Capítulo 10.-

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Ya llevo cinco minutos tocando la puerta de la oficina y el señor no me responde, me giro hasta la sexy secretaria y ella mirándome se sonríe y baja la mirada. ¿Por qué no me dice de una vez si el señor salió así no sigo tocando?

La puerta se abre bruscamente y en lo que logro reaccionar el señor Jeon ya está sentado en su escritorio con las manos cruzadas sobre éste.

—Tocas una vez, si no respondo es que puedes pasar. Si no puedes pasar te lo haré saber. No puedo perder el tiempo respondiendo ¨pase¨ a cada uno que toca. Mi tiempo vale dinero. ¿Queda claro Park o tú también serás una molestia?—

Mirar a ese hombre sentado con esa postura, con el ceño fruncido y hablándome en ese tono me da miedo. Sinceramente... me da miedo, es mi primer día y presiento que la voy a pasar muy mal.

No alcanzo a responder cuando deja caer con brusquedad una agenda sobre el escritorio.

—De ahora en más esta agenda es tu vida, no te despegas de ella ni para ir al sanitario. Todo lo importante está allí. Números, nombres, direcciones, fechas. Pierdes o estropeas eso y date por despedido.—me mira penetrantemente— ahora tráeme un café, lo diré solo una vez: fuerte y caliente! Quiero uno en mi escritorio al llegar cada día y otro a las 11 de la mañana en punto. Si no está como me gusta, lo tiraré y te lo haré traer hasta que sea correcto, así tengas que perder toda la mañana en la cafetería; mañana que te descontaré del salario, por supuesto. Luego de mi café vas a llamar a todos los socios para solicitar una junta para esta tarde a las 14.00 hs. Y quiero que traduzcas todo el expediente del caso de los latinos Rodríguez - López del español al coreano, para pasado mañana lo quiero en mi escritorio al llegar. Retírate. —

Con una leve inclinación me retiro del despacho, no quise ni siquiera decir adiós porque estoy memorizando todo lo que me dijo. Otra vez habló casi sin respirar y yo otra vez pude decir ni mu.

Ahora entiendo la mirada que la sexy secretaria me ha dado antes de entrar y con un suspiro cansado me acerco a ella.

—¡Podrías al menos haberme dicho que debía pasar y no golpear como un tonto!—

Ella sonríe amablemente. —¡Lo siento! No me tiene permitido decirlo a los nuevos. Por cierto— ella observa unos papeles en su escritorio—¿es correcto tu nombre? ¿Park Jimin es? ¿Verdad? Es que tengo que actualizar los datos personales de los empleados directos del señor Jeon. Yo soy Jenny y soy la asistente de piso, he trabajado aquí diez años, así que cualquier consulta o inquietud que tengas no dudes en venir a mí. No te preocupes por el jefe, a veces parece que va a ladrarte pero si haces bien tu trabajo no tendrá motivos para hacerlo. Es su forma de imponer respeto. Por lo demás es un excelente jefe, y te aseguro que la paga es buenísima, vale la pena cada cara de ogro del señor!—

—Me da gusto Jenny, eres muy amable, gracias por ofrecer tu ayuda. Pensé que todos aquí serían como la bruja de mesa de entrada ¿has visto su cara? Creo que me odia aun sin conocerme.—

—¡Shhh....por Dios! ¡Baja la voz Jimin! Están prohibidos los chismes de pasillo, ¿no te lo ha dicho el jefe?, si él llega a escucharte no dudará en ponernos a los dos de patitas a la calle, te lo aseguro, ya lo ha hecho con otros empleados.—

—L-lo siento... me dejé llevar. No volverá a suceder, lo siento.—

—Tranquilo, no te estoy regañando, no es mi estilo, solo te lo digo para que recuerdes que las reglas que impone el señor hay que cumplirlas si o si, si es que quieres llevar la fiesta en paz. Ahora ve... estoy segura de que te pidió su café y si tardas más irá el mismo a buscarlo, y créeme que eso no será bueno para ti.—

—Ah... y Jimin... ¡bienvenido! Creo que me dará gusto trabajar contigo. —





Permiso señor, le traigo su café. 

