|Capítulo 24: "Afectados"|

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Iana Bennett.

Me encontraba caminando junto con Lily por un parque cercano, hace mucho que no pasamos tiempo juntas y la extraño aunque está mal de la cabeza. Mientras caminábamos en serenidad mientras ella hablaba muy animada de sus cosas y relaciones pasajeras, ni siquiera sabía que estaba diciendo ya que me encontraba pensando en lo que hice la noche anterior.

— Oye Ian, esta distraída... Ni siquiera escuchas lo que te digo de la nueva chica que me gusta. — Negué sonriendo a lo que ella se acercó cruzando sus brazos mientras llegábamos a la laguna sentándonos en un banco a su orilla.

— No sé qué pasa conmigo Lily, últimamente ando extraña con todo este tema de Max.

— Es normal cuando te gusta alguien Iana. Cuando alguien entra a tu vida debes de tener muy claro que va afectarte ya sea de la manera en que llegue — Respondió colocando sus pies sobre el banco llevando sus rodillas hasta su pecho sin despegar su vista del agua.

— Solo no debes enamorarte, el amor es engañoso — Recalco quedándose en callada, miré su rostro su sonrisa con una mirada llena de brillo.

— ¿Qué? — Pregunté curios a lo que ella negó sin dejar de sonreír.

— Me emociona el hecho de Max te persiga a pesar de todo — Me quede inerte negando mientras ella asentía emocionada

— Te está observando... — alzo su mano en forma de saludo...

— No quiero verlo Lily — Respondí formal.

— Te está llamando Iana, deberías ir hablar con él — Susurró señalando hacía atrás, me negué rápidamente volviendo mi vista hacia la laguna.

— Si tanto quiere hablar conmigo que venga, estoy cansada de siempre ser yo quien lo busque — Conteste molesta cruzándose de brazos.

— No tenías por qué decirme ya que venía justamente para acá — Su cuerpo se posó enfrente de mí tapando mi vista, Lily me dio una mirada cómplice y rodee los ojos con fastidio.

— Max te deje las cosas muy claras ayer — Me acerque a él cruzándome de brazos, la brisa fresca hacía que mi falda se levantara

— Realmente no lo hiciste, solo me pediste que no jugara contigo.

Reí irónica. Me senté firme para quedar enfrente de él que acababa de sentarse en la banca. Vi a Lily sonreír mientras compraba una helado y suspire pidiendo un poco de paciencia en mi interior.

— Y eso fue un "Ya déjame tranquila" — Sonrió mostrando sus perfectos dientes.

— Nada de lo que digas va a cambiar el hecho de que quiera buscarte Iana, siempre lo voy hacer —Admitió, mire a otro lado evitando su mirada porque estaba al tanto de que me habían afectado y luego me costaría dejarlo.

— Pero ya no quiero que lo hagas Max. No quiero tener que ver contigo — Sonrió de nuevo.

— Sabes que es mentira Iana.

— Sea mentira o no estoy cansada de este juego que tienes conmigo Max.

— Tú también juegas conmigo Iana Bennett — Susurro inexpresivo mirándome de reojo. ¿Cómo era posible decir eso tan ridículo cuando yo estaba fijada en su juego y ni cuenta me daba? Luego caí en la conclusión de que muchas varias veces lo incitaba a tocarme, e incluso a buscarme.

— Quiero parar esto antes de que termine afectándonos Max.

Reitere viendo mis manos moverse incomodas, Max no paraba de no quitar sus ojos de encima de mí y eso me estaba fallando con respecto a lo que estaba sintiendo. Su mano se colocó en mi rodilla con finura, su rostro se inclinó ante mí situándose en mi cuello despacio.

— Creo que ya nos ha afectado.

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