La mañana los encontró desnudos y abrazados, como tantas veces en esa misma casa. Baekhyun se apresuró a escaparse de las garras de Chanyeol antes de que consiguiera tentarlo y corrió a la ducha, él quería ser quien despertara a su nena y llevarla a la cocina para preparar juntos el desayuno. Esa trivial actividad para muchos era algo que Rosé adoraba hacer, cocinar juntos era su cosa favorita en el mundo y él quería dársela al menos por ese día, aunque fuera solo en la mañana antes de tener que salir de nuevo a enfrentar la realidad.
La preciosa sonrisa de su hija y sus ojitos brillantes por la emoción que le producía jugar con su mami mientras preparaban pancakes, contrastaban terriblemente con el moretón en su mejilla y pómulo. Su nívea piel de porcelana provocaba que la marca de los dedos de Baekbeom sobre ella fuera más notoria y eso envenenaba lentamente a Baekhyun. Ni siquiera recordar las torturas que sufrió podía enfurecerlo tanto como el hecho de que lastimaran a su niña.
Por eso necesitaba ver a Baekbeom, tenía la tonta ilusión de encontrar en su rostro los arañazos y golpes de Minseok, aunque Chanyeol quiso prohibirle la entrada con muchos argumentos sensatos y racionales, él los ignoró todos, sus nuevas hormonas alteradas le servían de excusa para salirse con la suya. Baekhyun no quería convertirse en un bastardo manipulador como su gemelo, pero ya sabía que Chanyeol no era capaz de negarle nada cuando veía su carita llorosa, así que su hombre terminó aceptando y le dio cinco minutos que él iba a aprovechar.
─¿Qué haces aquí? ─fue el saludo de su hermano con una cara de desprecio que ni siquiera intentó disimular.
─¿Ya no vas a pretender que quieres llevarte bien conmigo?
─No tiene sentido. No me gusta gastar mi energía en tareas inútiles.
─Supongo que es mejor así.
─¿A qué viniste?
─A verte.
─¿Esperas una disculpa o algo por el estilo? ─la sonrisa burlona de Baekbeom le provocaba más pesar que rabia. Él estaba tan perdido.
─No, tampoco me gustan las tareas inútiles, sé muy bien que, aunque lo dijeras, no lo sentirías de verdad.
─Eso es cierto. Tú me importas una mierda, así que vete por donde viniste y no regreses a mi casa.
─Puede que la escritura de estas paredes esté a tu nombre, pero esta no es tu casa, Baekbeom, dejó de serlo cuando abandonaste a tu familia.
─¿No me digas? Y supongo que ahora te crees el dueño. Eres tan patético.
─No, no quiero esta casa. Chanyeol va a comprarme una más grande y más bonita, necesitaremos muchas habitaciones para todos los hijos que vamos a tener.
─Dios, eres tan predecible. Un pobre huérfano muerto de hambre que quiere amarrar al hombre millonario con pequeños bastardos. Qué asco me das.
─Al menos yo lo hice por amor y no me vendí por dinero y lujos, como tú.
─Debí suponer que ibas a enamorarte de Chanyeol, el príncipe azul perfecto. ─ironizó Baekbeom para luego dejar salir una risa estruendosa.
─Sí, eso es él. Pero también debiste suponer que él iba a enamorarse de mí. Alguien con el rostro y el cuerpo que le gustaba, y los sentimientos que siempre buscó en ti.
─Qué poca autoestima tienes cuando tu romance se basa en que mi esposo únicamente se fijó en ti porque te pareces a mí.
─¿Era verdad que estabas embarazado de Woobin?
─Sí, fue un estúpido error que se solucionó muy fácil. Ojalá pudiera deshacerme de todo lo que me molesta tan rápido e indoloro como me deshice de ese feto.
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🔫LOVE SHOT🔫 [Serie Salento - Libro 1]
RomanceBaekbeom tiene una vida soñada, se casó con el apuesto empresario Park Chanyeol, tienen una preciosa hija y él puede derrochar lujos a su antojo. Aun así, está tan cansado y aburrido de su rutina que encuentra consuelo en los brazos de un sensual mo...