¡¡¡¡Ahhh por Diosssss, qué fastidio!!!! En silencio señor Park, en silencio. Limítese a dejar el café y solo hable cuando tenga algo que comunicarme. Aunque parezca que estoy sentado aquí sin hacer nada, estoy pensando en cómo resolver un caso, y cualquier distracción es pérdida de tiempo y mi tiempo...

Vale orosusurré

Me mira sobre sus gafas con cara de pocos amigos... Exacto, así que si ya lo aprendió póngalo en práctica.

Mierda! Me escuchó!

Ordeno con mucha atención los papeles que se encuentran sobre mi escritorio, le llevo su segundo café a las 11 en punto y parece que está bien así porque ninguna de las dos veces me dice nada al respecto, concreto la junta de socios para la tarde y me dispongo a traducir el expediente. Sinceramente si no me apuro no voy a llegar, estoy capacitado para hacerlo, pero me falta práctica. ¿Podré llevarlo a mi casa? A mi casa, jajaja... me doy risa. ¿Cuál casa?

En lo que resta del día no vuelvo a ver al jefe, aun no estoy capacitado para acompañarlo a sus reuniones así que no muevo en todo el día el culo de mi silla. Este expediente es más complejo de lo que pensé, y es que los casos de divorcios cuando hay bienes de por medio son más difíciles que cuando hay niños en común.

Mi jornada laboral tendría que haber terminado a las 16 horas. Pero estuve tan entretenido que se hicieron las 17.15 y si no me apuro me cerrarán la casa de acogida y dormiré en la calle.

Salgo prácticamente disparado... si no corro no llegaré a tiempo.

18:05 hs estoy en la puerta del galpón, con el rostro rojo y casi sin aliento, mi capacidad pulmonar evidentemente esta pésima.

¡Y si! Me traje el expediente, espero que Jeon no se entere porque estoy jodido, pero es que si no lo hacía es imposible avanzar en la traducción. Esta noche me quedo despierto hasta las 3 de la madrugada estudiando los papeles y después me venció el sueño; no estoy feliz, claro que no, falta mucho para sentirme así... pero al menos estoy un poco más tranquilo.

Hasta ahora en el bufete solo conocí al señor Kim, a la vieja vinagre, a la secretaria sexy y ahora amable, a la niña de la cafetería que es un amor (ella me enseñó a preparar correctamente el café) y al señor no-me-mires-porque-te-ladro-Jeon.

Mi primer día estuvo bien, es decir, mi jefe me gruñó las pocas veces que me habló, pero considerando que había empezado el día diciéndome que era un sordo, lo terminé bastante bien. No sé si estoy totalmente capacitado para este empleo, pero sí sé que soy obstinado como mi madre, y el único objetivo que tengo en mente en este momento es hacerlo bien para poder salir adelante solo.

Mi madre... ¿Cómo estará? ¿Habrá discutido con el señor que me engendró? Si... ya ni siquiera puedo llamarlo padre.

Por cierto, ella no me ha llamado, ni Tae.

Me levanto de la colcha y busco en los bolsillos del saco del traje, perfectamente colgado en una percha cortesía de Yuri, busca que busca y nada... bolsillos del pantalón: nada... entre los papeles: nada!

Dioooooossss Joderrr!!!! Seguro lo perdí en la maratón desde el bufete hasta la casa.

Jimin llamando a quien sea que esté allá arriba: ¿qué te he hecho? Dime que pecado tan grande he cometido para que me odies tanto!

Perfecto, simplemente perfecto. ¿Por qué parece que cuando las cosas comienzan a ordenarse todo se va a la mierda de nuevo? ¿Alguna otra cosa más va a pasarme?







Actualización de 3 capítulos seguidos para que mi fiel lectora YeidyRivera3 se entretenga en fin de semana 🤗🤭




¿Qué me estás haciendo, nene? ||KOOKMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora