¿Qué me estás haciendo, nene? ||KOOKMIN||

Capítulo 81.-

POV JUNGKOOK

Ya han pasado casi dos meses desde que Jimin vino a vivir conmigo, pero hace 3 que se lo pedí. Si... me hizo rogar algunas semanas para decirme que sí. No voy a mentir: cuando se lo propuse tenia sentimientos encontrados; por un lado la necesidad de que viviéramos juntos para estar separados la menor cantidad de tiempo posible; pero por el otro me llené de miedo. ¿Y si no sirvo para convivir y compartir? ¿Y si se cansa de verme todo el día en la empresa y después en casa? ¿Y si mi comida no le gusta? ¿El será tan ordenado como yo? ¿Me tolerará cuando vuelva todo sudado de correr o morirá del asco? Parecen cosas tontas, pero en verdad no es lo mismo verse a una hora acordada o compartir una cierta cantidad de tiempo con alguien, a compartir 24 horas; con todo lo que eso significa.

Pero como todo lo que tiene que ver con Jimin termina siendo natural y mágico; nos acoplamos uno al otro de una manera alucinante. Casi tácitamente nos distribuimos las tareas del hogar para que todo esté siempre impecable, porque sí... al final supe que es tan fanático del orden como yo; en cuanto a la cena, esto se da espontáneamente ya que cuando ninguno de los dos quiere cocinar, salimos a algún restaurante o pedimos a domicilio. Destinamos un día a la semana para ir juntos después de la empresa a comprar los víveres a la tienda. Además, nada se compara con despertar juntos cada mañana. Mucho menos nuestros fines de semana lluviosos en donde armamos una especie de tienda de campaña en el living y nos dedicamos a comer, mirar series y mimarnos todo lo que podemos. Todo es perfecto. Solo discutimos una vez cuando Jimin insistía en querer pagar la mitad de todos los gastos. Claro que no quería que lo haga. Pero fue Tae, en una reunión de amigos mientras yo preparaba la barbacoa, quien me explicó cómo se podría sentir Jimin al no dejarlo aportar nada a la casa. Así que ahora mi hermoso novio es quien paga las salidas a cenar y a veces el combustible del coche; aunque claro, aunque él no lo sepa, le retribuyo el dinero colocándolo en su cuenta personal en el banco.

En cuanto a lo profesional, eso no fue tan fácil como creí. En varias ocasiones, sobre todo en el juzgado, tuve que lidiar con algunos colegas que han llegado a burlarse de mi diciendo por lo bajo y a mis espaldas todo tipo de insultos; claro que más que nada era una estrategia para intentar desestabilizarme durante algún juicio. Y también, muy a mi pesar, tuve que despedir a Binna. Debo ser sincero: fue una buena empleada, pero ella decidió despreciar a Jimin una vez más, y yo juré jamás permitirlo; así que no me tembló la mano cuando firmé su despido luego de escucharla susurrar por lo bajo que era un arrastrado. Por el contrario, el resto de los empleados de la empresa están cómodos con la situación. O al menos eso me demuestran; no he recibido críticas ni miradas acusatorias y tampoco Jimin; pero también es mérito nuestro; porque aunque muramos de ganas en la oficina mantenemos el profesionalismo. Aquella vez que me subí a la pequeña tarima delante de todo el personal para dejar en claro que Jimin y yo estamos juntos, no sentí vergüenza ni nervios; porque Jimin estaba allí cerca de mi... me bastó mirarlo unos minutos para saber que definitivamente todo con y por él vale la pena.

— ¿Te sientes bien Jeon? Tienes aspecto de haber visto a un fantasma—

— S-si... es solo que... y-yo...—

— Jooooooder... ¿estás tartamudeando? ¿Tú? ¿El gran Jeon? Esto debe ser realmente grave—

— Es que... mi madre... mi madre Namjoon me ha exigido conocer a Jimin; ni siquiera tengo idea de cómo se ha enterado—

— Jajajajaja... me haces morir... ¿le tienes miedo a tu madre Jungkook?—

— No seas mierda Nam, deja de reírte; claro que no tengo miedo. Es solo que... que... no lo sé. Nunca he presentado a nadie a mi madre, ni tampoco Jimin conoce a nadie de mi familia. N- no lo sé, solo... es raro, me siento como un adolescente que presenta a su primer amor de la adolescencia—