Apocalipsis Z: Caos

Parte 51

12 de marzo, 8:10 AM

Nos hemos levantado temprano.

Ayer le estuve dando vueltas al mapa, y como tonto que soy a veces no me había dado cuenta de un pequeño detalle. Un gran detalle.

En la zona hay una isla. Una isla enorme. Tío, como no me he dado cuenta antes, si lo tenía delante. Estoy perdiendo facultades.

Bueno, el caso es que puede ser una idea interesante. Quizás no sea necesario llegar a las Cíes para estar seguros. Esa isla podría valernos perfectamente.

Sigo repasando la idea mentalmente. No deja de tener pros y contras.

Un lugar aislado donde no puedan alcanzarnos, un vasto terreno para cultivar... pero también me rallan otras tantas cuestiones. No las había pensado hasta ahora.

¿Y si hay mas supervivientes en la isla? ¿Serán hostiles? ¿Nos aceptaran libremente?

Joder no me lo había planteado hasta ahora. Mierda, mierda. Caguen todo, le estoy dando demasiadas vueltas.

Bueno, después de desayunar, comenté mi descubrimiento con el grupo mostradles el mapa.

Sanzo y Silvia se alegraron de inmediato. Claus más precavido se rascó la barba pensando.

"Tiene riesgos," admitió, "pero todas las buenas estrategias los tienen. La clave está en la preparación. No podemos simplemente ir allí a lo loco. Necesitamos hacer una especie de reconocimiento primero. Asegurarnos de que es viable."

Para mí eso tiene todo el sentido del mundo. La prudencia era crucial en estos tiempos. Creo que este viejo a debido ser algo mas que un leñador a lo largo de su vida, se nota bastante al menos por su forma de hablar.

Tras ponernos de acuerdo en que lo primero seria planearlo bien, abordamos otra cuestión importante por parte de Silvia.

A ver como lo digo. Al parecer, desprendemos una fuerte fragancia a O de Sobaque. Vamos que según ella nos canta el alerón. A todos. Se incluye ella.

Así que nuestro prioridad de la mañana ha sido poner un poco de higiene en nuestros cuerpos.

Afortunadamente este sitio cuenta con un deposito de agua propio y lo mejor de todo, las duchas tienen agua corriente y además caliente.

Es la primera vez que me e podido relajar en mucho tiempo. Tuvimos que conectar una de las grandes bombonas de gas en los contadores pero valió la pena el esfuerzo.

También hemos aprovechado para acicalar un poco nuestro aspecto. Sanzo se deshizo de su barba poco poblada que lastraba desde hace días y yo me afeite mi cabeza a cuchilla, da gusto volver a notarla suabe. La barba la repase un poco pero no me la he quitado, no me pega ir sin ella. Y Claus, bueno Claus se duchó y ya está.

Me he detenido a observar mi aspecto. Aunque luzco un poco mejor se me nota también mas demacrado y las ojeras no ayudan mucho. Lo pero de todo es que me están saliendo canas, por todas la barba hilos finos y plateados comienzan a dejarse ver, no muchos pero ahí están.

Vaya tela, mira que fijarme solo en eso.

Después de asearnos, el ambiente en el grupo había mejorado notablemente. Había más sonrisas, nos hemos permitido bromear un poquito y por primera vez en mucho tiempo, a habido algo similar a la risa.

Solo puedo decir que es reconfortante. No quiero explayarme más.

Vamos a preparar a conciencia nuestra próxima excursión, me voy a reunir cosas que nos sean de utilidad. Hay que moverse.