Capítulo 84.-

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POV JIMIN

Despertar cada mañana sabiendo que un par de horas luego de mi jornada en la empresa iré directo a disfrutar mi sueño hecho realidad, es realmente lo más gratificante que me ha tocado vivir. Hace un tiempo era solo un anhelo, un deseo, algo que me gustaba imaginar una y otra vez; pero hoy estoy disfrutando de bailar y sentirme libre; si, porque eso siento con cada movimiento: que soy libre. Libre de amar, libre de elegir, libre de ser sin censura ni prejuicios.

Aunque pasen los días creo que nunca podré borrar de mi memoria el momento en que Kook me regaló esta Academia; todo fue tan perfecto. Y me sentí sumamente culpable de haber estado enojado con él unos minutos antes; porque si lo pienso con detenimiento puedo ver que desde esa noche en que me cargó como costal de papas y me sacó del bar, nunca ha hecho nada para dañarme, al menos no intencionalmente, mucho menos lo haría ahora que nos amamos y estamos felices juntos.

Hubo quienes insinuaron que mi amor por Jungkook se debía justamente a eso, a que podría aprovecharme de él, de su prestigio y de su dinero para, por ejemplo, obtener una Academia. Todos quienes leen esta historia saben perfectamente que no es así. Incluso mi agradecimiento para con él no es precisamente por la Academia en sí, no, claro que no. Mi agradecimiento es por haber pensado en mí, en lo que me gusta, en mis deseos. Por haber dedicado tiempo para preparar la sorpresa y más aún, por haber molestado prácticamente a todos nuestros amigos para que lo ayuden. Mi agradecimiento es porque sé que no espera nada a cambio, nada más que mi felicidad.

Pero es de público conocimiento que la felicidad nunca es completa, jamás. Siempre falta algo por acá mientras sobra por allá. Sólo que lo que a mí me está faltando es la paz de mi hermano muerto y me está sobrando un padre sin corazón. Y aunque intento sacarme el pensamiento de la cabeza, hay momentos como este, en el que estoy disfrutando de la compañía de Kook en mi salón de baile, en los que me invade la sensación de incomodidad; esa sensación de que tengo algo pendiente por resolver y me inquieta sobremanera.

Pero como todo en esta vida tiene un curso perfecto y Diosito parece que ha decidido darme un poco de paz; como por arte de magia aparece Nam unos días después en la oficina diciendo que hay un caso de denuncia por ocultar información sobre suicidio y que, casualmente, el defensor contrario es mi padre. ¡Bingo!.

En verdad no soy una persona mala, ni con pensamientos de odio, ni con deseos de venganza. Pero tampoco soy un ser sin sentimientos ni mucho menos un idiota. Yo debo obtener esa carta para estar tranquilo; para saber qué pasaba por la mente de Jongsú para tomar tal dicisión, pero mi padre debe pagar lo que hizo; al menos debe sentir un poquito del dolor que nos ha hecho sentir a mí y a mi hermano. Por eso es que ni siquiera me importa imponerme decidido delante de Jungkook cuando le digo que quiero participar del juicio aunque él no quiera permitirlo. Aunque claro, el piensa que quiero ir como asistente, pero en mi cabeza la idea es otra.





— Va a matarme, lo sabes y lo sé, Jimin—

— Nam, por favor. Necesito esto. Además estoy preparado; de lo contrario no te pediría que me dejes ser titular en el caso; no pondría en riesgo el prestigio de la empresa y mucho menos en un caso contra mi padre—

— ¿Tú sabes que si pierdes él me resucitará solo para matarme de nuevo?—

— Confía en mí, Nam. Sé perfectamente los argumentos que debo usar para, por un lado ganar el juicio, y por el otro empezar a destruir a mi padre; sólo necesito que alguno de ustedes confíe en mí. —

Nam mordisquea el tapón de la lapicera mientras tiene la mirada perdida en un punto fijo, y ya estoy desistiendo de la idea, porque ¡vamos! No tengo la más mínima experiencia en esto, y quizás me esté dejando llevar por la bronca y el rencor hacia mi padre.

¿Qué me estás haciendo, nene? ||KOOKMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora