Mas Que Socios ✓1

Capítulo 3

Iana Bennett

La tarde del martes se ha resumido en trabajo y más trabajo, la junta se había aplazado para la noche, debido a que mi padre se encontraba en su día de descanso. Eso solo significaba que me haría cargo de la empresa durante todo el día, y aunque me sentía cansada de estar todo el día en mi ordenador, no puedo quejarme de lo que me gusta.

Tener el cargo de CEO significa estar de lleno en una empresa para dirigir sus movimientos en cada hotel. Me mantengo respondiendo algunos correos electrónicos de invitaciones a galas de beneficencia, a eventos importantes y algunas entrevistas con revistas de Seattle. Además de tener varias videoconferencias con directores de algunos de nuestros hoteles.

Los hoteles de la empresa habían comenzado a ser reconocido desde hace años, es una cadena hotelera que ofrece los mejores servicios para sus huéspedes, con lujo exclusivo, ambientes ecológicos, áreas turísticas increíbles, y los mejores Spas de todo el país. Los miembros de la alta sociedad, incluyendo hasta el mismo gobierno de los Estados Unidos han mostrado su interés en invertir en nuestros hoteles, pero no cualquier persona se convierte en socio tan fácilmente, por eso el hecho de que Max Davis quiera ser uno de los socios ha hecho que mi padre acepte sin problemas ni excusas de por medio. Al igual que nosotros, Max Davis posee un patrimonio de grandes cantidades de dinero, y eso es lo que más le gusta a mi padre.

El sonido de mi móvil me distrae de mis obligaciones, y al tomarlo escucho la voz de mi secretaria.

— Iana, tengo una llamada del ingeniero que está a cargo del hotel en Ibiza, desea confirmar los detalles importantes para la inauguración del hotel — menciona por el teléfono de la empresa.

— Puedes transferir — ordenó mientras el tono de la llamada muda con rapidez, y una voz conocida me hace mantener la vista fija en mi ordenador.

— Hola querida Iana — ruedo mis ojos tediosa.

— Tony... — respondo indiferente, oyendo su voz llena de sorpresa al otro lado de mi móvil.

— Vaya, es increíble saber que aún te acuerdas de mi — dice divertido, pero me mantengo en silencio mientras leo atentamente el correo electrónico de uno de los accionistas.

— ¿En qué puedo ayudarte? — inquiero seria, ignorando sus palabras.

— Estaba llamando a mi exsuegro, pero al parecer está de descanso, y eso significa que debo hablar con mi ex favorita — expresa con emoción y suspiro hastiada.

— ¿En qué puedo ayudarte? — vuelvo a cuestionar con enojo.

— No pensé que después de mí, tuvieras ese mal humor, tendré que llevarte al psicólogo para liberar el enojo, querida — afirma rendido.

— Mira Tony, Si vas a decirme que me sigues extrañando yo mejor te corto la llamada y sigo trabajando — le advierto irritada, y escucho como refunfuña al otro lado del móvil.

— Bien, solo llamo para informarte que estamos cerca de que se abran las puertas del hotel, en un par de días todo estará listo... Todos los detalles están marcados en el informe que le envié a tu padre esta mañana... — comenta tranquilo, y un suspiro de alivio escapa de mis labios.

Es el primer hotel en Europa, aunque nuestra sede abrió sus puertas hace menos de un mes en Londres.

— Veré el informe en breve, y te retornaré en caso de algo que sea necesario en el hotel — le informo — el gerente de recursos humanos me ha informado que aún hay empleos disponibles, necesitamos tener a todos los empleos ocupados, para poder abrir dentro de dos semanas —