Capítulo 43.-

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POV JIMIN

Después de huir despavorido hoy de la piscina solo para masturbarme y sin siquiera agradecerle a Jungkook, estoy dudando entre bajar a cenar con él o pedir la comida en la habitación. Pero no quiero quedarme encerrado en una noche tan espectacular como esta, además no tengo nada de sueño y... me gustaría compartir la cena con el.

La comida transcurre normal, pero yo me siento mas que avergonzado y no puedo siquiera mirarlo a la cara. Jungkook, gracias a Dios, no menciona la situación de hoy en la piscina pero cada vez que tengo la oportunidad lo miro de reojo y solo puedo confirmar lo caliente que es este hombre. Y me cacheteo mentalmente cuando me encuentro de regalado haciéndole compañía mientras bebe como deshidratado.

Creo que mi jefe debería beber alcohol como desayuno cada día, porque es increíble el cambio de personalidad cuando ya va por el final de su primera botella. Me está haciendo reír como loco con sus anécdotas de adolescente y yo sólo puedo pensar en que me gustaría verlo sonreír así a diario. Definitivamente pondré algunas gotas de vodka o tequila o lo que sea en su café mañanero.

Pero se excedió con la cantidad y ahora estoy tratando de llevarlo escaleras arriba hacia donde se encuentran las habitaciones. Su complexión es bastante más grande que la mía y me cuesta horrores guiarlo tratando de no caer ni tirarlo en el intento.

El solamente se ríe... ya no habla de nada, solo se ríe a carcajadas y está totalmente ebrio. Y cómo me gustaría filmarlo en este momento para mostrárselo cuando me ponga cara de perro en la oficina.

Ya en frente de su habitación, debo meter las manos en los bolsillos de su pantalón para encontrar la tarjeta que abre la puerta, porque se la he pedido 3 veces y el solo sigue riéndose, vaya a saber Dios de qué.

Por fin logro abrir la bendita puerta y suspiro cansado porque he hecho demasiada fuerza. Lo guio hacia la cama, pero antes de recostarlo debo sacarle los zapatos y la chaqueta. Y así lo hago, como puedo. Por un lado, me es difícil porque no quiero que se caiga, y por el otro también me es difícil porque siento como si lo estuviera desnudando, y mi mente empieza a jugarme en contra nuevamente. Pero es el jodido jefe, así que despejo los pensamientos y sigo con lo mío.

En un determinado momento, con el parado con nada de equilibrio frente a mí, él se pone serio de repente, me toma de las mejillas con ambas manos, se acerca peligrosamente a mi cara y me mira... me mira... me mira... y comienza a reír de nuevo. Y Diossss que me voy a morir aquí mismo por pensar en un fragmento de segundo que él podría llegar a besarme.

Le ayudo a colocarse de espaldas en la cama, asegurándome de que al menos se encuentre en una posición cómoda, pero cuando me acerco para acomodar su almohada, el sólo tira con ambas manos de mi cintura y yo caigo literalmente sobre él.

Me quedo estático en esa posición mientras mi jefe no afloja el agarre de mi cintura. Ambos nos miramos a los ojos pero ninguno dice ni hace nada. Estamos con nuestras caras tan cerca que casi puedo sentir su aliento. Quizás son solo un par de segundos, pero a mí me parece una eternidad. Entonces siento como su mano derecha pasa de estar aferrada a mi cintura a estar en mi boca, acariciando mi labio inferior con el pulgar de manera tortuosamente lenta sin apartar su mirada de mis ojos. Y se me detiene el corazón; por la sensación y porque no entiendo un carajo lo que está sucediendo. Y él me sonríe genuinamente, cierra los ojos... y se duerme. ¡Si! Se durmió y madre que me parió que el corazón se me está por salir del pecho otra vez.

¿Qué me estás haciendo, nene? ||KOOKMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora