¿Qué me estás haciendo, nene? ||KOOKMIN||

Capítulo 45.-

POV JUNGKOOK

No puedo descifrar qué me enoja más; si el grado de estupidez del tipo ese o lo poco que le ha importado a Jimin que lo hayan insultado de ese modo.

La negociación se fue al carajo y, a decir verdad, en este momento me importa tres hectáreas de verga. De ninguna manera firmaré con personas de ese estilo. Si no saben respetar a mis empleados en una simple primer reunión, seguramente de profesionales tienen lo que yo de virgen. ¡Sí, estoy encabronado!

No quiero siquiera dirigirle la palabra a Jimin porque cuando me enojo lo mejor es guardar silencio y distancia. Debería haberle roto la cara al tipo por estúpido.

Una vez en el hotel y sin poder lograr calmarme, me quito el estorboso traje y me visto para la piscina. Ayer dije que si la reunión terminaba temprano me daría un chapuzón y eso mismo es lo que haré. Aun debo pensar como seguiré con el resto de las reuniones, debo sopesar si en realidad tiene sentido seguir aquí; pero por ahora solo quiero relajarme y tranquilizarme.

Mientras bebo mi mojito, a dos tumbonas de mí se encuentra una morocha de curvas bien colocadas, con una diminuta bikini que no deja nada a la imaginación. Sé que intenta coquetearme y acercarse porque no ha dejado de mirarme e insinuarse en todo el rato. Pero no me interesa. Quizás en otro momento ya la hubiera subido a mi habitación para romperla toda en una intensa sesión de sexo extranjero. Pero en este momento solo puedo pensar con mucha culpa en que estuvo mal lo que le dije a Jimin. Es que ¿a quién se le ocurre seguir con la reunión como si no fuera importante lo que pasó? No quise decir lo que dije, eso de que quizás le gustó lo que el tipejo ese le dijo pero, me salió así, porque sentía rabia de que se atreviera a ver a mi asistente, MI ASISTENTE, como un simple objeto sexual cuando claramente él es mucho más que eso. Además de que seguramente el tipo es un gay de mierda, y los detesto.

Recibo la salvadora llamada de Nam para preguntarme sobre los resultados de la reunión. Y digo salvadora porque, una vez le cuento todo lo sucedido, el me aclara las ideas diciendo que estuvo perfecto mi accionar en dejar la negociación sin concluir, pero que estuve pésimo con Jimin y que debo aclarar la situación con él. Como si no sintiera suficiente culpa. Así que sin más dilación le escribo a mi empleado para que se encuentre conmigo en la piscina. Debo pedirle perdón.

Jimin se acerca con un gesto que no he visto antes, entre triste, enojado, confundido... no sé.

El sol aún está fuerte, y como soy bastante cobarde para pedir perdón de frente cuando me mando una cagada, solo le señalo que se siente junto a mí para colocar protector en su espalda. En silencio y sin cambiar el gesto, hace lo que le pido. Y en silencio yo también, retiro su camisa para pasar mis manos previamente untadas por su ya conocida espalda.

De a poco noto que Jimin va destensando sus músculos y yo me relajo un poco también. Solo fue el fulgor del momento lo que me hizo expresarme mal ante él.

Me acerco un poco más a él y, sin dejar de esparcir el producto, le expreso mis sinceras disculpas.

— Lo siento Jimin. En verdad lo siento. Lamento que hayas tenido que pasar un mal momento culpa de ese desagradable tipo y lamento mucho mas haberte hablado de ese modo—

Jimin suspira profundo — No hace falta que se disculpe señor Jeon—

— Si hace falta Jimin, yo no pude controlar lo que el tipo te dijo pero si podría haber controlado lo que yo te dije. En verdad no fue eso lo que quise expresar, solo... solo estaba demasiado enojado. —

Sin darme cuenta ahora me encuentro pasando la crema por sus brazos, conservando mi posición desde atrás. Y ahora que me doy cuenta de que lo estoy haciendo, no me detengo, no tengo por qué hacerlo.