Capítulo 66.-

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POV JIMIN


Bueno... rotundo hubiese sido si no hubiese puesto mi condición. Es que, aquella charla con Tae y Yoon, cuando me enteré de la apuesta de los muy perros, después de varias tazas de café, concluimos que yo haría lo que sintiera pero siempre cuidándome, y cuidando mi corazón.

En palabras de Tae: "Si tanto te atrae, si te hace sentir tantas cosas, no te reprimas... pero cariño, siempre ten presente que tu jefe no es gay y hasta hace unos días ni siquiera aceptaba que su mejor amigo corriera para el lado contrario que él. Aun no me agrada, pero no seré yo quien quiera manejar tu vida como lo hizo tu padre. Disfrútalo, porque ya te has privado demasiado de vivir, pero no te involucres demasiado" Luego Yoon agregó que es muy fácil al principio confundir sexo con amor... pero que debo entender que el amor es la decisión de hacer feliz al otro, y no solo el deseo de darle placer.

Entonces la mejor manera para cuidar mi corazón de un hombre como Jungkook que coge como los dioses pero no ama a nadie porque no cree en el amor, es dejando abierta la puerta que me permita también conocer a otros hombres. Fui sincero cuando le dije que quizás encontraría al amor de mi vida.

Si lo pienso demasiado, claramente mi jefe sería el prospecto perfecto: ¿Físicamente? Ok. ¿Profesionalmente? Ok. ¿Sexualmente? Ok. Pero... ¿sentimentalmente? ...

Lo disfrutaré... sabe Dios que lo disfrutaré, pero siempre teniendo en cuenta que es solo sexo y nada más.



Con un dolor terrible en el culo y la espalda, y encima caminando estilo pingüino, llego a la empresa para llevar directamente el café de las 8 a mi jefe. Pero Jenny me avisa que ha cancelado toda su mañana.

Confieso que me alivia de cierta forma, no es como si fuera lo más normal del mundo llevarle el café al tipo que te chupó hasta la energía la noche anterior y hacer de cuenta que nada ha pasado. Pero me parece raro que no me haya comentado sobre ningún compromiso laboral fuera de la empresa en el día de hoy.


Luego de haberle ganado el juicio a mi padre, todo el bufete está más calmo, sólo haciendo las tareas de rutina en total tranquilidad. Pero yo no me siento así. La ansiedad se apodera de mí cada vez que recuerdo la noche de anoche. Tae me había contado antes su primera vez y entonces yo esperaba vergüenza, lágrimas de dolor, nervios, un orgasmo desastroso o incluso la ausencia de él. Pero fue todo lo contrario, sin perder la importancia de haber perdido mi virginidad, con Jungkook se sintió natural; mi cuerpo reaccionó satisfactoriamente a cada uno de sus toques y sé que quiero volver a sentirlo, sólo que no sé muy bien cómo llevar a cabo una relación de no exclusividad con mi jefe. Porque eso también implica que él puede follar y besar y abrazar a quien le plazca, y no es algo que me agrade demasiado. Es que... no sólo compito con mujeres, ¿Quién dice que no le guste otro hombre ahora que sabe lo que se siente?


Mi día en la empresa termina a horario y no he visto a Jungkook por la tarde porque no me ha llamado ni siquiera por el intercomunicador para pedirme alguna tarea. Tae y Yoon vuelven mañana temprano y no quiero estar solo en el departamento. Entonces, mientras camino tranquilo hacia ningún lado, pienso que ya tengo suficiente dinero para rentar mi propio cuarto o quizás un mono ambiente; algo pequeño pero que me dé libertad y al fin pueda darles privacidad a mis amigos.

Mi móvil suena con insistencia y llama mi atención que el número en pantalla es de la casa de mis padres, pero sabiendo que mi madre ya no vive allí ni me molesto en responder. Luego de un rato es mi madre la que llama; pero en verdad hoy no quiero contestar, hoy se trata de mí, solamente de mí.

Por una vez, una sola vez en mi puta vida la suerte se pone de mi lado, el supremo se acuerda de que existo y consigo un pequeño departamento cerca de la empresa que se adapta bastante bien a mis necesidades, pero sobre todo a mi bolsillo. Ahora que estoy en planta estable mi salario es bastante más alto y me puedo permitir todas esas cosas que hace meses atrás anhelé tanto, pero eso no significa que no me haya quedado el rastro de inseguridad en lo económico; prefiero siempre poder tener algo ahorrado. 

El lugar es de una anciana que lo compró para su nieto, pero él se ha ido a estudiar al extranjero así que lo puso en alquiler. Podría decirse que es prácticamente nuevo. El espacio está bien para mí.

No lo pienso demasiado, el contrato además incluye muebles, así que la oferta es inmejorable. Solo que los muebles están en un depósito aquí a unas cuantas calles ya que los llevaron para poder pintar todo antes del nuevo inquilino.

Solo debo comprar un buen colchón, sábanas nuevas y algunos adornos para las paredes. Así que una vez presentados todos los documentos, firmo el contrato y salgo feliz como nunca directo al centro comercial a comprar los objetos que le den mi impronta a mi nuevo hogar.


Tae y Yoon se ven felices por mí, pero mi mejor amigo me dice que no era necesario que los abandonara tan rápido, que me extrañará horrores y que le haré falta. ¿Ya dije que es un exagerado?.


Hoy viernes tampoco he visto a mi jefe, me preocupa que quizás lo que pasó entre nosotros haya sido un error y ahora esté evitándome, no quiero que se compliquen las cosas en la empresa. Pero el pensamiento es casi mínimo comparado con la emoción que siento por mudarme a mi espacio personal. Mi propio espacio... bueno... propio no, pero pagado solamente por mí.



Somos seis. Seis personas. Seis hombres tratando de llevar un sillón caminando por las calles. ¡Joder que hubiese sido más fácil contratar un camión de mudanzas! Pero Namjoon insiste en que son pocas calles y que podemos llevar los muebles en pocos viajes.

Jin tropieza varias veces en el camino, y yo estoy más que agradecido con él porque sé que, aun cansado por la guardia de anoche, ha venido a ayudarme desinteresadamente. Hoseok es el encargado de la música, dice que es necesaria para trabajar mejor, cuando en realidad lo único que hizo fue sentarse en el sillón a hacer una lista de los alimentos que tengo que comprar en el mercado. Yoon, siempre con su ceño fruncido, lleva media hora taladrando la pared para colocar derecho un cuadro que, aunque no me gusta ni un poquito, dice que le dará vida al ambiente. Mientras Tae lo manosea descaradamente diciendo lo sexy que se ve con la herramienta en la mano.

Había pensado en hacer esto con Tae y ayuda de alguna empresa de mudanzas, pero Yoon en un rápido movimiento con su móvil se encargó de avisar a todos para que me ayudaran.

Aún faltan varios muebles por traer y estamos agotados, pero por mi parte sigo tan feliz y tranquilo como esta mañana.

Bueno... tranquilo ya no...





¿Qué me estás haciendo, nene? ||KOOKMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora