Problemas Nocturnos.

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Estaba intentando dormir, pero no podía hacerlo. Sólo podía pensar en lo que iba a hacer, sería algo fácil, pero podría traer algunos problemas.

Me levanté, me hice una coleta de caballo alta y me fui de la habitación. Comencé a caminar fuera del hotel, y sin darme cuenta llegué al lugar donde se hospedaban los chicos. Vi algo brillante, era cómo una estrella caída. Me acercó un poco más, y me doy cuenta de que Riker está sentado en la arena, junto a una fogata. No se ve nada feliz, está muy pensativo.

—Hola, Riker —digo acercándome a él.

Él me mira sorprendido, yo le sonrió, para demostrarle que puede confiar en mí, aunque en el fondo, creo que siente lo mismo que yo, los dos estamos preocupados por lo mismo.

—Hola, Laura —responde después de un rato.

—¿Te molesta si me siento? —preguntó viéndolo —. Es un poco incómoda estar parada en la arena sólo con calcetines.

Los dos reímos ante mi comentario, él sólo niega con la cabeza entre tantas risas.

—Sí, siéntate.

Me siento y los dos suspiramos. Ahora es cuando los dos nos sentimos incómodos y no tenemos idea de qué decir.

—Gran clima, ¿No lo crees? —pregunta de la nada.

—Ah, claro. Fresco, me gusta el viento que corre —respondo algo sorprendida. ¿Desde cuándo nuestra relación sólo nos permite hablar del clima?

—¿No te parece que ha sido un buen viaje? —pregunta mirándome a los ojos.

—Ha sido un viaje maravilloso —respondo sonriendo. Él también sonríe, eso hace que me sienta mucho más nerviosa que antes.

—...—

Estaba durmiendo, pero de la nada me desperté porque entraba un olor a quemado por la ventana. Al despertar, vi que Rydel y Raini estaban profundamente dormidas. Raini ronca, ronca como si fuese un león, o un oso, no sé cuál sea peor. Pero... Laura no estaba por ninguna parte. Tal vez ella también sintió el olor a quemado. Peiné mi cabello en una coleta alta, y después salí del hotel, con sumo cuidado. Seguí el olor, y me encontré con Riker y Laura en una fogata, los dos solos, sonriendo.

¿Qué pasa aquí? Se supone que a Laura le gusta Ross, y que a Riker le gustó yo. ¿Acaso se gustan en secreto? Suspiro. Me quiero ir, porque sé que quedarse a ver, no es una buena opción, yo soy educada. Pero mi corazón me suplica que me quede, así que decido quedarme.

—...—

—Riker, no hagamos esto más incómodo —digo después de un rato, estoy decidida a afrontar el tema ahora mismo —. Tenemos que hablar sobre algo importante.

—Sí, tienes razón —Riker asiente —. Si queremos seguir con nuestras vidas, es importante hablar.

—Bueno... —rascó mi cabeza, para ver cómo decir las cosas, cómo sonarían mejor —, Nosotros sentíamos algo por el otro, sentimos atracción, nos gustamos...

—Hablas en tiempo pasado, y eso me parece perfecto —asiente Riker —. Creo que es correcto decir que ahora las cosas son diferentes, que tal vez, no podemos tener una relación, pero sí podemos ser amigos.

—Ajá —asiento. Riker hizo las cosas fáciles, eso es un gran alivio para mí —. Ahora los dos tenemos a otras personas, quizás... Esas personas son las correctas...

—Sí. Nunca se sabe, sólo hay que seguir al corazón —asiente Riker.

—Mi corazón ha hablado mucho conmigo —digo a modo de broma, los dos reímos. Se siente bien saber que seguiremos siendo amigos, a pesar de haber sentido algo antes —. ¿Sabes algo? He decidido que le daré una oportunidad a Ross.

—¡Eso es genial! ¡Te felicito! —respondió Riker animado.

—...—

Pensé que se amaban en secreto, o que querían burlarse de mí y de Ross. No puedo creer que haya sido tan egoísta. Me voy a retirar, pero veo que se abrazan y mi instinto me dice que debo quedarme, que algo pasará ahora.

—...—

—Digamos que éste es un abrazo de despedida —digo mientras seguimos abrazados —. Nos despedimos de los sentimientos que pensamos haber tenido.

—Tienes razón...

Riker y yo nos separamos, él quiere darme un beso en la mejilla, yo iba a hacer lo mismo, y sin querer... ¡Nos besamos en los labios! Nos separamos enseguida y los dos nos miramos con sorpresa. Pero antes de poder decir algo, Riker cae al suelo. Abro mis ojos como platos y me doy cuenta de que Ross está golpeando a Riker.

—¡Eres un traídor! —grita Ross, con mucha rabia.

—Ross... —Riker se levanta y toma los brazos de Ross, con fuerza. Ross pelea, pero no se puede soltar —, Te juro que hay una explicación para todo eso.

—¡No te creo! —Ross consigue soltarse. Doy un salto hacia atrás, en serio me sorprende bastante su actitud. Nunca lo he visto tan enojado.

Ross estaba por golpear a Riker en el rostro. Pero decidí interferir.

—¡Ya basta! —gritó con todas mis fuerzas. Ambos me miran, sorprendidos y se quedan quietos —. Detengan esto —pido, con súplica —. Háganlo por mí.

Ross me mira y suelta sus dedos que antes formaban un perfecto puño. Veo cómo suspiro, su rostro demuestra un gran enojo. Se retira, con una cara de enojo que es mejor no meterse con él, para nada.

—Ahora sí que las cosas se complicaron —digo suspirando —. ¿Estás bien? —le preguntó preocupada a Riker.

—Lo estoy —responde asintiendo —. Laura, lamento lo que pasó, en serio, no...

—Tranquilo —lo interrumpo enseguida —. Ninguno de los dos planeo ese beso, entiendo bien lo que sucedió.

—Te prometo que hablaré con él, él recapacitará.

—Bueno... Gracias —sonrió, aunque me siento muy mal por todo, pero no quiero que Riker se sienta mal —. Estoy feliz porque seguimos siendo amigos, a pesar de todo.

—Yo también —responde sonriendo. Me da otro abrazo —. Ve a dormir, ya es tarde. Mañana será un día mejor.

Los dos nos despedimos, y yo me retiro a mi habitación. Me meto en la cama, y no puedo evitar llorar. No puedo creer que Riker y yo nos hayamos besado, justo cuando quería darle la oportunidad a Ross de ser novios, esto sólo me pasa a mí.

—...—

Estaba por ir a mi habitación, cuando sentí un ruido, me di vuelta y vi a Vanessa.

—Vanessa... —susurró sorprendido —, ¿Qué...

—Riker, yo escuché y vi todo —responde mirándome de modo serio. No sé si está sorprendida o enojada, eso me hace sentir mal —. Y quiero que sepas, que ya tome una decisión —dice seria. Nuestras miradas se cruzan y realmente no sé qué sentir. Lo que puedo asegurar, es que estoy nervioso, muy nervioso.

Laura pensó que lo correcto sería aclarar las cosas con Riker antes de comenzar una relación, Riker sentía lo mismo. Al menos quedaron cómo amigos, pero Ross y Vanessa estuvieron espiando todo, jaja. ¡Pelea de rubios! Mm... ¿Ross y Vanessa podrán entender que fue un malentendido? ¡Pronto lo sabrán! Y pronto conocerán la decisión de Vanessa, jeje... 

Cuatro Ángeles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora