Capitulo 9

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Iana Bennett.

Hace algunos minutos me encontraba en el departamento de Connor. Lily no había podido venir, según ella "Tenía algunas cosas que preparar para la presentación de una campaña" Pero eso era mentira, sabía que estaría haciendo algo mas, por lo que había estado desahogándome con Connor sobre todo lo sucedido ayer. Incluso llegué pidiéndole algunos consejos para controlar todo aquello que comenzaba a sentir por Max. Estábamos en su habitación, él era un empresario con dotes de estilista y de fotógrafo. Así que no sería un problema.

— ¿Quieres café para que te calmes un poco?

— Si por favor — Sonrió entrando a la cocina. Desde que hable con Connor en el departamento de Lily, sentí que puedo abrirme a el de forma sentimental.

— ¿Qué quieres hacer con respecto a Max?

— No tengo ni puta idea.

Y era verdad. No me gustaba la idea de no saber cómo actuar en estas situaciones por mi cuenta, necesita la opinión de alguien que tenga experiencia en el amor. Porque la verdad, yo nunca me he enamorado.

— Pienso que deberías controlar tus sentimientos Iana — responde dando un sorbo de su taza de cafe.

— ¿Por qué lo dices?

— Nunca te has enamorado, y el primer amor duele toda la vida — Mire el suelo frunciendo mis labios al ver como salía de la habitación y le dedicaba a seguirlo. Connor se adentró a la cocina aun con la taza de café en su mano.

— Es bueno conocer a la persona, pero cuando llega un momento en el que te enamoras, pierdes todo. Está bien que te guste y todo a lo que eso respecta, pero no te obsesiones, porque luego se va y va a dejar un vacío en ti.

— Siento que cada vez que lo veo me confunde más sus actitudes — confieso dejando la taza de cafe sobre la isla de su cocina.

— Debes comenzar a sobrellevar todo con Max de manera tranquila y no aferrarte a la idea que puede ofrecerte algo serio — asentí en silencio. En realidad si llegue a pensar que podríamos tener algo serio, pero suelo descartarla hasta que sus palabras resuenan de nuevo en mi cabeza.

— Gracias Connor — Paso una mano por mi hombro dándome un abrazo, me refugien los brazos de Connor. Sabía que lo que me decía era por mi bien y no quería rechistar respecto al tema.

El sonido de la puerta hizo que Connor se levantara quejándose.

— De seguro y es Lily — Y no se equivocó.

Mi mejor amiga entro al departamento con una expresión asombrada y molesta. Dejo su bolso en el suelo y camino hacia donde me encontraba viendo a Connor en la puerta y viéndome a mí en el sillón.

— ¿Que ha pasado? Quiero los últimos detalles, deje todo mi trabajo solo para venir... ¿Ya te follaron o todavia andas de virgen?

— Mi virginidad aun sigue intacta Lily, y seguirá estando así — afirmo escuchando los reclamos de Connor hacia ella.

Ambos empezaron a discutir por miles de temas aleatorios, y en silencio me dique a disfrutar de una tarde junto a ellos entre risas divertida por parte de los tres.

•••

Había pasado una semana, hoy era domingo y en toda esa semana no había visto a Max lo cual internamente me sentía muy agradecida. Aunque en el fondo una parte de mí sentía una pequeña necesidad de verlo, pero después recordé las palabras de Connor y me abstuve de cometer una locura. Me sentía tranquila al igual que me daba cuenta de que estaba mucho mejor sin tener su extraña presencia irritándome a cada segundo. Volvía a ser la misma Iana enfocada en su trabajo sin ninguna preocupación que atormentara mi cabeza.

El viaje a Ibiza había sido formalizado para el día de hoy, por lo que solo observo por la ventana del avión, la pista del aeropuerto vacía gracias a la hora. Pronto amanecería y durante el mediodía se llevaría a cabo la inauguración del hotel. Y en mi cabeza solo me podía imaginar a el sonriéndome de esa peculiar forma. Por que si, no puedo sacarme a Max Davis de la cabeza.

Al llegar al hotel había quedado sorprendida de haber disfrutado de la increíble arquitectura que estaba enfrente de mi. Lo sofisticado del hotel resaltaba por todo lo alto, la combinación de colores, y el aroma fresco de las platas atraía la atención de los turistas que por supuestos estarían hoy en la celebración Tony había hecho un gran trabajo.

El mediodia había llegado mas rapido de lo que yo me inaginaba, y aunque había descansado un poco aun no era suficiente. Me había colocado in vestido playero con un toque de acuerdo al clima caluroso de la isla para la inauguración del hotel, no podíamos instalarnos ahorita. Todos y algunos de los socios implicados en la construcción de este hotel estaban a la espera de la presentación. Por lo que sin mas preámbulo, Federico Bennett presente uno de sus mejores hoteles.

Mi padre había terminado su discurso y me tocaba a mí cortar las cintas. Me acerque con la tijera, mire a toda la gente presente en el lugar, abrí lentamente las tijeras hasta posicionarlas en la cinta pero antes de cortar la cinta di algunas palabras.

— Es un honor para mí, darles la bienvenida a uno de los muchos hoteles de nuestra empresa. Espero que su estadía sea de su agrado, sin más que decir... Bienvenidos a Cristal Beach Suite.

Max Davis.

— Esta es la llave de tú habitación Guapo, puedo pasar a verte más tarde si quieres — responde la recepcionista, y sonrío al ver como menea sus senos enfrente de mi.

Que patética.

— Gracias.

Me encontraba en el hotel de los Bennett, y había quedado excelente con respecto a la construcción y diseño en interiores, hacen un gran trabajo en esta empresa, y eso no puedo negarlo. Con mi maleta en mano subí por el ascensor hasta llegar a mi piso, hasta quedar frente a la puerta numero trescientos cinco, al abrir la puerta mis ojos se encuentran con una meta gris en el interior.

Dejé la maleta a un lado en silencio y cerré la puerta detrás de mi. Escucho una melodía suave proveniente del balcón, me acerco suavemente viendo la puerta del balcón abierta, en donde su cuerpo desnudo yace enfrente de mi, y jadeo en mi interior sintiendo mi erección dura dentro de mi bermuda. Relamo suavemente mis labios guardo aquella increíble vista en mi cabeza.

Joder, quiero probar a esta mujer.

Ella no se dio cuenta de que alguien la estaba observando hasta que se giró y gritó mientras yo la observaba detalladamente sus firmes senos, esa fina cintura, y carajo que hermoso sexo.

— ¿¡Qué haces en mi habitación!? — Exclamo cubriendo su desnudez con sus manos.

— Viendo lo que será mío dentro de poco tiempo.

Mas Que Socios ✓1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora