—¿Crees que las cosas estén saliendo bien? —preguntó Sabrina mientras le daba indicaciones a su hermanastra, Maddie. Pues iban a ir a la casa de la tía de Laura para darle explicaciones, porque al aceptar ir a la fiesta, nadie le dijo nada a la pobre, seguramente debe estar muy aproblemada y preocupada pensando dónde estamos.
—Tú sabes que todas mueren por esos cuatro chicos, por eso tienen fama de inalcanzables —respondió Maddie viendo por la ventana— Yo creo que las cosas saldrán bien, lo único que tienes que hacer es pensar positivo. Si piensas negativo, vas a enviar malas vibras a todos.
—Pensaré positivo porque de verdad quiero ayudar a mis amigas a que tengan novio —Sabrina hablaba con sinceridad, aunque se sentía preocupada.
Sabrina logró entender que Vanessa amaba a Riker con todo su corazón, y que Riker se hipnotizó al verla, que ese amor podría ser completamente correspondido, porque ambos se miraban con una dulzura impresionante. Mientras que Ross, a pesar de ser a simple vista una persona mala, parecía mirar a Ross de una forma que demostraba un amor que se podría ver a simple vista. Aunque no confiaba en él, sabía que no era malo. Simplemente, a pesar de todo era alguien realmente inseguro.
—...—
Mientras Ross sentía un completo asco por tener su ropa llena de vómito, se dio cuenta de que después de que Laura vomitara, se quedó dormida. Ross maldijo su suerte, sabía bien que si la dejaba ahí sola Liv podría tenderle una trampa y hacerle algo realmente malo, porque no era tonta, nunca desaprovecharía una oportunidad para dañar a alguien. Entonces llamó a su chófer privado, pidiéndole que lo espere en la parte de atrás, para poder ir a su casa lo antes posible. Su chófer simplemente respondió que estaría ahí en cinco minutos, debido a la hora.
Entonces Ross rápidamente sacó de su bolsillo un antifaz, lo había llevado porque tenía un plan, pero no hubo tiempo para poder llevar a cabo ese plan. Se colocó el antifaz, observó a Laura que dormía plácidamente en esa incómoda silla, y maldiciendo su suerte la tomó entre sus brazos. Se aseguró de que nadie viniera atrás, y suspirando emprendió su marcha hasta la puerta trasera de ese lugar.
Agradeció al señor que su chófer personal lo estuviera esperando apoyado en su largo auto de color amarillo, ya que ese es su color favorito desde niño.
—Señor Lynch —Jorge, que es su chófer se apresuró a auxiliarlo, abrió la puerta del auto rápidamente mientras Ross depositaba a Laura en los asientos de atrás— ¿Pasó algo malo? —preguntó Jorge preocupado.
Ross sonrió para sí mismo. Algo malo, pues claro, Laura se emborrachó pero no había pasado nada peor, por ahora.
—¿Mamá está en casa? —preguntó Ross, ignorando la pregunta de su chófer. Jorge ya imaginaba las intenciones de Ross, y sintió algo de pena por la chica en cuestión.
—No, ella decidió dejarlo solo con sus amigos y arrendó su propio hotel. Me dijo que se lo informara cuando lo viera.
—Me parece bien —Ross sonrió, al fin las cosas parecían ir a su favor— Empecemos a manejar a casa —ordenó mientras subía al vehículo.
—...—
Riker ya había ido a la habitación señalada, se sorprendió al ver la habitación sola, pero debido a su estado pensó que Rydel llegaría pronto y que tal vez le daría una nueva oportunidad. Estaba dispuesto a esperar, y razonar bien las cosas con ella, pero también quería besarla, ese siempre había sido su sueño.
Mientras esperaba, se quedó detrás de la puerta, así cuando ella entrase, lo primero que haría sería besarla. Sonreía para sí mismo.
—...—
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Cuatro Ángeles.
FanfictionLaura es una adolescente con pocos recursos. Ella trabaja en el negocio familiar: una Pastelería. Su vida dará un giro radical al ser aceptada en el Colegio más prestigioso de todos. Al ser pobre, todos le harán la vida imposible. Y sin quer...