🔫LOVE SHOT🔫 [Serie Salento - Libro 1]

7. Que te hiciera soñar

Chanyeol colgó esa llamada y le marcó de inmediato a Shownu para enviarlo a revisar el lugar, él estaba apenas a unos metros del edificio, desde ahí podía ver la entrada perfectamente. Mientras esperaba en la línea a que Shownu le informara algo, Chanyeol revisó la ubicación del rastreador y estaba en el mismo lugar, en el edificio. Si Baekbeom no estaba ahí, significaba que se había quitado su anillo y él jamás hacía eso.

─Sí es el mismo auto. Creo que... Necesito al equipo delta.

─¡Maldición!

Chanyeol barrió con furia todo lo que estaba sobre el escritorio, esto no podía estar pasando, no cuando las cosas estaban tan calientes.

─Revisa hasta debajo de las piedras, no me importa lo que tengas que pagar. Voy para allá.

La llamada se cortó y Chanyeol salió con prisa y furia de la oficina, cuando caminaba de esa manera con pasos pesados, el ceño fruncido y la rabia pintada en sus ojos, resultaba muy atemorizante, tanto que la gente se movía a un lado para dejarlo pasar. Sehun lo encontró por el camino y mientras bajaban en el ascensor, él coordinó al grupo delta, el escuadrón de élite de su mafia. Eran hombres que habían pertenecido a las fuerzas especiales del ejército y también se entrenaron en Segovia, eran lo mejor de lo mejor, absolutamente letales y expertos en tecnología.

El recorrido hasta el edificio se le hizo eterno, él y Sehun se conectaron a los intercomunicadores para poder estar al tanto de lo sucedido, sin embargo, al llegar, la escena ya estaba siendo asegurada y Shownu ya había recogido las cosas más importantes y los videos de las cámaras de seguridad. En ellos se evidenciaba a Baekbeom estacionando, bajándose del auto y abriendo la cajuela para sacar algunas bolsas, seguramente regalos para Junmyeon.

Justo antes de que pudiera cerrarla, aparecieron cuatro hombres armados y encapuchados que lo encañonaron y lo retuvieron mientras revisaban las bolsas. A primera vista parecía un robo, tomaron las joyas y los bolsos y desparramaron la ropa. Entonces, le pidieron lo que traía puesto porque señalaban hacia su reloj y collar. Baekbeom estaba llorando asustado y les entregó lo que pidieron con manos temblorosas, pero cuando le reclamaron su anillo de matrimonio, él se negó y apretó la mano contra el pecho cubriéndola con la otra.

Demonios, Chanyeol sabía cuánto amaba Baekbeom ese anillo, era un diseño único que el mejor diseñador de joyas de París había hecho exclusivamente para él. El diamante estaba avaluado entre los más costosos del mundo por su calidad y talla en marquesa. Valía una fortuna, pero más allá de eso, para Baekbeom representaba la promesa que le hizo Chanyeol cuando lo mandó a hacer, de complacerlo y hacerlo feliz. Ahora, su pequeño esposo estaba arriesgando la vida por conservar ese pedazo de roca.

Los asaltantes forcejearon con él y lo golpearon, luego, uno de ellos se atrevió a pasar sus sucias manos por el perfecto cuerpo de su esposo y eso enfureció a Chanyeol todavía más. Verlo llorar tan asustado le rompía el corazón, él debía protegerlo de cualquier daño y por la estúpida discusión que habían tenido, lo terminó exponiendo de esa manera. Los enmascarados le arrancaron el anillo del dedo y cuando él intentó recuperarlo, este cayó al suelo y no se alcanzaba a ver en dónde quedó.

En medio de la confusión lo golpearon de nuevo y Baekbeom se desmayó en los brazos del hombre que lo manoseaba. Las luces de un auto que ingresaba al estacionamiento los alertaron y se lo llevaron con ellos. Eso no tuvo sentido de momento, si lo seguían porque había comprado joyas muy costosas y pensaban robarlo, no había razón para que se lo llevaran, a menos de que su intención siempre haya sido secuestrarlo.

Esos cuatro tipos eran los idiotas más grandes del mundo, habían firmado su sentencia de muerte, Chanyeol los iba a cazar y a encontrar, entonces los iba a torturar de las formas más horribles y dolorosas hasta que la muerte les resultara una dulce bendición.