Cuatro Ángeles.

¡El plan de Laura!

Al escuchar que alguien me estaba llamando, me dí vuelta y gracias al cielo no era el horroroso Ross. Simplemente era mi única amiga en el colegio, Sabrina.

—¡Laura! —dijo ella acercándose aún más a mí —Laura, quería hablar contigo.

—¿Sobre qué?

—Bueno... sé que eres nueva en el colegio, y por eso quería hablar contigo, porque el Sábado hay un evento importante y no sé si te lo han comentado —dijo ella jugando con su cabello.

—No, no me han comentado nada sobre el Sábado. ¿Qué pasa?

—Verás, todos los años la directora organiza viajes para todos los cursos. Sin exclusión alguna, entonces, parten con los cursos grandes, como tercero medio —explicó Sabrina —Tú viajas con los de cuarto medio.

—¿Estás diciendo que mi viaje sería con todos esos psicópatas juntos? ¿con los cuatro? —pregunté dejándome caer en mi casillero.

—Sí, pero sino quieres ir nadie te obliga —explicó Sabrina.

—Mm... —analicé la situación. Tenía la opción de viajar con esos cuatro psicópatas, las hermanas de Sabrina, y todo mi curso. O... quedarme en casa. ¡Esperen! ¿quién dice que tengo que quedarme en casa? Tenía una mejor opción, que creo que utilizaría —Creo que no iré de viaje con los demás. Tengo una mejor opción.

—¿Cuál? —preguntó Sabrina.

—Espera y verás... —dije corriendo, tenía que organizar muchas cosas.

—...—

Ese día no preste mucha atención en clases, simplemente tenía ganas de pensar en otras cosas. Y a la hora de salida, casi todos mis cuadernos estaban vacíos, no había anotado nada. Simplemente había anotado nombres que me servirían mucho, para el plan que tenía. Sólo esperaba que ese plan funcionara, que todas pudieran ir.

Al llegar a casa —bueno, al restaurante— de inmediato abracé a Raini.

—¿Por qué estás tan feliz? —preguntó ella entre risas —¿Pudiste contra Ross?

—Sí, sí pude —respondí ampliando aún más mi sonrisa, por poco y olvidaba ese detalle —Pero ¡tuve una idea genial!

—¿Qué se te ocurrió? —preguntó Raini.

—Vamos a organizar una salida importante —respondí tratando de sonar obvia —Hablaré con mis padres para que podamos ir al mall hoy.

—De acuerdo...

—...—

Después de hablar con Raini subí a mi habitación a suplicarle a mis padres que por hoy cerrarán la pastelería. Porque Raini y yo teníamos que hablar de temas importantes, y ella no podría ayudarlos. Pero ellos dijeron que le daban el día libre, y que podía ir conmigo al mall. Corrí a mi habitación a gritar, el primer paso había resultado de maravilla.

Empecé a marcar un número, tenía que hablar con Sabrina.

—¿Laura? —preguntó Sabrina —¿Te pasó algo?

—No, simplemente quería saber si ¿puedes ir al mall?

—Sí, claro. Con eso de que el Sábado vamos de viaje, los profesores dijeron que no nos darían tareas —rió detrás del teléfono —¡Es una maravilla!

—Lo imaginó —respondí sonriendo —Bueno, ¿nos vemos en el patio de comidas?

—Claro.

Después de despedirme de Sabrina, marqué otro número. Ahora tendría que hablar con Vanessa. Ahora que lo pienso...