Parte 103

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19 de mayo, 07:32 AM

La lluvia sigue golpeando suavemente el techo del refugio. A pesar de la incomodidad de mi enfermedad, siento cierta tranquilidad al escuchar el constante chapoteo. Claus, fiel a su palabra, preparó su "tratamiento secreto" anoche. No sé qué era exactamente, pero sabía a una mezcla extraña de hierbas y algo más que no pude identificar. A pesar del sabor desagradable, me ayudó a dormir.

Al abrir los ojos esta mañana, me siento un poco mejor. La tos sigue ahí, molesta y persistente, pero al menos puedo respirar con menos dificultad. Claus ya está en pie, moviéndose alrededor del refugio, revisando nuestros suministros y preparando algo que huele delicioso.

Sanzo y Silvia también están mejorando. Aunque todavía lucen algo pálidos y débiles, sus sonrisas son un buen indicio de que están en el camino de la recuperación. Me alegra ver que este pequeño grupo, está saliendo adelante.

Mientras me siento a desayunar, un caldo caliente de sopa instantánea que Claus ha preparado, me permito un momento para reflexionar sobre lo que hemos superado. Las peleas, las enfermedades, los encuentros con los infectados... cada uno de estos desafíos.

Supongo que nos hemos adaptado a este nuevo mundo caótico, aprendiendo a sobrevivir en él, pero todavía nos falta mucho para sentirnos a gusto...

Hoy, sin embargo, es un día de descanso y recuperación. No hay cacerías ni exploraciones planeadas. Solo descansar, recuperar fuerzas y cuidar de los caballos, que pacen tranquilamente a pesar de la lluvia.

Del grupo de infectados que había logrado sitiarme, no hay ni rastro, Claus asegura que ayer vio salir a varias de esas cosas del pueblo, diseminados en diferentes direcciones y grupos, puede que fueran los mismos con los que me encontré. En cualquier caso, por ahora será mejor no hacer más expediciones al pueblo.

Mientras mis compañeros conversan en voz baja, planeando los próximos pasos una vez que todos estemos completamente recuperados, yo me dedico a escribir estas líneas. Es una forma de mantener la cordura. Algo difícil en estos tiempos.

Seguramente mañana ya este en condiciones de poder viajar. Si mis dos compañeros enfermos se encuentran mejor, no tardaremos en abandonar este lugar o al menos ir pensando en ello.

Ya se verá.

Cierro este diario por hoy y me sumo a la charla. Me apetece socializar un poquito.

Apocalipsis Z: CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora