Iana Bennett.
Había bebido más de cinco copas de coñac y me encontraba muy ebria. Max solo estaba serio observándome hablar de tonterías que ni yo misma sabia de donde mi mente sacaba dichas cosas.
— Estas ebria Iana — Susurro acariciando mi rostro con simpatía. Lo observe con una sonrisa de lado para después recostarme en el camastro y ver sus manos subir por mis piernas.
— Max estamos en público — Reclame seria sintiendo sus manos adentrarse por el interior de mis muslos, me acelere arqueando mi pecho al ver como dejaba besos en mis piernas. Rápido lo aparte levantándome algo mareado.
— Vamos a bailar.
— Yo no sé bailar este tipo de música.
Sonreí tomando su mano. Él se levantó tomándome por la cintura hasta caminar hacia la gente que se encontraba bailando al ritmo de la canción de Charlie Puth. Sus manos se posaron en mi cadera, dejándonos llevar por la música; Max no dejaba de acariciarme y aunque él lo negara sabía moverse increíble, su cabello estaba desordenado y sus ojos se hicieron aún más pequeños, y relamía sus labios viendo por el escote mis senos.
— Vámonos linda.
Murmuró sobre mis labios y sentí mi cuerpo pesado a causa de mi ebriedad. Nos separamos en silencio mientras comenzaba a caminar con pies hundiéndose en la arena, di un paso en falso y termine cayendo boca al suelo. Llenándome toda de arena.
— ¡Mierda Iana!
Gire mi cuerpo quitando la arena de mi rostro y boca para soltar una carcajada audible. Max me miraba molesto extendiéndome su mano la cual acepte en sin dejar de reír, Max tomo mi cintura cuando volví a intentar caer, pero el solo le limito a mirarme furioso y cargarme sobre su hombro.
— Max me vas a dejar caer.
Musite riendo sobre su hombro. Max marchaba sobre la arena viendo al capitán y varios de sus tripulantes ayudar a Max, solo podía escuchar a Max decir que nadie iba a tomarme en brazos lo que me hizo reír aún más de lo que podía imaginarme.
— ¡Max! — Grite cuando su grande mano azoto mi trasero.
— Te portaste muy mal hoy Iana,
Expresó molesto abriendo la puerta dejándome en el suelo mirándolo con ambas manos al lado de mi cintura. Me agite al ver como se acercaba tomando mi mano, me miraba codicia ladeando su cabeza rápido para después tomarme de la piernas hasta dejarles descansar en su cintura.
— Iana... — Susurro cerrando sus ojos conmigo en brazos.
— Max...
Jadee cuando sus manos se aferraron a mi trasero mientras sus labios se abalanzaron sobre mi cuello mientras caminaba hacia el baño. La ducha nos recibió con agua helada pero el calor era más intenso. Él me bajo haciendo que mis pies tocaran el suelo, me miró sonriendo alzando mi cuello para al instante lamerlo pasando sus manos por mi pecho quitando el vestido rápido.
— Quiero azotarte por no haberme hecho caso Iana — Reí.
— No vas hacerlo Max — Sonrió mordiendo su labio para ladear su cabeza.
— No me retes Iana. Puedo ser cuidadoso pero hoy me hiciste enojar mucho y eso no es bueno — Carcajeé poco audible pasando mis brazos por su cuello.
— No me interesa si estas molesto — Sus manos subieron por mis piernas para acariciar mi entrepierna con rudeza
— Me vuelves a retar y las cosas se pondrán feas Iana — Lo mire firme mordiendo mi labio con fuerza.
— Te recuerdo que nunca ordenes de nadie Max Davis.
Lo siento que sucedió después de aquellas palabras fue una estocada en mi entrepierna ocasionándome un jadeo ahogado. Alce mi rostro sintiendo la un ardor en mi feminidad seguido de algo que me sorprendió mucho.
— Pues ahora lo harás... Porque ya eres mía.
Gimió sobre mis labios.
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Mas Que Socios ✓1
Romance"No concordaban mucho. De hecho, casi nunca corcondaban. Siempre se peleaban. Y se retaban uno al otro cada día. Pero apesar de sus diferencias, tenían algo importante en común. Estaban locos el uno por el otro". - Diario de una pasión. Esa frase en...