|Capítulo 19: "Pastel"|

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Iana Bennett

El sonido leve de la puerta de mi habitación al ser tocada hizo que por primera vez en un largo rato despejara mi mente de lo que pudo haber pasado con Max, y la verdad es que no seguía sin creerlo. Después que se fuera satisfecho con lo que había logrado, sentí algo de miedo al pensar que algo así podía volver a suceder y esta vez saliera golpeada. No me había alzado la mano, solo me había gritado y nada más con eso me basto para sentir miedo de él. Solo a los segundos de haberse ido yo me fui con el corazón en la boca para la casa, el chófer me había preguntado si me habían hecho algo, a lo que yo nerviosa negué rápidamente. Al llegar solo pude encerrarme de la angustia en mi habitación, no quería verlo jamás.

El sonido de la puerta me saco de mis pensamientos.

— Pasa — Ordene viendo el cuerpo de Connor entrar en mi habitación con varias bolsas en su mano mostrando una sonrisa alegre.

— No me aguante las ganas de venir a verte —Sonreí cruzándome de piernas sobre el colchón de la cama.

— Me alegra que estés aquí... — Susurre mientras el traía las bolsas y se sentaba a mi lado cruzándose también de piernas.

— Tu mensaje me dejo preocupado.

Preguntó curioso, baje la mirada hacia mis manos las cueles se encontraba en mis piernas.

Comencé a detallarle todo los detalles de lo que había sucedido en mi oficina esta tarde, sentía la mirada de Connor reprocharme pero la ignore de inmediato siguiendo mi relato sobre lo sucedido

— La idea de imaginarme en que en realidad pudo haberme golpeado me dio escalofríos, siento que me está ocultando algo Connor, lo presiento.

— Eso no tiene dudas, pero de igual forma creo que debes dejarlo así — Susurró sacando un caja con el logo de Starbucks en la tapa, había traído un pastel para subirme el ánimo.

— ¿Qué ganarías descubriendo lo que oculta?

— Saber lo que esconde y usarlo a mi favor —Connor negó sonrió. Paso una mano por su rostro burlándose de mí.

— Eres una chica muy curiosa Iana, y por tu bien es mejor que lo dejes ir.

Tenía razón. Sin embargo seguía dándome cierta curiosidad de saber ¿qué sucedía en su familia? ¿Por qué no quiere que nadie esté involucrado con ella? Era el más curioso que ha llegado a mi mente, pero todavía su intento por golpearme me dejó.

— En serio quiero saber por es así conmigo Connor.

Lo pensé por un momento, tal vez corría peligro si me seguía acercando hacía él, pero solo quería de cierta forma ayudarlo, ver lo que sucedía y tener explicaciones claras de porque era así, porque estoy segura que en el pasado le hicieron algo drástico que logro cambiarlo por completo, estoy segura de eso.

— ¿Iana me estas escuchando? Aléjate de Max.

— Si, lo intentaré — Es obvio que no lo iba hacer, porque quería respuestas y me las iba a dar así me costará saberlo.

El día de la inauguración de su empresa llegó, y junto con ella mis nervios, hoy enfrentaría a Max hablaría respecto a lo que hace días estuvo rondando por mi cabeza, y hoy tendría respuestas,

— Irás en mi nombre, tengo... Unos asuntos... Muy importantes para esta tarde — Asentí con una mirada confusa debido al nerviosismo de mi padre por ese tal asunto, siento que últimamente todos me ocultan cosas.

— Yo iré a prepararme horita. Pero... ¿Se puede saber a dónde vas papá? — Él se removió incomodo desde la silla del comedor, su boca se abrió a lo que iba a responder pero empezó a balbucear de manera extraña.

— Y-yo tengo una reunión.

— ¿Ah sí? ¿Y qué reunión?

— Mira Iana no tengo porque darte explicaciones de nada, es solo una reunión de la empresa.

— Si es de la empresa debo saber.

Se levantó dejándome sola en el comedor en silencio. Lo que si había notado era que me escondida algo muy importante que no debía saber, comencé a indagar con respecto a eso que ocultaba pero lo aleje de mi mente rápidamente mientras buscaba la preguntas correctas para la tarde.

Porque esta noche tenía planeado conocer todo con respecto a Max Davis.

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