Capítulo 27.-

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POV JUNGKOOK

Vaya noche de mierda y vaya recibimiento en la empresa. ¿No era que esa mujer no tenía nada con Park? ¿Y no tener nada con él le da derecho a tocarle el culo así? ¿Me cree idiota? ¿Por qué me habrá mentido? Al fin y al cabo si es su novia, esposa, amante o lo que sea no es problema mío, pero me molesta que me haya mentido. Quizás debería contarle a mi asistente el desmadre que hizo esa mujer cuando estuvo hospitalizado y así ver que me dice el... Bah... a mí qué carajo me importa. Mientras cumpla en su trabajo está bien.

—Hey, te estoy hablando, pareces una marmota! ¡Regresa ya de tu viaje astral Jeon, joder! ¿en qué tanto piensas?—

—En que voy a golpearte si me sigues tocando las pelotas Nam... vamos... a trabajar que es un día importante hoy, mueve el culo de una vez!—

Mientras subo en el ascensor tengo un leve recuerdo de lo sucedido anoche y me da escalofríos, ¿Qué mierda paso por mi cabeza anoche?



—Buen dia, su café señor—

— ¿Cuántas veces te voy a decir que lo hagas en silencio Park? ¿Eres sordo o qué?—

—L- lo siento señor—

Jimin se retira y me doy cuenta de que le grité demasiado fuerte y sin motivo alguno. Ya le había dicho que lo hiciera en silencio pero me he acostumbrado a que al menos me dé los buenos días y no me molestaba. No sé qué me pasó recién para reaccionar así, pero es que me encontré mirando lo espectacular que le queda ese tono violeta de su camisa, es como si le realzara lo blanco de su cuello y oliendo ese perfume que... Pffff.

Solo estoy estresado, solo es eso. Luego le pediré disculpas... o no... soy el jefe, no tengo que pedir perdón por nada, no he hecho nada malo.


—Jimin, en 10 minutos en la sala de juntas, te necesito atento hoy y lo harás si quieres conservar el empleo—

—Claro señor, como usted ordene—

¿Como usted ordene? Eso es nuevo, nunca me ha respondido así. En fin... nada de distracciones hoy.

Comienza la primera junta del día, no es tan complicada ya que la mayoría de los presentes son abogados del bufete, solo algunos son externos y los conozco a todos. Hago mi presentación con éxito y terminamos todos de acuerdo con los nuevos lineamientos. Mi asistente se mantiene en silencio todo el tiempo y con la cabeza gacha tomando notas. No me ha dirigido la mirada en toda la junta y está bien, no le pago para que me mire, sino para que trabaje. La reunión se extendió más de lo que esperaba, no tendré tiempo de descansar entre esta junta y la siguiente, pero está bien... puedo hacerlo... me tomaré un receso de al menos 15 minutos.

—¿Jimin tomaste notas? ¿Las tomaste todas? Espero que sí, porque no te pago para que hagas el trabajo a medias y ponte atento porque la siguiente junta es más importante aún, no voy a tolerar errores—

Mi asistente se queda estático, me mira con los ojos como platos y con las mejillas coloreadas de rojo, miro sus labios abrirse como si quisiera decir algo pero no me responde nada y a cambio extiende su block de notas en donde puedo ver que no solamente está todo anotado sino que también está muy prolijo. Volví a tratarlo mal y el sólo ha hecho su trabajo de manera impecable. ¿Qué mierda tengo hoy?

Normalmente me siento seguro en las juntas, estoy perfectamente preparado para hacerlo, pero hoy estoy disperso y además nervioso, mientras espero a que terminen de ingresar a la sala todos los convocados, veo entrar a mi asistente con los ojos rojos e hinchados. Seguramente está resfriado, y si pidió permiso para ir al baño a llorar no es asunto mío.

Ya casi llegando a la última parte de la presentación, toco mis bolsillos en donde debería estar mi pendrive con la información para proyectar en la pantalla y no lo encuentro, disimuladamente toco el bolsillo del saco y tampoco está, no me puedo permitir fallar en esto, se caería a pedazos la posible apertura de un segundo bufete en el exterior y todo el trabajo habría sido en vano. Respiro hondo y asumo el error, me pongo de pie para explicarles la situación a todos y hundirme en la vergüenza por haber fallado en algo tan importante, cuando mi asistente de manera miedosa se acerca un poco a mi oído y me dice -aquí esta señor- y con disimulo me lo entrega.

Si... me salvó el culo por segunda vez. ¡Mierda!

La segunda junta termina al fin y todos estamos más que satisfechos con el resultado, solo algunos viajes al exterior y ya tendremos un nuevo bufete. Pero aunque satisfecho, me siento un poquito mierda por haber tratado así a Jimin; simplemente no sé qué me ha pasado todo el día de hoy con él. No he dejado de tratarlo mal y el solo ha hecho su trabajo.

—Gracias Jimin por lo del pendrive, estaba seguro de que lo tenía en mis bolsillos—

—Por nada señor, es mi trabajo—

—Oye, quieres ir a tomar un café cuando salgamos de aquí— La pregunta sonaba mejor en mi cabeza, largarlo así de la nada sin antes haberle pedido disculpas no fue lo correcto

—Le agradezco señor pero tengo un compromiso. En otra oportunidad será. Si no necesita nada más me retiro a la sala de fotocopias—

Me quedé unos segundos en el pasillo pensando en la frialdad de mi asistente, pero claro... si lo he tratado como mierda todo el día. Al fin y al cabo está tratándome con el respeto que yo le he pedido.


Una vez en mi despacho termino mis tareas pendientes y a la hora de salida me dirijo donde Nam para irnos juntos ya que tenemos el mismo destino.

Mientras íbamos saliendo de la empresa logro ver por el cristal a Jimin subiéndose al coche de aquella mujer escandalosa y mentirosa y abrazándola. ¡Claro! El compromiso era con su novia por eso rechazó mi café.

¿Qué me estás haciendo, nene? ||KOOKMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora