14 de abril, 23:47 PM
Ya ha caído la noche y, finalmente, tengo un momento para mí. Después del tenso enfrentamiento de esta mañana, hemos logrado alejarnos lo suficiente de la comunidad del padre Gabriel. Durante todo el día, hemos esquivado y evitado a numerosos infectados que, curiosamente, parecían dirigirse en dirección opuesta a la nuestra. Su destino estaba más que claro: la comunidad que acabamos de dejar atrás.
Mientras escribo esto, me doy cuenta de que, de alguna manera, nuestro plan ha funcionado mejor de lo esperado. Aunque no puedo evitar sentir un escalofrío al pensar en los habitantes de la comunidad ahora expuestos a una horda de infectados. No puedo decidir si me siento aliviado o culpable.
Podría hablar y preguntarles a mis compañeros, pero prefiero no hacerlo. Sus respuestas tal vez no me gusten. Prefiero pensar que hice lo que tenia que hacer. Aunque no me sienta orgulloso.
De repente, la radio que encontramos hace unos días cobra vida en mis manos. Es esa emisora que descubrimos por casualidad: Radio Apocalipsis. Me pregunto quiénes serán estos tipos y por dónde andarán. Aunque, en realidad, no le doy mucha importancia. Lo que sí noto es que a mis compañeros parece gustarles cada vez que sintonizamos esta emisora. Probablemente sea por la música y la energía del locutor, Jax, que de alguna manera logra inyectar un poco de normalidad en este mundo caótico.
Miro el mapa desgastado que tenemos. Según mis cálculos, nos encontramos cerca de la localidad de Brihuega, en la provincia de Guadalajara. No es un lugar especialmente significativo en el gran esquema de las cosas, pero al menos nos proporciona un punto de referencia.
Nuestro siguiente paso debería ser dirigirnos hacia el noreste. He oído que en esa dirección hay menos actividad de infectados, y tal vez, solo tal vez, podamos encontrar un lugar donde descansar y reabastecernos. La ciudad de Sigüenza podría ser una buena opción, aunque es un riesgo acercarnos a áreas más pobladas.
También creo que es un poco putada. En la chusta de mapa que tenemos solo puedo ver que el tramo es a través de carreteras expuestas y mucho campo abierto. Y teniendo en cuenta lo que e visto y lo que este tal Jax cuenta en su emisora de radio el peligro es mas que considerable. Pero claro, ¿Qué no lo es hoy en día?
Mientras la noche avanza y los demás se entregan al sueño, me quedo despierto un rato más, escuchando las distantes melodías de Radio Apocalipsis y las crujientes llamas de nuestra pequeña fogata.
Hoy hemos pasado una prueba muy dura y hemos salido ilesos. Así que por un momento, me voy a permitir ser un poco optimista, aunque sea por un breve instante.
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Apocalipsis Z: Caos
Science FictionEn una sociedad inmersa en la rutina y la comodidad, la vida tal como la conocemos llega a un repentino y desgarrador final. Un apocalipsis se ha desatado, transformando las calles familiares en lugares de terror, y las rutinas cotidianas en luchas...