Ser más humanitario.

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Raini y yo seguimos conversando por unas cuántas horas. Ella no quería salir porque no se quería topar con Calum, ya que lo encuentra muy pesado. Y yo no quería salir porque no quería ver a ciertos rubios, siento que las cosas van a estar complicadas y será bastante incómodo. Por lo que las dos decidimos quedarnos en nuestras habitaciones.

Luego de un rato, entraron Vanessa y Rydel.

—Empaquen sus cosas rápido —dijo Rydel suspirando.

—¿Empacar? ¿Por qué? —preguntó Raini frunciendo el ceño. Las dos compartimos una mirada nerviosa.

—Porque Rydel y yo estábamos por salir a caminar a la feria artesanal, en eso nos encontramos con Calum y nos avisó que Ross pidió un avión, volveremos a casa —explicó Vanessa con el ceño fruncido.

En ese momento me sentí muy mal, porque sabía que querían volver por todo lo que pasó anoche. Todo era mi culpa, como hubo una confusión, ellos no querían aclarar las cosas, y prefirieron que volvamos a casa, en vez de hablar. ¡Dios! ¿Por qué las cosas se tienen que complicar tanto?

—Comiencen a empacar pronto —dijo Vanessa, interrumpiendo mis pensamientos —. Porque los chicos parecen tener prisa.

—Tal vez se van sin ustedes —bromeó Rydel.

Raini y yo nos separamos y cada una se acercó a su armario para guardar sus cosas. Nadie tenía mucho para guardar, porque todo lo que teníamos era nuevo, ya que habíamos llegado sin nada, los chicos se comportaron como reyes con nosotras.

—...—

Después de estar una hora y media empacando, subimos al avión. Debo decir que todo fue muy diferente a cuando íbamos en camino. Ahora los únicos que se sentaron en parejas fueron Rydel y Ellington. Vanessa se sentó conmigo, y Raini decidió sentarse sola. Pude ver que Calum se sentó de mala gana con Riker, Ross iba manejando. A diferencia del viaje anterior, decidió ir solo, ni siquiera me ayudó con mi equipaje, aunque no me quejó.

Las chicas y yo hablamos de cualquier tontería, teníamos una revista y no encontramos nada más divertido que responder los tests que aparecían, lo irónico es que nos salían resultados muy diferentes. Y podría parecer una locura, pero... Pude sentir cierta incomodidad por parte de Vanessa, se estaba comportando de un modo más frío conmigo.

—...—

Cuando llegamos, la despedida fue muy rara. Todos nos dimos un abrazo con cada uno, y nos despedimos con un "Nos veremos pronto". Estábamos en un parque, uno muy grande. Pero para mí buena suerte, quedaba cerca de mi casa, a sólo tres cuadras y la maleta no pesaba tanto.

Caminé arrastrando mi maleta. Las personas me miraban, y creo que es algo comprensible, ya que llevo un vestido rojo con tirantes, es un vestido muy playero para ir caminando por la calle sola, no sé, tal vez no es algo tan común.

Cuando llegue a mi casa, me abrió mi padre.

—¡Laura!

Mi padre gritó mi nombre muy fuerte, con ello todos mis familiares llegaron a abrazarme, y de pronto ya estábamos en medio de nuestro pequeño comedor.

—¡No vuelvas a irte de ese modo! ¡No sabes cuánto nos asustaste! —me retó mi padre, al separarnos de nuestro abrazo.

—Íbamos a llamar a la policía, estábamos muy preocupados —me informa mi madre.

—¿Y por qué no llamaron a la policía? —pregunté sorprendida. Después de todo, si tu hija adolescente desaparece por unos dos o tres días, lo más normal es llamar a la policía. Ellos no sabían donde estaba, ni siquiera los llamé.

Cuatro Ángeles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora