Capítulo 22.-

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POV JUNGKOOK

Mando a llamar a mi asistente porque no lo he visto en toda la mañana, ni siquiera trajo mi café, pero esta perdonado porque sé que está en el piso de penales trabajando con Hoseok. Necesito consultarle mi agenda y también preguntarle si está tomando la medicación; no quiero que vuelva a suceder lo mismo en la empresa.

Cuando se presenta en la oficina me sorprendo realmente. Tiene un traje negro que obviamente es nuevo, su camisa está impecable y la corbata le sienta de maravillas. En verdad lo esperaba con su traje insulso como siempre; pero me ha sorprendido sobremanera. Con la ropa anterior no se apreciaba su figura; debe medir algunos centímetros menos que yo y tiene buen porte, bah...buen porte... un hermoso cuerpo por lo que se puede ver. Oh... ha cortado también su cabello... vaya... si hasta parece un abogado más del bufete. Pero... ese aroma, esa fragancia... ¿es él? ¿Se ha perfumado también? ¡Vaya... qué cambio!

—S-si Jimin. Buen día. ¿Cómo estás hoy? Emmm... t-te mandé a llamar porque necesito mi agenda del resto del día.—

¿Qué mierda? ¿Estoy tartamudeando? Lo observo y en su actitud no ha cambiado nada, solo que se mira diferente con ese atuendo. En verdad le sienta bien... muy bien.

Mientras lee en voz alta todos los pendientes que tengo para hoy, me pongo de pie y disimuladamente me voy acercando a él, creo que lo estoy haciendo inconscientemente pero es que, necesito oler esa fragancia para asegurarme de que es el quien la porta. Solo para preguntarle donde la compró y conseguirla yo también, claramente.

Sigue con la mirada baja mirando el papel en sus manos y me acerco lo suficiente sin que siquiera se dé cuenta, y claro que es su fragancia! ¡Y qué bien huele!

Sin dejarlo terminar de leer, lo interrumpo:

— Jimin, ¿has seguido el tratamiento? ¿Estas tomando la medicina y las vitaminas?—

Cuando levanta la vista brinca en el lugar, no se había percatado de que yo estaba tan cerca, así que creo que lo asusté, pero no me atrevo a decirle que quería oler su fragancia porque puede pensar cualquier cosa.

— S-si señor Jeon- se aleja dos pasos hacia atrás casi tocando la pared con su espalda- tomo mis medicinas cada 8 horas y las vitaminas una vez al día. Quédese tranquilo que no volverá a suceder lo de aquella vez.—

— Me parece bien, pero no olvides que también debes hacerte un control la próxima semana en el hospital; solo para asegurarnos de que vas mejorando—

— Está... está bien señor Jeon, lo haré sin falta. ¿Se lo ofrece algo más?—

— ¡Sí, quiero tu número de teléfono! Es decir, anoche me di cuenta de que no tengo el número de tu móvil, ya sabes, por si necesito darte indicaciones y no me encuentro en la empresa—

Y ahí está otra vez, el sonrojo y el nerviosismo a flor de piel. ¿Pero qué he dicho ahora? Ni siquiera mencioné lo elegante y profesional que se ve en ese traje y con ese cabello tan prolijamente cortado.

— El móvil... s-si... mi móvil. O sea... resulta que... lo he perdido señor Jeon y no he tenido tiempo de comprar uno; ya sabe, muchas obligaciones. Pero en cuanto lo haga se lo daré a Jenny para que lo coloque en la base de datos.—

Lo que tiene de eficiente lo tiene de misterioso; no logro descifrar porqué se pone nervioso alguna veces. En verdad creo que necesito saber un poco más sobre mis contratados.







Luego de que mi asistente se retirara, le envío un mensaje a Nam exigiendo su presencia en mi oficina, ahora me va a escuchar.

— ¿Se puede saber qué mierdas estás haciendo, Nam? ¿Dónde quedó eso de que no podrías engañar a Vanessa? ¿Acaso me has visto la cara de estúpido?—

¿Qué me estás haciendo, nene? ||KOOKMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora