece que sus hermanas debieron haber hablado con ella, lo cual fue... raro. Pero bueno, si quería abandonarme, la entendía bien. Así que... no me quedaba más que estar sola.

En la tercera clase, una de las inspectoras habló conmigo, y me dijo que podía usar la piscina siempre, en tercera hora y que si quería volver a la hora de la salida no había ningún problema. Me sorprendí tanto cuando me dio una llave del colegio, y de el salón de la piscina. Eso sí que era una sorpresa, en mi antiguo colegio ni siquiera usaban llaves para los salones, y mucho menos para los muebles de los salones, era todo demasiado raro.

Entonces... como me habían dado permiso, decidí ir a la piscina. Fui a los vestidores y me puse un traje de baño de color negro, y tenía puntos de color blanco, era muy lindo. Después até mi cabello en una coleta baja, y me puse una bata para caminar hasta donde se encontraba la piscina. Mi sorpresa fue aún más grande al ver que en ella nadaban...

—¡¿Patos?! —grité horrorizada. Sabía quién había sido... —¡¡¡Ross!!!

—...—

—¡Nunca me decepcionas, Ross! —dijo Ratliff riendo mientras veía aquella escena

—¡Miren cuántos patos! —Calum también reía

—Es un poco inmaduro... —opinó Riker

—¡Sh! ¡Dejénme escuchar! —Ross reía a carcajadas, lo más gracioso era que Laura (que creía estar sola) hablaba y se quejaba refiriéndose a Ross, decía cosas tan divertidas, que se sentía todo tan gracioso.

—¡Esa chica sí que te odia! —dijo Calum —Te ganaste una enemiga

—Una enemiga muy rara —Ross seguía riendo

—¡Es tan divertido! Ella saca a los patos, y ellos se vuelven a meter —rió Calum —Ojalá la picoteen —las risas se hicieron aún más fuertes

—Ross, ¿qué harás después con los patos? —preguntó Ratliff.

—No lo sé. Por ahora disfrutemos.

—¿Qué viene después? —preguntó Riker

—Pues... decidí llenar su mochila con basura —explicó Ross

—¿No es algo muy inmaduro? —preguntó Riker

—Algo así... —Ross rió

—Riker, Riker, Riker... —Calum negaba con la cabeza —Se ve que no entiendes el estilo de Ross, él va lento para después ir con lo peor rápidamente

—¡Exacto, Calum! —ambos se dieron los cinco.

—...—

Gracias a los patos tuve que salir de la piscina después de media hora de sacarlos del agua, porque ellos se volvían a meter. ¡Eran insoportables! Ahora entiendo... Ross es un insoportable, que también se mete con animales. ¿Matarse por algo así? Nunca lo haría...

Cuatro Ángeles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora