¿Qué me estás haciendo, nene? ||KOOKMIN||

Capítulo 82.-

POV JIMIN

Debo admitir que tuve mucho miedo cuando Jungkook me pidió vivir juntos. Claro que yo tampoco quería separarme ni un minuto de él. Pero, a decir verdad, el lleva todo mucho más rápido que yo. Es todo lo contrario a su trabajo; mientras en la empresa es objetivo y metódico, en lo personal es lanzado e impulsivo. No lo sé, tuve miedo de que no funcionáramos porque obviamente no nos conocemos lo suficiente como para compartir el mismo techo. Pero después de verlo poner ojitos de cachorro cada vez que hablábamos del tema, y luego de sentir que cada vez me costaba más irme de su casa o dejarlo ir de la mía, tomé coraje.

Y no me arrepentiré jamás. Todo con Jungkook es fácil, la convivencia se siente genial, ambos podemos hacer las tareas sin siquiera tener que pedirlo. Creí por un momento que quizás sería agobiante vernos tanto en la empresa como en la casa, pero es todo lo contrario, estamos mucho más unidos y enamorados y somos muy parecidos en cuanto al orden y las compras. Aunque claro, es Jeon Jungkook; el todopoderoso que no me quería dejar pagar un centavo, aunque por obra y gracias de vayaasaberquien acepta al menos que pague nuestras cenas fuera de la casa y el combustible del coche. No quiero sentirme un mantenido, no lo soy desde que puse un pie fuera de la casa de mis padres y no quiero serlo nunca más. Además tengo mi salario casi completo para mí. Algunas veces sueño con ahorrar lo más que pueda y quizás, algún día, por qué no, poder tener mi propia academia de baile. Porque sí, con Jungkook a mi lado me siento capaz de todo y mis sueños volvieron a mí. Amo mi trabajo, independientemente de que él sea mi jefe y el bufete sea suyo, pero no sé si quiero hacer esto por el resto de mis días. No lo sé, es sólo un pensamiento recurrente que tengo, un anhelo para un futuro lejano.

Pero claro, debí pensar antes en que la "salida pública del closet" de Jungkook y la convivencia acarrearía también el hecho de tener que conocer a su madre. Y aquí estoy, cambiándome de ropa por cuarta vez buscando verme lo mejor posible. Pero es que ¿Cómo se viste uno para conocer a su suegra? Suegra...

En este momento comprendo de dónde sacó su mirada penetrante mi querido novio. Ver a su madre analizándome me retrotrae automáticamente a los primeros tiempos en los que Jungkook prácticamente me ladraba en vez de hablarme. Para colmo de males él no colabora porque está igual o más nervioso que yo y no saca ningún tema de conversación.

Me esforcé como loco haciendo la cena, pero la señora sentada frente a mí ni siquiera hace una mueca de que le agrada. ¿Me habré pasado con la sal? ¿Y si mejor hubiese cocinado verduras en vez de carne? Espero que al menos no esté a dieta y le guste el postre.

Y joooooder el alivio que siento ahora. Es como si ella fuera dos personas en una; una antes del postre y otra luego de probarlo. No sé si el azúcar le da un subidón o qué, pero de repente se vuelve simpática y aquí estamos los dos intercambiando recetas mientras me rio internamente porque Jungkook intenta llamar nuestra atención, empujando inconscientemente su mejilla con la lengua cuando no la obtiene. Es como un niño pequeño.

Al final la mamá de Kook resulta ser de lo mas agradable, y yo me siento muy feliz cuando me abraza para darme la bienvenida a la familia. Una familia... que no es la mía, pero es lo mas parecido que tengo ahora.

Lo miro en silencio mientras se ata una coleta y ordena unos libros en la pequeña biblioteca de la sala, y no puedo evitar pensar en qué hubiera sido de mí si nunca me hubiese ido de la casa de mis padres. ¿Seguiría aun ocultando mi sexualidad? O peor aún, si hubiese vuelto, ¿Estaría casado con aquella hija del socio de mi padre? Y Jungkook... ¿Qué sería de él si nunca se hubiese dado el permiso de conocer lo que es amar y ser amado? Porque sí, en lo más profundo de mi corazón sé que nos amamos. ¿Hubiese seguido siendo un hombre vacío que sólo follaba para saciar las necesidades?