25 de septiembre, 18:32 PM
El día ha sido largo. No tanto por la distancia que hemos recorrido, sino por la incertidumbre que parece haberse instalado en todos nosotros. El sol está empezando a caer, y el cielo comienza a teñirse con esos tonos cálidos que tanto me recuerdan a tiempos más tranquilos. A lo lejos, puedo escuchar a Sanzo y Claus discutiendo sobre la mejor forma de arreglar la montura de Silvia, que ha estado dándonos problemas desde esta mañana. Trueno está pastando tranquilamente a mi lado, completamente ajeno a nuestras preocupaciones.
Decidí sentarme a escribir un poco mientras los demás hacen sus cosas. Es extraño, pero me siento más sereno cuando lo hago. Como si al plasmar mis pensamientos en estas páginas, todo tuviera un poco más de sentido.
Hoy hemos visto cosas curiosas durante el viaje. Claus, con su ojo siempre atento, fue quien hizo el descubrimiento más interesante. No mucho después del mediodía, nos topamos con un cartel de carretera semiderruido, casi devorado por manchas de oxido. Al principio no le prestamos mucha atención; carteles como esos se ven por todas partes, ya desgastados, indicando pueblos que hace tiempo fueron abandonados o golpeados por la pandemia. Pero este tenía algo más. Claus lo señaló con el dedo, y al acercarnos, notamos que alguien había escrito algo sobre él con manchurrones de brocha gorda y una caligrafía horrible.
"Diríjase a la Safe Zone, Monasterio de Valdediós", decía la pintada, hecha con letras gruesas y descuidadas. La pintura estaba un poco desgastada, lo que indicaba que llevaba allí un tiempo considerable.
Si mal no recuerdo, al principio de o este caos las "Safe Zone", supuestamente, eran zonas seguras que los gobiernos y militares establecieron para proteger a los civiles de los infectados. Zonas fortificadas, abastecidas y protegidas. Pero eso fue hace mucho tiempo, y si algo sabemos es que la mayoría no funcionó. O al menos, eso es lo que cuentan quienes llegaron a ver alguna. (Miro a Silvia discretamente).
Nos quedamos un buen rato mirando el cartel. Dada nuestra situación actual y con nuestros suministros reducidos considerablemente, nos pareció una idea interesante.
Normalmente desecharía la idea de ir a explorar un lugar así, pero dado el escas numero de infectados que pueblan esta región y debatiéndolo un poco por el camino podría resultar provechos ir a ver.
Si Claus tiene razón y esa "Safe Zone" es otro punto caído como el muchos otros, tal vez encontremos un botín suculento.
Puede que suene mal decirlo, pero lo que los muertos dejan los vivos lo aprovechan. Es lo que hay.
Así que nos dirigimos hacia allí. En lo personal, no puedo decir que tenga grandes expectativas. Probablemente, la Safe Zone esté vacía o en ruinas, como tantas otras. Pero no tenemos muchas más opciones.
Silvia y Sanzo están algo más adelante, revisando las mochilas y asegurándose de que todo esté en orden para mañana. Claus, comprueba su hacha buscando alguna muesca o deterioro que parece no encontrar, y yo... Bueno, yo escribo. Es lo único que me queda a veces para poner en orden las cosas. Para no olvidar que, en algún momento, todo esto fue diferente.
Mañana veremos qué nos espera en ese monasterio. La verdad es que no se a que distancia estamos. Ya se ira viendo.
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Apocalipsis Z: Caos
Science FictionEn una sociedad inmersa en la rutina y la comodidad, la vida tal como la conocemos llega a un repentino y desgarrador final. Un apocalipsis se ha desatado, transformando las calles familiares en lugares de terror, y las rutinas cotidianas en luchas...