Capítulo 69.-

2.8K 294 47
                                    

POV JUNGKOOK

Siempre se puede hacer una excepción. Normalmente hubiese huido en cuanto la última gota de semen sale de mí; pero esta vez me gusta estar aquí, me gusta el nuevo hogar de Jimin, me relaja su cama, me da calidez su cuerpo a mi lado, me siento cómodo acariciando su espalda. Sólo será un momento, tampoco es como si significara nada más, solo es un momento de relajación.

Pero creo que me relajé demasiado porque me despierto cuando claramente ya acaba la tarde y Jimin no está a mi lado, ha dejado una nota sobre la mesa de noche diciendo que fue a comprar comida. Entonces decido apresurarme en buscar mi ropa para encerrarme en mi departamento lo más rápido posible, pero mañana es sábado por lo que no hay horarios, y mi departamento seguramente está frio, además de que no tengo comida allí y no... no huele a Jimin. Así que creo que no tiene nada de raro que me quede a comer con mi asistente, después de todo también compartimos trabajo, además de sexo.

Así que primero voy a mi casa por una ducha rápida y un cambio de ropa para sentirme más cómodo, y por las dudas, solo por si acaso; me llevo un cambio más en el coche.

No tengo ni idea de cuál es el gusto preferido de Jimin en cuanto a helados, así que compro un poco de cada uno, alguno de todos estos tiene que agradarle. Cuando vuelvo Jimin abre la puerta haciendo ese tierno puchero con su boquita que me llena de ternura, pero además tiene el ceño fruncido; parece enojado y pienso que quizás no quiere que este aquí. Sin embargo el pasa a una expresión de tranquilidad y se dispone a terminar la cena, mientras yo lucho cuerpo a cuerpo con el aparato de televisión que me va ganando 1 a 0.

Me relamo intensamente con cada bocado, otra de las virtudes de Jimin, evidentemente, es que cocina de maravillas; además hace mucho tiempo que no como comida casera. Pensándolo bien, todo en Jimin me hace sentir como en casa; el, su hogar, su comida, sus caricias hace un rato cuando dormía...

Se siente bien cenar en compañía, en su compañía. La conversación es sobre cuestiones triviales o sobre alguna que otra escena en la pantalla, me da igual de qué hablemos, mientras la sonrisa de Jimin siga apareciendo entre nosotros.

Por suerte le atiné a casi todos los gustos de helado, y a la elección de la película también. Aunque admito que me distraje bastante mientras la buscaba cuando al voltear hacia la cocina vi a Jimin ordenando los trastes. Quizás sea una escena bastante familiar para mi gusto, pero por un momento no me disgusta para nada la idea de compartir más momentos así con mi nene.

Por obvias razones de comodidad, Jimin y yo nos sentamos más cerca en el sillón, sólo para poder ver mejor la película y para poder conversar mejor mientras criticamos las escenas, pero de un momento a otro mi acompañante deja de responderme. Jimin se ha dormido con la carita apoyada en mi hombro. Ok. Definitivamente esto no es algo sexual, pero no quiero ni despertarlo ni irme. Paso entonces mi brazo detrás de su cabeza para darle más comodidad y Jimin se aferra a mi pecho y pasa una de sus piernas sobre las mías. Me produce mucha ternura verlo así, pero debo despertarlo para que se ponga su pijama y duerma cómodamente en la cama... tal vez entre mi muda de ropa de repuesto haya traído equivocadamente también mi pijama y pueda quedarme a dormir con él.

Si de sinceridad se trata, no puedo mentir y decir que esto no me gusta. Hace ya un buen rato que nos acostamos, ambos con nuestros pijamas. Jimin cambió su ropa prácticamente sin abrir los ojos, supongo que el día de mudanza lo dejo exhausto. Yo en cambio no puedo dormir porque estoy concentrado en mirarlo y admirarlo. Jimin es realmente bello, toda su piel es de porcelana y tiene rasgos muy hermosos; con este cabello rubio y su boquita entre abierta casi parece un muñeco. Pero no uno de esos muñecos con los que se juega, claro que no; sino esos muñecos que se cuidan y se protegen para que no se dañen, porque te gustan demasiado como para perderlos o reemplazarlos por otros.

¿Qué me estás haciendo, nene? ||KOOKMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora